Diciembre 6, 2024

Dispositivos para la red de datos: nuestras armas cargadas de futuro

La inoculación del miedo. La extensión de las disciplinas. La crimina lización de la protesta. La culpa bilización del deseo. Nos ponen en el blanco para ser ajusticiados, porque no aceptamos calladitos ser destinados al sacrificio. Y eso es ejemplar, se multiplica, atemoriza. Una maquinaria precisa de producción de escenas está en juego. Conocen el orden de la ficción y la ficción del orden. Tienen gerentes de contenido y fábricas de enunciados.”.

 

 

La disputa por el control del flujo de información y de las tecnologías de informática y comunicaciones (TICs) es la clave del poder en este presente.

 

En este contexto, la Tecnopolítica potencia las multitudes conectadas y configura sistemas en redes como un nuevo paradigma de la política distribuida mediante dispositivos que se conectan a Internet utilizando aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter y Webs, entre otras. Las redes sociales pueden extender las calles y sus manifestaciones, las plazas y los participantes pueden extenderse por las redes en un moebius constante.

 

Las instituciones, y sobre todo los partidos políticos, se ven sacudidas por los ciudadanos que participan de las redes sociales que configuran una sociedad en red con hábitos, reglas, valores quienes, mediante dispositivos como Celulares, Notebboks, Tables, etc. se conectan a redes de datos y emergen como consumidores y/o productores de contendidos sobre distintas experiencias de vida, y en muchos casos, cuestionar la forma de organizar el mundo.

 

La crisis del espacio público y de la unidereccionalidad de la comunicación, la función de control de la sociedad mediante medios de comunicación de masas (massmedia) dedicados a inyectar el miedo y el hastío social, se encuentra con la posibilidad de autonomía social y autoformación de una multitud conectada que aprende a compartir conocimiento y comunicarse. La subjetividad va desarrollando formas nuevas de acción colectiva basadas y mediadas en el uso político de las TICs, muchas veces desorganizada.

 

La Tecnopolítica no es algo puntual, es un marco de referencia para la producción y direccionamiento de contenidos y la autoorganización política en la sociedad red. La cultura internet y el desarrollo de subjetividades vinculada al devenir de la cultura ciborg y la transformación de nuestra cotidianidad vinculadas a la penetración de las TICs en nuestras vidas crean un ecosistema ideal para el desarrollo de la innovación, en la vida en general y en la acción política en particular.

 

La irrupción social está basada en “identidades colectivas en la red” que suponen una reorganización social a gran escala que parte de agrupaciones de individuos realizadas en función de intereses, gustos, deseos y proyectos con independencia de su ubicación física; como sostienen Howard Rheingold en Multitudes Inteligentes y Manuel Castell en Comunicación y Poder.

 

Podemos decir que la Tecnopolítica es la maduración de la multitud digital para la autonomía social, en una subjetivación política subterránea que recorre la sociedad y se va conformando y creciendo a lo largo de un planeta cada vez más interconectado. Es cada vez más una tendencia de la subjetividad política en la sociedad conectada.

 

Este proceso, aunque singular, no carece totalmente de antecedentes. En la primera década del siglo XXI, hemos visto numerosos procesos de acción colectiva en los que las tecnologías de la comunicación jugaron un papel relevante. Desde el movimiento contra la globalización corporativa (https://www.computerworld.es/economia-digital/el-movimiento-antiglobalizacion-se-organiza-tambien-desde-internet) pasando por “la emergencia de la noche de los mensajes” en marzo de 2004 (www.radiocable.com/la-noche-de-los-mensajes-cortos.html) , hasta llegar al 15M ( http://www.movimiento15m.org/ ) , muestran las movilizaciones sociales mediadas por las TICs desde diferentes perspectivas.

 

Es necesario, y a la luz de las elecciones en Brasil, que las organizaciones políticas emancipadoras integren la plataforma de internet como espacio público para el debate y las propuestas políticas de la ciudadanía. Este nuevo terreno se define por la posibilidad de intervenir en el espacio público a través de redes de comunicación horizontal y multinodal, lo que representa una alternativa integradora a los tradicionales medios de comunicación de masas y acciones públicas con presencia física.

 

Las redes sociales pueden definirse como un conjunto de nodos, en ocasiones heterogéneos, con altos índices de conectividad, robustez y reciprocidad, cuya estructura es abierta y policéntrica.

 

El concepto de “multitud conectada” puede definirse inicialmente como la capacidad de conectar, agrupar y sincronizar, a través de dispositivos TICs y en torno a objetivos, los cerebros y cuerpos de un gran número de sujetos en secuencias de tiempo, espacio, emociones, comportamiento y lenguajes.

