Diciembre 10, 2024

Con una jornada de memoria viva se conmemoraron los 53 años del MIR en San Antonio

En la localidad de San Antonio un grupo de ex militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, realizaron el día martes 14 de agosto una jornada enmarcada en la conmemoración de los 53 años de la fundación del MIR, en memoria de los compañeros Ceferino Santis, Florindo Vidal, Gustavo Farías y Luis Norambuena.

 

Las actividades se iniciaron a las 11 de la mañana con una romería en el mar, la que partió desde Caleta Puertecito.

Mientras se congregaban decenas de manifestantes en el muelle portando banderas rojinegras, claveles y una corona de flores para embarcarse en un bote, conversé con algunas compañeras y compañeros, como también con familiares para conocer parte de la historia de los homenajeados.

¿Cuándo supieron en forma cierta que los habían lanzado al mar?

“Nosotros sospechábamos que había sido así, pero hace poco, el mecánico del helicóptero que los llevó confesó en el proceso que los habían lanzado al mar. Él nos da la certeza de lo que sospechábamos, y no apareció ninguno, excepto Florindo Vidal, que aparece en la desembocadura del rio Rapel, a 50 kilómetros de acá. Esto fue en la investigación del Ministro Arancibia, que los procesó hace unos cuatro meses atrás.”

 

¿Qué se determinó en el proceso?

“A los  cuerpos compañeros los sacaron del Campo de Concentración de Santo Domingo, los llevaros a la cancha de golf y desde allí zarpó el helicóptero para tirarlos al mar. Fue un trabajo largo y acucioso del Ministro Arancibia. Esos fueron los primeros vuelos, porque después arman un helipuerto en Santo Domingo. También en el caso de la Operación Colombo, el Ministro Crisosto determinó que el último paradero de los compañeros fue Santo Domingo.”

¿Han podido obtener otros antecedentes?

“Acá en San Antonio hay rieles, que están identificados, y uno de estos se les entregó a Investigaciones. Hace más de un año que se le entregó todos los datos y no ha pasado nada. Un buzo encontró 13 rieles a las afueras de Santo Domingo, pero esos siguen en el fondo del mar, no ha pasado nada todavía. También hay datos de más rieles, pero no vale la pena entregárselos a Investigaciones, porque no hacen nada. Primero fuimos a la Subsecretaría de Derechos Humanos,  les entregamos los datos, ellos vinieron para acá, hablaron con el buzo, después el buzo se “cabrió”, porque nadie lo “infló”. Entonces vino y me entregó un riel en mis manos, que es una de las cosas más fuertes que me ha tocado vivir. Ese riel se lo entregué a Investigaciones. Los rieles están todos cortados de un mismo tamaño e incluso tienen las marcas de los alambres, porque esa parte está corroída. Después sacan al Ministro Crisosto de la investigación y él era quien tenía el cuadernillo de Rocas de Santo Domingo. Nombran a una Jueza y ahí se entrampó el proceso.”

En una crónica de Luis Narváes, en el diario digital El Dínamo, del 18 de mayo de 2018, se da cuenta del relato entregado por el mecánico del helicóptero militar en el proceso seguido por el Juez Arancibia, en el cual se consigna que Ceferino Santis, Luis Norambuena y Gustavo Farías fueron lanzados vivos al mar desde el helicóptero, vendados y amarrados, después de que la aeronave se internó durante 20 minutos hacia mar abierto. Algunos de los extractos del relato consignado en El Dínamo dicen textualmente:

“Al subir a la aeronave me encontré en el piso con tres personas vivas, que estaban atadas de pies y manos y con la vista vendada. Recuerdo que los tres sujetos eran varones. El primero de estos era un señor adulto de pelo canoso, de 45 a 55 años, de contextura gruesa. La segunda persona era más joven, era de tez morena. Calculo que debió tener entre 30 y 40 años, y la tercera persona la recuerdo como de 25 a 30 años, tez morena, delgado”(…) “Las personas iban amarradas de pies y manos y con los ojos vendados y con un pedazo de fierro amarrado a los pies, por lo que nunca escuché sus voces”(…) “Quiero hacer presente que el oficial de Ejército que lanzó a las personas que se encontraban amarradas, vendadas y vivas, dentro del helicóptero, me parece que correspondería a Miguel Krassnoff”

 

 

 

También, antes de embarcarnos, conversé con Antonieta Santis, hija del compañero Ceferino Santis, formulándole algunas preguntas.

