La revista Monthly Review de Mayo 2017 nos recuerda que han pasado 50 años desde la edición del libro de André, “Development of Underdevelopment”, que podría traducirse como Desarrollo del Subdesarrollo. André al escribir el libro estaba casado con Marta Fuentes, socióloga chilena con quien tuvo dos hijos: Paul y Miguel.
Una versión resumida y aprobada por André del texto, se publicó en 1968 en la versión en español de Monthly Review que un equipo de socialistas chilenos editamos en Chile en la Editorial Latinoamericana. A partir de esa edición mantuvimos con André una amistad que se mantuvo durante varias décadas hasta su fallecimiento en 2005.
André era una persona especial, tanto en lo personal, como en lo intelectual. Le habían intercalado en su nombre la expresión Gunder, que según él explicaba se la habían puesto sus compañeros de curso en EE.UU. porque cuando corría carreras en competencias, siempre llegaba último (Wunder en alemán=milagro) .Pero esa lentitud en los movimientos no corría a parejas con su intelecto. Tenía una mente analítica, brillante.
Hay que ubicarse en la época: El partido Comunista encabezado por su principal teórico Volodia Teitelboim, defendía la tesis de que en Chile predominaban los restos de una economía feudal y que en la etapa inmediata se debía privilegiar, “El amanecer del capitalismo”, para lo cual había que aliarse con el sector progresista de la burguesía.
En la intelectualidad de economistas de izquierda predominaba la teoría que el principal escollo económico consistía en la “dependencia tecnológica” en la cual en el centro económico mundial, Estados Unidos, se concentraban los desarrollos técnicos más avanzados impidiendo su transferencia a la periferia, o por lo menos, cobrando regalías por el uso de las patentes tecnológicas que hacían no rentable su aplicación y transferencia a los países atrasados.
Según explica el investigador Felipe Antunes de Olivera quien trabaja en la Universidad de Sussex, Frank empezó sus análisis señalando que la mayor parte de las categorías teóricas para una política de desarrollo habían sido derivadas de las experiencias históricas de los países capitalistas avanzados de Europa y de Norteamérica. Esas recomendaciones, derivadas del desarrollo económico e histórico de esos países, fallaban para producir desarrollo y en su lugar perpetuaban el subdesarrollo, un estado de persistente pobreza, atraso y dependencia económica.
“Frank propuso en los 60 una nueva agenda de investigación, basada en cinco hipótesis originales: (1) el desarrollo en los países y regiones periféricos está “limitado por su estado de satélite”; (2) las regiones periféricas “experimentan su mayor desarrollo económico … cuando sus lazos con sus metrópolis son más débiles”; (3) las regiones más subdesarrolladas son exactamente aquellas “que tenían los lazos más cercanos a la metrópoli en el pasado”; (4) Las grandes propiedades agrarias de América Latina (el “latifundio”) se formaron desde el principio como “empresas comerciales”; Y (5) el carácter “semi feudal” y arcaico de los latifundios son realmente los sobrantes de las economías regionales en descomposición integradas en el mercado capitalista internacional.(Traducción de Rafael Urriola en Primera Piedra)”
Como muy bien dice Antunes de Olivera, sólo las tres primeras hipótesis se han podido sostener y parcialmente .En la llamada periferia se desarrollaron Nueva Zelandia y Australia, en Asia, Corea del Sur y los países del Sudeste asiático, cada uno usando singularidades de su ubicación geográfica y naturaleza. La condición periférica, parece no haber regido para la China Comunista y tampoco para la isla de Taiwán. Una característica no prevista por Frank en sus primeros libros, es que el camino al desarrollo se ha hecho usando el modo de producción capitalista, aunque con variedades en el sistema político que lo rodea.
En una de las últimas conversaciones que quien escribe esta nota sostuvo con Frank, ya ambos viviendo en el exilio impuesto por la dictadura chilena, comentó: “me parece que en la discusión sostenida entre los teóricos marxistas Karl Kautsky y Robert Berstein llamados revisionistas por Lenin y los bolcheviques, los socialdemócratas, tenían la razón.” Sería interesante conocer como continuó el desarrollo del pensamiento político de André Gunder Frank, desde la Academia, en los años que precedieron a su muerte.
6de Junio 2017