Diciembre 10, 2024

“Para atacar al extractivismo la propuesta es NO más extractivismo. No hay extractivismo bueno”

Un llamado a leer los patrones que repiten los medios de comunicación para entender como la Prensa informa acerca de los proyectos extractivistas, la necesidad de que la Academia indague estos temas, y el ejemplo de pudrición política que dejó la Ley de Pesca aprobada en Chile en 2013 y que privatizó las pesquerías nacionales, fueron los tres ejes de discusión en la presentación del libro “Extractivismos y Corrupción: Anatomía de una íntima relación”, del destacado investigador uruguayo, Eduardo Gudynas.

 

 

Los comentaristas del texto se refirieron a que la corrupción y el extractivismo tienen un vínculo con el debilitamiento de las democracias y los sistemas políticos y que muchas veces -a juicio de Gudynas-, “el extractivismo no es la principal causa, pero las prácticas extractivas que vienen de gobiernos anteriores (progresistas), explica ahora la emergencia de gobiernos y tendencias larvadas en nuestras sociedades que viran hacia la extrema derecha”.

 

La actividad organizada por el Observatorio de Conflictos Ambientales (OLCA) y el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL), convocó a dirigentes sociales, estudiantes, académicos y numeroso público juvenil. Esta es parte de una semana de actividades en torno a este tema que culmina este jueves con un foro de discusión en la Universidad de Chile.

 

Atención a la construcción de sentido común y de noticias

 

En el lanzamiento del libro realizado este lunes en Santiago, el periodista y director de la Radio Universidad de Chile, Patricio López, señaló que el dinero de los proyectos extractivistas muchas veces es el mismo que financia a los grandes medios de comunicación. Y alertó que hay que tomar atención acerca del “modo como se construye sentido común, y como se construyen las noticias”, especialmente en estos tiempos en que están ocurriendo “decisiones estructurales que impactarán por muchas décadas” a las sociedades.

 

El periodista advirtió que “hay que mirar las noticias como un patrón”, refiriéndose a los temas forestales, mineros, pesqueros, donde las noticias son presentadas de una misma forma. “Si logramos ver eso, lograremos hacer alianzas con mayor capacidad política”, para enfrentar las amenazas extractivistas.

 

Se preguntó además ¿por qué solo hay prensa para el caso Lava Jato de Brasil, si lo ocurrido con SQM en Chile, es lo mismo…? Ante esto, sentenció que “Chile no está libre de corrupción”.

 

La corrupción intenta ampliar lo A-legal

 

Por su parte la docente del Centro de Economía y Políticas Sociales de la Universidad Mayor e investigadora del Centro de estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), Mayarí Castillo, afirmó que “este libro le pone nombre a algo largamente intuido, la ‘Corrupción y extractivismo’”. Luego de esto, valoró “el análisis acerca de cómo se estructura la corrupción”, en una trama donde se encuentran empresas, ejecutores, investigadores y Estado, entre otros. Castillo lanzó la preocupación, además, respecto del “conocimiento experto, que legitima redes de corrupción y extractivismo”.

 

La académica también valoró la sección del libro de Eduardo Gudynas que trata sobre lo “alegal, terreno oscuro y amplio, una zona gris”, y que de forma alarmante existen “actores que presionan para que esas zonas no se normen”.

 

Mayarí Castillo también llamó la atención que en estas prácticas de corrupción y extractivismo están involucradas personas de la “élite, el Estado y las Transnacionales extractivas” que se pasean de un puesto a otro en estos sectores, y que esta situación “hay que revisarla y poner en el debate”, ya que esto es una cuestión de preocupación del mundo político, una preocupación de “lo público”.

 

Frente a esta situación la investigadora preguntó: “¿qué estamos construyendo en común?”, como una forma de activar el diálogo ciudadano y las acciones públicas frente al flagelo de la corrupción y el extractivismo.

 

Ley de Pesca, el gran robo del Siglo

 

Por su parte el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, ejemplificó varias partes del libro con lo ocurrido con la aprobación de la Ley de Pesca en Chile, la que privatizó de manera gratuita las pesquerías nacionales y se las entregó a siete grandes familias de industriales.

 

Cárdenas aseguró que “esta ley es la más cuestionada y el ícono de la corrupción, pero además es el mayor robo del patrimonio nacional después de la dictadura”. Precisó que la Pesca “era el único sector de la economía chilena que la dictadura no pudo privatizar, paradojalmente lo hicieron los gobiernos post militares…”.

El director de Ecoceanos.cl agregó que este “modelo chileno de administración pesquera está siendo promocionado como un ejemplo para los países de América Latina, con lo cual Chile continúa siendo un laboratorio para políticas neoliberales y extractivistas” y que la pregunta es por qué organismos internacionales como FAO y el Banco Mundial están promoviendo este modelo pesquero.

 

No hay extractivismo bueno

 

Al finalizar el encuentro, Eduardo Gudynas tomó la palabra y precisó que "ha habido decenas de denuncias de la sociedad civil, pero las estructuras del Estado, sean el poder judicial o las organizaciones político partidarias, las ignoraban, pero también buena parte de la Academia. Era un mundo para detectives privados. Sin embargo cuando uno comienza a evaluar la información a nivel global, se encuentra que para la OCDE la primera causa de corrupción en la inversión extranjera de las empresas asentadas en los países de la OCDE en el extranjero, la primera causa está relacionada a los extractivismo, no es en el sector financiero ni en el bancario, es en el Extractivismo".

 

Gudynas afirmó también que la corrupción existe en espacios legales, pero también alegales. “La corrupción trata de ampliar la alegalidad”, entonces ahora “que se cumpla la Lay, ya no basta”.

 

Afirmó además que en todos los países existe este vínculo de corrupción y extractivismo, no importando el régimen político de izquierda o derecha y que esta situación involucra a altos actores, pero también a dirigentes locales.

 

A modo de conclusión y propuesta Gudynas planteó que la forma para “atacar al extractivismo es NO más extractivismo. (…) no hay extractivismo bueno”, entonces hay que “potenciar el debate ciudadano acerca de que vivir sin extractivismo, es posible

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