Diciembre 12, 2024

La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) ante el caos político, social y económico del país

La Asociación de Periodistas de Guatemala APG, lamenta la afrenta del sistema democrático del país y la cooptación del Estado por parte de las estructuras del crimen organizado, el narcotráfico, y la corrupción en toda su dimensión que incluye a los partidos políticos que, con el apoyo de un Congreso espurio, abre las puertas al financiamiento con dinero sucio, para los futuros procesos electorales. La cómplice y sospechosa celeridad con la que fueron presentadas dos reformas al Código penal para fortalecer la impunidad y la inmunidad mueve al repudio solidario y como periodistas alzamos nuestra voz de protesta por estos acontecimientos de un miércoles de vergüenza y luto, porque el crimen se quedará sin castigo, la corrupción no será perseguida.

 

 

Lo sucedido a lo interno de Organismo Legislativo, evidencia componendas a la espalda del pueblo de los desgastados partidos políticos, que en el Congreso urden los más nefastos acuerdos, para convertir la esperanza en una cruel pesadilla y una vergüenza en vez de construir un futuro de prosperidad. Aun en aquellos urgentes problemas nacionales los diputados no trabajaron con tanta rapidez como en esta ocasión en la que buscaban su propio bien, para seguir la ruta del Organismo Ejecutivo de dividir a la nación, de polarizar al país y dejar a más de 400 delitos entre ellos corrupción y extorsión para no ser sujetos de cárcel.

 

Los desaciertos de los tres organismos de Estado nos llevan aceleradamente al borde del abismo político, a un inminente estallido social con consecuencias imprevisibles, a un estado fallido que se quedó en lo inmerso de las carencias sociales, económicas y laborales de los guatemaltecos y permitió que la corrupción cobrará fuerza ciclónica, al extremo que ahora los diputados legislan para ellos mismos, para blindarse y evitar que el brazo de la justicia los alcance, entre el escándalo de las plazas fantasmas, de diputados díscolos, de las componendas, del saqueo de las finanzas entre sindicalistas y asesores con sueldos estratosféricos, mientras la gran mayoría de guatemaltecos muere por falta de salud y medicamentos, falta de trabajo, con todo el sistema vial destrozado, un sistema educativo  con carencias de edificios, maestros y pupitres, y  sin una política de Estado, para atender la primera infancia.

 

La violencia y las pandillas han invadido todos los terrenos de operatividad para delinquir, robando más que las pertenencias de los ciudadanos honrados su paz y tranquilidad. Sin caer en juicios paralelos esta reforma al código penal para permitir la libertad de aquellos que han sido sentenciados por los tribunales, que no sea pena de diez años o más, puedan quedar en libertad. Reformas dirigidas a un sector empoderado en el crimen, legislación con nombre y apellido.

 

El Organismo Judicial no queda exento de todos estos malabares de la inseguridad, la indiferencia, negligencia y fallos ajustados al interés de los que en lugar de tener penas son absueltos y convierten la justicia en injusticia. Otros no permanecen en prisiones de máxima seguridad sino son enviados a cuarteles militares donde gozan de prebendas que los coloca en una posición de ventaja y de lujos, sus defensores practican el litigio malicioso para entrampar los procesos y justificar los salarios que les pagan sus clientes.

 

Estamos frente a un estado fallido, de un presidente que gobierna para un grupúsculo y no a los guatemaltecos en general, a los que ve con desprecio al recibir 50 mil quetzales mensuales como Comandante General del Ejército por alto riesgo, si no estamos en guerra y no va al campo de batalla, batalla que eluden los militares que hoy le dan esa cantidad de dinero cuando nuestro territorio es invadido en la zona de adyacencia. Ese dinero debe llegar a educación, salud y seguridad.

 

APG exhorta al pueblo de Guatemala a permanecer unido ante la confrontación de Estado, rechazar componendas que vayan en su perjuicio y que se retome el estado de derecho donde la justicia, la equidad y el Estado campeen sobre la injusticia.

 

Dado en la Casa de la Libertad de Expresión, salón Miguel Ángel Asturias el 14 de septiembre de 2017.

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