¿Me podrías hablar de la actividad que se llevará a cabo?

“Nosotros hoy día estamos conmemorando una fecha y tratando que él tenga un funeral como corresponde, como lo hubiera esperado cualquier persona, pero como él no está, está desaparecido, hacemos algo simbólico en el mar. Pero hasta que los culpables no estén en la cárcel mi Papá no descansará en paz.”

¿Qué edad tenias cuando se llevaron detenido a tu padre y luego lo hicieron desaparecer?

“El 5 de octubre el desapareció y yo cumplí 2 años el 6 de octubre de 1974. Mi hermano que está allí tenía 5 años en ese entonces.”

¿Cuándo supieron, con certeza, del destino de tu Papá?

“En los días siguientes de cuando mi Mamá lo fue a visitar y el no llegó a la visita, entonces empezó a preguntar y los guardias le dijeron “se debe haber ido con otra mujer si no llegó a su casa, nosotros lo soltamos”. Ahí supimos que lo habían asesinado.”

 

 

¿Pero cuándo supieron que su cuerpo había sido lanzado al mar?

“Bueno, fue con el juicio que lleva el Ministro Arancibia y se supone que ahí están los culpables también.”

Interviene el marido  de Antonieta para manifestar  “Es necesario recalcar que los tres compañeros, Seferino Santis, Norambuena y Farías, son los primeros que son lanzados al mar en estos vuelos de la muerte. Con ellos comenzó lo que después se llamó la Caravana de la Muerte. Es decir de aquí partieron después los vuelos hacia el norte. Es importante ver dónde partió esto. Aquí partió todo,  en San Antonio, y con estos compañeros precisamente. Acá también partió la escuela de la DINA y entrenaron a  los torturadores. La idea de nosotros es seguir luchando hasta obtener verdad y justicia.”

Conversando con el otro hijo del compañero Seferino Santis, Juan, quien tenía 5 años cuando su Padre desapareció, visiblemente emocionado solo comentó que“estaba muy contento de poder participar de este hermoso homenaje y se encontraba esperanzado porque algo estaba saliendo finalmente a la luz.”

 

Pero, ¿quiénes eran estos compañeros?                                                                                                           En las páginas Memoria Viva y Archivo Chile se puede obtener información al respecto. Desde allí tomé textualmente algunos datos:

“Ceferino del Carmen Santis Quijada, casado, 2 hijos, Presidente del Sindicato de Obreros de Industrias Rayonhil, militante del MIR, fue detenido el 12 de septiembre de 1973, alrededor de las 21.30 horas, en su domicilio de Llo-Lleo, en presencia de su esposa e hijos pequeños, por una patrulla militar que se movilizaba en un camión (…)”

“Gustavo Manuel Farías Vargas, soltero, recaudador de Obras Sanitarias de San Antonio, militante del MIR, fue detenido por una patrulla militar en el domicilio de su hermana Isabel Farías Vargas ubicado en la población Santa Luisa de Quilicura, Santiago, el 24 de septiembre de 1973 (…)Gustavo Farías fue visto por numerosos testigos en el Regimiento de Tejas Verdes, cuyo Comandante era el entonces Coronel Manuel Contreras Sepúlveda, desde donde desapareció el 5 de octubre de 1973 junto a otros cinco detenidos: Víctor Fernando Mesina Araya, Jorge Luis Ojeda Jara, Ceferino Santis Quijada, Luis Fernando Norambuena Fernandois y Florindo Alex Vidal Hinojhosa, de 25 años al momento de su detención, era funcionario de Vialidad. El cadáver de este último fue encontrado el 17 de octubre de 1973 en la desembocadura del río Rapel, siendo el único reconocido y entregado a sus familiares (…)”

“Luis Fernando Norambuena Fernandois, casado, padre de un hijo, trabajador de ESSO, Regidor por San Antonio, miembro del Comité Central de Partido Socialista, fue detenido el día 14 de septiembre de 1973.”

