Diciembre 11, 2024

Colegio de Periodistas aboga por menos concentración y trabajo digno en día de la #LibertadDePrensa

En el contexto de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la presidenta del Colegio de Periodistas de Chile, Margarita Pastene, participó este martes 2 del seminario “Pluralismo informativo, periodismo y medios de comunicación en la era digital”, oportunidad en que se refirió a la urgencia de democratizar el sistema de medial chileno, aludiendo claramente a la concentración económica y editorial que afecta a la prensa nacional.

La actividad fue convocada la UNESCO Santiago, con la colaboración de la orden gremial, la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones y el Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y la Comisión  Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT).

Cabe recordar que el 3 de mayo fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Mundial de la Libertad de Prensa, en 1993, con el propósito fomentar y desarrollar iniciativas en favor de la libertad de prensa, recordándole a los gobiernos de la necesidad de respetar su compromiso con el derecho a la comunicación y profundizar la reflexión entre los profesionales de los medios sobre temas de libertad de expresión y ética profesional.

Durante su intervención, Margarita Pastene hizo hincapié en la necesidad de contar con una nueva Constitución para el país, en donde se consagre el derecho a la comunicación, la plena libertad de expresión y de prensa, además de garantizar en un marco legal los espacios para medios públicos, privados y comunitarios.  También lamentó la notoria precariedad laboral que existe hoy en Chile y criticó las últimas desvinculaciones que han afectado a medios de comunicación nacionales.

El seminario contó también con la participación de destacados conferencistas, como Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago);  la periodista Beatriz Sánchez; la directora del ICEI de la Universidad de Chile y premio nacional de Periodismo 2009, María Olivia Mönckeberg; y Faride Zerán, vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Periodismo 2007, entre otros reconocidos profesionales de la comunicación.

 

 

A continuación el discurso de Margarita Pastene por el Día Mundial de la Libertad de Prensa

POR LA DEFENSA DE LA LIBERTAD DE EXPRESION 

De acuerdo a los principios que sustenta el Colegio de Periodistas de Chile, como la promoción de la comunicación y defensa de la plena libertad de expresión, de prensa y de información, en el marco del respeto integral de los derechos humanos,  me permito señalar hoy, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que nuestro país requiere con urgencia democratizar el sistema medial chileno y que el Estado debe garantizar a nuestra sociedad el derecho humano a la comunicación, a fin  de tener la posibilidad real de poner  frenos y contrapesos al poder.

No se puede construir una sociedad democrática, ni sostener ideales republicanos, si se mantiene la situación que limita hoy la libertad de expresión y de prensa, con espacios restringidos para valiosas iniciativas comunicacionales que han tenido que sucumbir en tiempos neoliberales. 

Lo que hemos venido pidiendo desde hace décadas, lo reiteramos hoy con la convicción y compromiso de lograr una nueva Constitución para Chile y en ella dejar consagrado el Derecho a la Comunicación, asociado, por cierto, a la plena libertad de expresión y libertad de prensa. 

Necesitamos garantizar con un marco legal, los espacios para medios públicos, privados y comunitarios, y poniendo límite a la concentración económica e ideológica de medios en Chile. 
Nuestra preocupación no es nueva. En marzo de 1993, cuando recién transitábamos por el pedregoso camino hacia una democracia tutelada, el Colegio advertía que “para la existencia de una auténtica libertad de prensa, de consiguiente, de expresión”, era necesario establecer normas antimonopólicas para limitar la enorme concentración en la propiedad de los medios de comunicación. 

En ese sentido, el Estado chileno no ha tenido la capacidad, ni los gobiernos la voluntad política para frenar esta intolerable situación. Por el contrario, la han fomentado y sostenido, mediante el respaldo directo que otorgan  a los grandes consorcios informativos, a través de recursos públicos destinados  a la publicidad de programas y políticas públicas.  

Así, la mercantilización neoliberal y un Estado alejado de la sociedad civil, han generado condiciones adversas para el pluralismo informativo. El reciente cierre de la  Revista Punto Final , no solo es un eslabón más de la cadena de clausuras de medios de comunicación en democracia, sino que es un estremecedor llamado de alerta acerca de la relación entre medios de comunicación, sociedad civil y Estado, en medio del entramado que les urde el mercado. Esto ha sido una derrota para el país y para quienes deben velar por el pluralismo informativo y la libertad de expresión. 

La concentración de la propiedad de los medios, no es un hecho fortuito, sino que responde a estrategias de desarrollo capitalista y, por lo tanto, algo no está resuelto aún en cuanto la cuestiones fundamentales para la consolidación de la democracia: está en juego la esencia de ella, es decir la libertad de prensa, el derecho a la comunicación.

En reiteradas ocasiones, hemos expuesto a las autoridades gubernamentales esta realidad, sin que hayamos logrados revertir esta situación que ha dejado en la total indefensión a los medios independientes locales y regionales, que deben hacer frente a situaciones de total inequidad al momento de competir por esos recursos, ya que las agencias publicitarias simplemente no les consideran viables, ni les incorporan en los planes de medios para las instituciones públicas.  