 

La Tecnopolítica es la reapropiación de las herramientas de software (App) y de los espacios digitales, el análisis y la segmentación de los datos para construir contenidos orientados a estados de ánimos y nociones comunes necesarias para empoderarse. Es posibilitar comportamientos colectivos en el espacio urbano que lleven a tomar las riendas de los asuntos comunes, también como vemos cotidianamente, se puede inocular el odio y promover el enfrentamiento de intereses sociales comunes.

 

Comprender cómo destrabar el bloqueo de los medios de comunicación de masas, cómo poder construir una enunciación colectiva veraz que cuestione la unicidad de los grandes medios e instituciones y pueda establecer nuevas visiones sociales como fuentes de verdad y legitimidad, demanda diseñar y explorar nuevas formas de organización específica para objetivos concretos, en definitiva, cómo construir identidades-nodos y redes que puedan ir afirmándose frente a las redes de poder hegemónicas asumiendo que las TICs están en una evolución y experimentación continua.

 

Los teléfonos Smartphone han sido un elemento característico e importante de comunicación, coordinación y acción en la experiencia española del 15M en cuanto a multitud conectada e inteligente, ya que ha permitido llevar internet en la propia movilidad del movimiento y conectar terminales del sistema red.

 

La estructura digital de la red tiene forma de sistema de identidades colectivas en red que generan un enorme espacio de participación online, que muestran una centralidad de las redes digitales en la organización y comunicación del movimiento. Estas identidades colectivas se construyen en relación a la retroalimentación e interacción con el medio.

 

La construcción de las identidades colectivas digitales es el arte de la invención a través de una web, canales de difusión y la construcción de tu comunidad, de una forma distintiva con la que te manifiestas o expresas.

 

Permite construir un lugar específico desde el que intervenir, según nuestros objetivos. Cualquier identidad colectiva que puede, se expande en el ciberterritorio y tiene consecuencias sociales en la producción de comunidades más influyentes. Estas identidades pueden ser capaces de lanzar campañas, acciones o procesos para la transformación de la mente y la movilización de los cuerpos y las mentes.

 

El sostenimiento cotidiano de la estructura de comunicación y trabajo online de una identidad colectiva digital precisa de personas. Al estallar las identidades colectivas en el evento, también han estallado las personas o figuras como los gestores de la comunidad (comunity manager). Nombre que recibe la función de la persona asignada para gestionar la o las comunidades e identidades. Los comunity manager desarrollan estrategias orientadas a hacer crecer las comunidades, consolidar las identidades colectivas del evento en la red y mejorar las formas de comunicación y de campaña. Sus tareas pasan por poder activar, cuidar, cooperar, preguntar, extender la comunidad que sigue a tu identidad colectiva en cuestión. La interacción con su comunidad y la retroalimentación con ella, dan sentido y soporte a lo que hacen.

 

La producción y gestión en redes sociales es posible, a bajos costos, contando con saberes, agilidades e inteligencias que circulan en la sociedad. Detectar identidades colectivas “madres”, o raíces, permite identificar el primer nodo central. El mismo, puedo pertenecer a una comuna, ciudad y por su consistencia o potencia, pueden extenderse o extrapolarse (viralizarse) a otras ciudades con mucha facilidad, extendiéndose por el territorio a partir del trabajo central realizado por el nodo más consolidado. Ejemplos evidentes de esto son la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que empezó en Barcelona y que tras el 15M se extendió por un efecto contagio a una cantidad enorme de ciudades, o los iaioflautas http://www.iaioflautas.org , que, tras nacer en Barcelona, después de cerca de un año de acciones, actualmente están en más de diez ciudades del estado.

 

La dimensión creciente de la Tecnopolítica se alcanza en la medida de la energía de las personas que conforman la red, son capaces de generar para una acción colectiva. Primero se visualiza y se lanza una idea de acción colectiva, se hace el trabajo de extenderla, se cree colectivamente en algo que se está creando y adquiere vida en la medida que la interacción social se lo apropia.

 

“No llores por mí Argentina…”

 

 

Argentina es considerado uno de los países latinos con grandes avances y consumo de las TICs. La población actual la conformamos 44.48 millones de personas. El 78 por ciento de la población, 34.79 millones accede a la red Internet. De ese 78 por ciento de la población, el 76 por ciento (34 millones de personas) son participantes activos en las redes o medios sociales siempre conectados.

 

El 66 por ciento de la población, tiene acceso a dispositivos móviles (29.3 millones), no obstante hay unos 30 millones de usuarios que acceden desde dispositivos móviles a sus respectivas comunidades digitales.