Diciembre 6, 2024

Empresarios chilenos crean bolsas hidrosolubles con tecnología china

Con apoyo de tecnología china, una empresa chilena creó bolsas "no plásticas" que se disuelven en agua, gracias a su fórmula a base de hidrógeno, carbono y un polímero sintético que no contamina el ecosistema y que se produce a un precio "muy competitivo", según mostraron hoy en una conferencia de prensa los responsables de la marca Solubag.

 

 

Esta bolsa biodegradable cumple con las mismas características de una plástica y son muy parecidas a simple vista, sin embargo se fabrica con un componente que se extrae del gas natural (alcohol polivinílico), carbono e hidrógeno, que al ser sumergido en agua se desintegra.

"Hemos trabajado con nuestro partner (socio) de China, con el cual hemos patentado la materia prima o el producto base, y a su vez el modelo de utilidad. Los distintos tipos de bolsas para proteger nuestra idea y el concepto que viene detrás que es la hidrosolubilidad", dijo a Xinhua Roberto Astete, gerente general de la empresa chilena Solubag, después de la conferencia.

"Hoy en el mundo tenemos un problema serio con los residuos de bolsas plásticas en mares y ríos", señaló Astete.

"La gran diferencia es que el plástico se demora 500 años en desaparecer y nuestras bolsas solo 5 minutos", dijeron los ejecutivos chilenos.

Hace cuatro años que Astete y Cristián Olivares, su socio, empezaron a buscar este material, al tratar de imitar la típica bolsa plástica de supermercado, pero que desaparece inmediatamente al entrar en contacto con el agua fría, sin alterar su potabilidad.

El proceso de experimentación partió hace años y fue llevado a cabo durante meses en la provincia de Guangdong, ubicada en el sur de China y reconocida por sus avances tecnológicos, de manos de la empresa china Polye Materials, donde Astete ya tenía contactos.

"Es una de las primeras compañías que produce estos materiales hidrosolubles para bolsas plásticas de compras u otros empaques. Ahora el precio de nuestras bolsas es el menor, por lo que pensamos que nuestro material es el más adecuado para las bolsas de supermercados", aseguró la representante de Polye Materials a Xinhua, Lydia Li.

Realizar la prueba de compuestos e ingredientes permitió a los ideólogos de Solubag reducir hasta en cinco veces el coste de producción en los últimos años, lo que les abrió la posibilidad de ingresar al mercado "a un precio competitivo".

La firma chilena, que cuenta con doble patente, ya mantiene conversaciones con dos grandes cadenas de supermercados de Latinoamérica para comenzar su producción a gran escala.

Una bolsa textil reutilizable y soluble en agua caliente también es otra de las innovaciones de la compañía, que espera producir un flujo de 250.000 de estos ejemplares al día para alimentar la demanda de futuros clientes.

Los investigadores detallaron que algunos de sus inventos ya son utilizados en Chile, como los rollos de tela para camillas hospitalarias, mientras experimentan para crear otros utensilios cotidianos que reemplacen los tenedores, cuchillos y vasos hechos de plástico.

Chile es uno de los países que busca activamente disminuir el impacto de los residuos plásticos en el medio ambiente y se convertirá en el primero de Latinoamérica en prohibir el uso de bolsas de este material en todo el comercio local, después de que el Congreso aprobara un proyecto de ley en la materia el pasado 30 de mayo.

Esta iniciativa permitirá sacar de circulación más de 3 millones de bolsas plásticas, con multas que alcanzarían los 230.000 pesos.

De acuerdo a la Asociación de Industrias del Plástico, en el país sudamericano se utilizan más de 3.400 millones de bolsas plásticas al año, lo que equivale a 200 por persona.

Estudios han comprobado además que millones de aves mueren por la ingesta de plástico anualmente y que algunos animales, como las tortugas, no distinguen entre una bolsa plástica y una medusa, por lo que este material tóxico ha pasado a ser parte de su cadena alimenticia.

Científicos han comprobado que el mismo plástico utilizado en envases y bolsas ya es consumido por el ser humano a través de la sal de mesa, y que los residuos contaminantes podrían superar ampliamente la cantidad de peces que hay en el mar en el año 2050.

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