El llamado Fondo de Medios, consignado en la actual Ley de Prensa, iniciativa promovida desde el Colegio de Periodistas, hace 16 años, tampoco ha resuelto el problema, porque es un paliativo insignificante, en relación al daño que significa para nuestra convivencia democrática, la  concentración económica y editorial de los medios en Chile, que se traduce en la participación de unos pocos operadores nacionales e internacionales en el mercado medial. 

La mayor preocupación del Colegio de Periodistas de Chile, es la concentración de la propiedad de los medios porque ello arrastra además otros aspectos, que para nosotros, significan una deuda pendiente. No hemos podido asegurar a la ciudadanía una oferta informativa que responda a los valores de los principios democráticos,  ni ampliar el pluralismo informativo, a pesar de la era digital,  y de tener la certeza de que sí podemos mantener a raya al poder. 

La concentración económica de los medios en nuestro país, y a propósito de la conmemoración este Primero de Mayo del Día Internacional de Trabajadores y trabajadoras, ha tenido como consecuencia, por ejemplo,  la  creciente precariedad laboral en los medios y en el área de las comunicaciones: me refiero a salarios injustos, horas excesivas de trabajo, contratos a honorarios que en nada garantizan la estabilidad laboral, vulneración reiterada de puesto de trabajo  que debieran ocupar periodistas profesionales, además de prácticas impunes de acoso laboral que sufren a diario nuestras y nuestros colegas.

Nuestros propios estatutos nos mandatan a “promover la racionalización, desarrollo y protección de la profesión de periodista y velar por su regular y correcto ejercicio, en defensa de su dignidad” y es por ello que debemos unir fuerzas con los sindicatos de medios y con las organizaciones sindicales del sector público, ya que con preocupación vemos cómo los y las dirigentes asumen una dura cruzada para  proteger los derechos laborales de trabajadoras y trabajadores de la prensa y la comunicación. 

Los empresarios declaran, sin pudor, sentir “pena y dolor por las medidas” que deben tomar para superar las situaciones de crisis financiera y poder hacer viable sus empresas. Sin embargo, no han tenido la valentía, la franqueza y transparencia para, junto a trabajadores y trabajadoras, poder  enfrentar estas crisis. Por el contrario, les han dejado a su suerte, en total indefensión y en una incertidumbre laboral inaceptable.  Porque, a fin de cuentas, estas decisiones se adoptan en un intento por proteger sus propias utilidades, lo cual casi nunca está en discusión.

Otro tanto ha estado ocurriendo en el sector público. Trabajadores/as de profesión periodista han sido desvinculados/as en diversas reparticiones públicas, tanto a nivel nacional como en regiones, y a quienes no se les podría catalogar como personas de “confianza” del gobierno anterior. 

Es este el nivel de inseguridad laboral que aqueja hoy a la prensa chilena. Así se está vulnerando gravemente el derecho al trabajo, a la estabilidad laboral y se está jugando con el bienestar que merecen las familias de quienes están cumpliendo con lealtad y compromiso su labor en los medios de comunicación y en el sector público y privado. 

Pensamos que para que haya verdadera libertad de prensa, debemos promover y exigir para trabajadores y trabajadoras, un trabajo digno, salario justo, jornada de trabajo claramente establecida y acorde a la tarea que se deba cumplir, trato respetuoso, libre de discriminación y atropello, contrato seguro, ajustado a la ley y que no esconda subterfugios que vulneren la seguridad laboral e impida el derecho a la sindicalización. 

El Colegio de Periodistas tiene además el deber hoy de alertar sobre el modelo de externalización de funciones que se ha comenzado a instalar en algunos medios de comunicación en el país, situación que viene a ahondar y profundizar la grave precarización laboral que afecta, como he señalado, a nuestro sector. 

Es por ello que Chile requiere de una Ley de Medios que impida la concentración medial, fortalezca y garantice la existencia de medios públicos y comunitarios, asegure las libertades de expresión y prensa, el respeto irrestricto al derecho laboral y el acceso a la información de la ciudadanía, para contribuir a la conformación de una Nación verdaderamente democrática. 

Una de nuestras más significativas aspiraciones es lograr que Chile tenga confianza en sus periodistas y en la prensa, en general. Nos asiste la convicción que sólo el ejercicio de un periodismo ético y responsable, nos conducirá a una sociedad libre de odiosidades y suspicacias.

Es por ello que también urgente que se restituya la tuición ética a los colegios profesionales, de lo que fuimos despojados durante la dictadura cívico-militar y que en los años que han transcurrido de la reconstrucción democrática, no hemos logrado recuperar.  

Por el bien de la ciudadanía, por la sincera intención de avanzar hacia una sociedad más democrática, esperamos que el proyecto de ley que está aún estancado en el Congreso, se haga realidad y nos permita tener un marco legal para regular debida y oportunamente con sanciones éticas a quienes se aparten de su rol de informar con la verdad.  La experiencia vivida en nuestra historia reciente nos ha golpeado muy duro, en este sentido. 

Nos comprometemos, ante la ciudadanía, a redoblar los esfuerzos para informar con estricta vocación por la verdad, el respeto, la inclusión y eliminar todo vestigio de prácticas sexistas y discriminatorias. 

Santiago, 3 de mayo de 2018

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