Diciembre 6, 2024

El regalo de Navidad de PPK a Alberto Fujimori

El 24 de diciembre, precisamente el día de Navidad, el Presidente lobista de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, cumplió con la promesa, por una parte del inmoral trato con el hijo menor del dictador, Kinji Fujimori, de facilitar los diez votos necesarios  en el Congreso para evitar la vacancia en el cargo  de Presidente y, la segunda, el indulto por razones humanitarias, de Alberto Fujimori.

 

 

La fecha de indulto fue oportunamente elegida: el mismo día de Navidad y en una semana en que no se habla de política y el Congreso, por su parte, está en receso. Alberto Fujimori – al igual que Augusto Pinochet –  tiene la mala costumbre de internarse en la clínica cada vez que se presenta una  ventana abierta para su liberación.

Fijimori recibió la noticia de su indulto en el Hospital Japonés de Pueblo Nuevo, acompañado por sus hijos. A los 79 años, se supone, dados los distintos partes médicos, en los cuales se indica que sólo padece de arritmia cardíaca y de algunas enfermedades comunes a esa edad. La comisión médica que lo evaluó la encabezaba su propio doctor de cabecera que, por muy buen profesional que fuera, se inclinaría por favorecer a su paciente.

El indulto humanitario exige consultar a los familiares de las víctimas de La Cantuta y de Barrios Altos, por el terrorismo de Estado cometido durante la dictadura de Fujimori, que le valió una condena de 25 años de prisión.

El mismo día en que se conoció la noticia del indulto, los Organismos de derechos humanos de ese país llamaron a una manifestación, a realizarse en la Plaza San Martín, en Lima. A su vez, los partidarios de Fujimori se concentraron en las afueras del Hospital Japonés. El Perú está hoy más dividido que nunca, y amenaza con prolongar la crisis presidencial durante el año 2018.

Los congresales que no pertenecen a la fracción de Kinji Fijimori aducen no haber conocido el pacto espurio, lo que demuestra que o bien mentirosos, o cándidos o imbéciles – habría que haber tenido dos dedos de frente para ver que el hijo de Fujimori había pactado con PPK la liberación de su padre, y que Alberto Fujimori había llamado por teléfono, a uno por uno, para pedirles que votaran en contra de la vacancia y que, además su hijo Kinji se abrazaba con los congresistas oficialistas -, sobre todo los congresales del partido izquierdista Perú Posible, quienes se retiraron de la Sala justo antes de la votación, (los izquierdistas de Perú posible demostraron una estupidez supina), y los dos parlamentarios del APRA hicieron otro tanto. Con estos se hubiera completado los 87 exigidos para vacar en el cargo a PPK.

Los muy hipócritas del  Partido Perú Posible se muestran indignados por la amnistía concedida al tirano Fujimori y se atreven a llamar a sumarse a la manifestación, en la Plaza San Martín.

Como algunos electores son tontos, ingenuos y desmemoriados, olvidan que el lobista sinvergüenza, Kuczynski, que tuvo una muy baja votación en la primera vuelta, logró ganar en la segunda, gracias a su promesa de mantenerse firme en la no amnistía a Fujimori, con el apoyo de la izquierdista Verónica Mendoza.

Al menos, el Frente Amplio se mantuvo firme en la aprobación de la vacancia del Presidente lobista, al igual que tres restantes congresistas del APRA, sumado a la brillante intervención del parlamentario Víctor García Belaúnde.

La Comisión Lava Jato continuará, por su parte, en la investigación sobre cohecho de Presidente, parlamentarios y funcionarios públicos. El mismo PPK anunció su concurrencia ante esa Comisión pero, a lo mejor,  se mantendrá en secreto. Seguramente, en cuanto a Odebrecht,  aparecerán más pruebas que comprometen a los Presidentes de la República, pues el dueño de la empresa, Marcelo Odebrecht, no ha terminado de “cantar”, a cambio de que le mantengan la pena de prisión sólo domiciliaria, (que no se crea que ésta en una favela, sino en un verdadero resort, con cinco o seis piscinas y otros aderezos < ¿a quién no le gustaría gozar de unas vacaciones de prisión domiciliaria en estas condiciones?>).

Entre los siguientes candidatos a presos, en la larga lista de corruptos se encuentran Alán Gracía, Keiko Fujimomori y posiblemente, así sea al fin de su mandato, un juicio de residencia para PPK, pues en Perú no sólo existe la vacancia, sino también la acusación constitucional y el juicio de residencia.

Si se repitiera la pregunta, ¿cuándo se jodió el Perú? La respuesta obvia cuando eligieron a un Presidente lobista y amoral, (no sea que vaya a ocurrir lo mismo en una país con ventana al mar).

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

25/12/2017                       

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