Diciembre 2, 2024

Colchanderas revitalizan su artesanía gracias a proyecto de valorización patrimonial

El tradicional arte de trenzar pajas de trigo para confeccionar sombreros, joyas y utensilios, típico del Valle del Itata, se encuentra en proceso de rescate y valorización gracias a un proyecto de la Fundación para la Innovación Agraria  (FIA) y la Universidad de Chile, quienes apuestan por agregar valor por medio de la innovación.

 

 

Desde la introducción del trigo en nuestro país, hace 300 años, se convirtió en uno de los cultivos más importantes de nuestro territorio, vinculándose estrechamente con la cultura y la artesanía.

 

Así nace el oficio de las colchanderas o cuelcheras, hombres y mujeres que se dedican a la confección de distintos tipos de trenzados que se usan como materia prima de sombreros, bolsos, alfombras y artículos decorativos como joyas y accesorios para el hogar.

 

Desde tres hasta 16 hebras de paja pueden ser usadas en este tejido, cuya técnica se ha transmitido de generación en generación.

 

Actualmente, gracias a un proyecto de FIA, del Ministerio de Agricultura (Minagri) y de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, este oficio se abre un nuevo camino hacia la revalorización tras un trabajo diagnóstico donde se identificaron sus principales brechas de producción y comercialización, siendo presentado el miércoles 28 de junio en la localidad de Quirihue, con la presencia de autoridades regionales y las más de 40 mujeres beneficiarias de este proyecto.

 

Quirihue es una ciudad y comuna ubicada en la región de Ñuble. Situada a 72 kilómetros al noroeste de la capital regional, Chillán y a 398 kilómetros al sur de Santiago.

 

Durante la presentación, María José Etchegaray, directora ejecutiva de FIA, expresó que “este proyecto representa cabalmente la intención de la agencia de innovación respecto a la línea estratégica de rescate y valorización del patrimonio agroalimentario que promueve.

 

Este programa, topa en dos grandes brechas que constantemente se detectan en las comunidades productoras de artesanía. En primer lugar, las tradiciones se ven amenazadas por el poco interés que muestran las nuevas generaciones en aprender estos oficios y en segundo término, por la dificultad de introducirse en mercados donde la transacción se realice por el valor real de la artesanía, en su dimensión histórica, artística y cultural”.

 

 

“A partir de allí es que la agencia decide agregar valor a nuestras tradiciones por medio de la innovación. Se ha realizado un trabajo intenso a lo largo del país, ejecutando más de 50 proyectos que rescatan distintos productos y oficios relacionados al agro, que han demostrado ser un gran aporte para las comunidades, aportando al mejoramiento de su calidad de vida y también robusteciendo nuestras tradiciones”, añade María José Etchegaray

 

Los colchanderos y colchanderas aprenden este oficio siendo niños y localidades como Quirihue, se caracterizan por estar transversalmente influidas por esta práctica al igual que otros lugares de la región.

 

En 2015, 31 colchanderos oriundos de esa zona fueron distinguidos por la Unesco a través del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) como Tesoros Humanos Vivos, por su contribución a la conservación del patrimonio inmaterial de la nación.

 

Tras la inauguración de esta iniciativa, que comenzó su desarrollo en junio de 2016, se dará inicio un trabajo junto con diseñadores, que aportarán nuevas opciones de productos y diseños que ayuden a renovar la oferta, sin olvidar nunca la importancia de mantener la esencia de la artesanía tradicional.

 

La Fundación para la Innovación Agraria (FIA), perteneciente al Ministerio de Agricultura, es la agencia sectorial de fomento a la innovación y su objetivo es contribuir al incremento de la competitividad de la agricultura nacional.

 

Su actividad se centra en el fomento de los procesos de innovación y en actuar sobre el entorno y condiciones que los favorecen. Todo ello a través de financiamiento de iniciativas, de la generación de estrategias y la transferencia de información y resultados de proyectos y programas innovadores.

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