Para el periodo de matrícula del año 2017, más de 600.000 personas completaron el Formulario Único de Acreditación Socioeconómica, que permite postular a las diferentes alternativas de financiamiento que ofrece el Ministerio de Educación.
De los 188.152 jóvenes egresados de cuarto medio del año anterior, un 70% completó este formulario, con las esperanzas de conseguir alguna alternativa de financiamiento, y de esos jóvenes, un 74% recibió alguno de esos beneficios.
Francisco Fernández, Director Ejecutivo de Fundación Por Una Carrera, comenta que “una importante proporción de los matriculados en la educación superior recibe algún apoyo para el financiamiento de su carrera por parte del estado.
Sin embargo, existen más de 9.000 jóvenes que el Ministerio de Educación reconoce como vulnerables, que no recibieron este apoyo pese a haber postulado para obtenerlo. Lo más grave, es que más de 4.000 de estos son reconocidos como prioritarios en la educación media, lo que significa que su situación económica puede afectar su participación y desempeño escolar”.
El reporte identifica también importantes diferencias en postulación a beneficios en las diferentes regiones del país, en directa relación con su nivel de pobreza, , donde las regiones con mayor porcentaje de pobreza postulan menos a beneficios estudiantiles, pese a necesitar más apoyos para que los jóvenes accedan a la educación superior, lo que es atribuido por los autores a problemas de acceso a la información.
Si bien el reporte no identifica las razones por las cuales estos jóvenes quedan fuera del financiamiento estatal, que podría ser explicado por razones académicas o de acreditación de las instituciones donde se matriculan, permite dimensionar un problema que afecta a miles de estos.
Gaspar Marhuenda, Director Ejecutivo de la consultora Cliodinámica, explica que “la publicación de este reporte busca instalar la discusión respecto de cómo los requerimientos asociados a las políticas de financiamiento estatal de la educación superior, pueden generar mecanismos imprevistos de exclusión, que afectan justamente a quienes deberían apoyar estas políticas”.
“Estas alianzas entre la empresa privada y la sociedad civil, permiten aumentar el impacto de las fundaciones, que conocen mucho acerca de la realidad que enfrentan las personas en situación de vulnerabilidad de nuestro país, pero muchas veces no cuentan con los recursos para realizar estudios o difundir sus resultados. Es muy importante mantener y profundizar estos esfuerzos para aumentar la incidencia de estas instituciones, que se la juegan por cambiar el país”, comenta Arturo Celedón, Director Ejecutivo de Fundación Colunga, que trabaja fortaleciendo la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil para generar impacto en los ámbitos donde trabajan.
En el caso de aquellos jóvenes que no postularon a beneficios para la educación superior, quedan aún alternativas, según nos comenta Francisco Fernandez, de Fundación Por Una Carrera. “Todos los años el ministerio abre un segundo llamado a postular a la Gratuidad y Becas estatales, y además existen miles de becas privadas que pueden servir para complementar el financiamiento estatal”.
Para conocer esta oferta privada, pueden visitar el buscador de becas que la fundación actualiza todos los años, en www.porunacarrera.cly revisar las mas de 1000 alternativas de becas a las que se puede postular.
Fundación para una carrera, es una institución que lleva 10 años acompañando jóvenes en la postulación a las diferentes alternativas de financiamiento y ayudándolos en el proceso de elección de carrera.