 

En una pequeño bote, nos embarcaron en Caleta Puertecito para dirigirnos hasta las inmediaciones de la boya ubicada frente a dicho sector, lugar donde se realizó una ceremonia  que contó con la participación de un sacerdote de origen vasco, quien resaltó la importancia del respeto irrestricto a los derechos humanos, manifestando, además, que los compañeros homenajeados buscaban una vida mejor para todos. “Hoy es necesario que todas las personas puedan tener una educación y una salud de calidad, un techo digno donde vivir, y una jubilación digna, que sea jubilosa, pues la palabra jubilación deriva de júbilo”, expresó.

Los familiares, compañeras y compañeros presentes, procedieron a lanzar al mar una pequeña ofrenda floral y  claveles rojos, los cuales, mecidos suavemente por las aguas del océano, flotaron libres bajo los reflejos plateados del sol, como un luminoso y silencioso canto a la vida en homenaje a Ceferino Santis, Gustavo Farías, Luis Norambuena y Florindo Vidal.

 

Luego de esta emotiva romería, las y los asistentes a esta jornada de memoria viva nos desplazamos hasta el sector de la “Boca del rio Maipo”, en la localidad Llolleo, para inaugurar un Memorial en homenaje a los cuatro militantes asesinados, instalado sobre las rocas ubicadas a orillas del estuario. Desde un pequeño equipo musical se pudo escuchar el himno “Trabajadores al Poder”, dando así  inicio a esta segunda actividad.

 

 

Cosme Caracciolo, Pescador Artesanal, ex militante del MIR, y uno de los organizadores  de esta jornada conmemorativa, hizo uso de la palabra para manifestar:

“Esta actividad la estamos realizando por la memoria de los compañeros. No es un tema de seguir llorando, de seguir lamentando la muerte, porque los compañeros estaban luchando por la vida. El Chefo Santis, Gustavo Farías, el Alex Vidal , que eran militantes del MIR, y el compañero Norambuena que siempre estuvo muy cercano al MIR.                                                                              Este lugar del Memorial es un lugar emblemático, porque allá al frente está Rocas de Santo Domingo, donde estaba el campo de concentración; un poco más allá estaba el casino de oficiales de Tejas Verdes, que era un centro de tortura.                                                                                      Además este es un lugar en donde los compañeros pueden seguir luchando junto a los pobladores de San Antonio, porque estos terrenos la Empresa Portuaria los quiere expropiar para su mega puerto. Los compañeros están acá, este es su espacio y tenemos que defenderlo.                                  A ellos los asesinaron porque eran un peligro para el capitalismo y el modelo neoliberal que después se impuso, ya que ellos planteaban un modelo de sociedad socialista.                                   Entonces lo que tenemos que recuperar es la Memoria Histórica del Proyecto Socialista.              

 

Por eso hay que tomar el ejemplo de estos compañeros, ellos construyeron Partido, construyeron patria, buscaron construir una sociedad justa, trabajaron por una sociedad distinta y por eso el fascismo los asesinó. Este lugar, este Memorial, tenemos que cuidarlo entre todos.                             El mejor homenaje que le podemos hacer a estos compañeros es rescatar su legado político, su proyecto político. En eso tenemos que ser fuertes y trabajar por eso, por una sociedad distinta, por una sociedad socialista.”

Posteriormente nos dirigimos hasta la sede del Sindicato de la Construcción para compartir un almuerzo, luego del cual se presentó la Compañía de Teatro “Alegría” de Villa Alemana, con la obre de Juan Radrigán “El Loco y la Triste”.

Las actividades conmemorativas concluyeron con un conversatorio  y el lanzamiento del libro “Lo llamaban Comandante Pepe”, del escritor valdiviano Rubén González Lefno.

Esta extensa y emotiva jornada de conmemoración rojinegra, es un hermoso ejemplo de que, más allá de los recuerdos y consignas, el homenaje a las y  los militantes caídos se puede transformar en acción viva de recuperación de sus ejemplos de lucha y de rescate de la Memoria Histórica Popular.

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 15 de agosto 2018

 

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