A modo de prolegómenos:
La identidad cultural latinoamericana no es una mera invención intelectual. Ni menos una falacia antropológica, ni una metáfora antropomórfica. Es un proceso mucho más profundo que viene desde lejos y que continuará en la lejanía histórica. De esa Historia “que hacen los Pueblos”, no la Historia Oficial, financiada por los mercaderes oligarcas fariseos y sus testaferros burgueses del capital buitre foráneo.
Cuando nuestros primeros estudiosos reflexionaban sobre nuestra América Latina y El Caribe, y sus gentes, no se trataba de un gesto retórico, sino un esfuerzo de reflexión fundacional; la búsqueda de nuestras raíces. La unidad en la diversidad, teniendo como base el concepto cultural y la democracia –entendiéndose por esta, al Gobierno del Pueblo, por y para el Pueblo-, a nivel político –arte de gobernar, por los más sabios y honestos-, son las ideas que nos pueden permitir comprender la complejidad de nuestra situación histórica.
En el marco del tartufismo impuesto por los dueños de la celestina universal, sus epígonos: historiadores oficiales, escritorzuelos, plumarios, folicularios, etc., definen la búsqueda de nuestras raíces latinoamericanas como la ontología cultural de nuestro continente americano, que ha sido la metafísica de la frustración “cultural”. No voy a entrar en discusiones bizantinas al respecto. Yo preciso que las articulaciones que dieron vida a nuestra identidad cultural son:
– Los Pueblos Indígenas autóctonos y los que llegaron. Entre estos últimos están los colonizadores responsables de más de 100.000 indígenas asesinados, y de la destrucción de su infraestructura milenaria en el saqueo de nuestro continente americano.
El gran desafío de los Pueblos Latinoamericanos, dice relación con la recuperación de la identidad perdida por el proceso de auscultación con la llegada del bárbaro colonialista europeo. No se trata de una reivindicación del antiguo sistema de vida o de toda su cultura ancestral, sino la recuperación de un sistema abierto, donde las recuperaciones acompañen a las transformaciones, donde el punto de partida sea la Memoria Histórica, sin olvidar/ignorar las formas tradicionales consolidadas en el correr de los siglos. Evidentemente, en el marco del concepto de autodeterminación de los Pueblos Indígenas, en el contexto de Estados Pluriétnicos democráticos, pluriculturales, en los cuáles ellos mismos son los constructores de su propio destino. No se trata de bellas nostalgias, sino de la esperanza concreta por alcanzar un sistema de sociedad solidario a escala humana, respetuoso de los Derechos del Ser Humano y del Entorno Ecológico/La Madre Naturaleza. A partir del Derecho inalienable de los Pueblos Indígenas a contar su verdad histórica, conculcada o destruida por el bárbaro colonialista europeo, sus testaferros, las oligarquías empresariales y los yanaconas de la burguesía, o destruida por la maldita ideología capitalista salvaje globalizada.
Hemos sobrevivido más de 200 años en el contexto de pseudos Estados- