Noviembre 15, 2024

Puigdemont llama a resistir el artículo 155 de forma democrática y pacífica

En sus primeras palabras públicas después de que el gobierno español, del derechista Mariano Rajoy, decretó la destitución del gobierno catalán al completo, el presidente catalán cesado, Carles Puigdemont, se negó a acatar la decisión emitida desde Madrid e hizo un llamado a sus seguidores para mantener una “resistencia pacífica”. Su objetivo, según él, es defender los votos del pasado 1 de octubre y las instituciones catalanas.

 

 

Las medidas adoptadas ayer fueron de proporciones históricas; por un lado en el Parlamento catalán, donde se declaró la independencia unilateral, y por otro en el Senado español, donde se aprobó la aplicación del artículo 155 de la Constitución, lo que dio facultades al gobierno español para controlar la autonomía catalana al completo.

Las primeras medidas adoptadas por Rajoy, después de un Consejo de Ministros extraordinario, fue el cese de sus responsabilidades al presidente catalán, el vicepresidente, Oriol Junqueras, y sus consejeros. Además anunció la extinción de las oficinas de la presidencia y vicepresidencia y del conjunto de las sedes exteriores del gobierno catalán -incluida la de México-, con la excepción de las que tienen en Bruselas y en Madrid.

Rajoy anunció también la disolución del Parlamento catalán y la convocatoria a elecciones autonómicas para el próximo 21 de diciembre.

Entre las primeras medidas adoptadas por el gobierno español, una vez que cada ministerio se hizo cargo de las respectivas carteras de la administración catalana, fue la destitución del mayor de los Mossos D´Esquadra, Josep Lluis Trapero, bajo el argumento de que enfrenta una querella judicial por el delito de “sedición”. Su remplazo en el cargo fue su mano derecha y segundo de abordo, Ferrán López, quien asumió el cargo a manos del ministro del Interior español, José Ignacio Zoido. Trapero asumió la decisión y se despidió de sus compañeros con una carta en la que les instó a acatar las nuevas autoridades emanadas de la intervención española.

El presidente catalán cesado actuó diferente. Puigdemont se negó a reconocer la autoridad y la legitimidad de la aplicación del artículo 155 de la Constitución y anunció que resistirá hasta el final.

“Nuestra voluntad es continuar trabajando para cumplir los mandatos democráticos y, al mismo tiempo, buscar la máxima estabilidad y tranquilidad”, ha reafirmado el expresidente, al tiempo que ha reclamado una “oposición democrática” a la aplicación del 155 en un mensaje grabado esta mañana desde Girona, donde reside.

Finalizó su intervención diciendo que “seguiremos trabajando para construir un país libre y para garantizar una sociedad que tenga menos injusticias, más igualdad, más solidaridad y más fraternidad con todos los pueblos del mundo, empezando por los pueblos de España. No tenemos ni queremos la razón de la fuerza. Nosotros no. Os lo pido convencido de que esta demanda es la que espera todo el mundo, también fuera de nuestro país”.

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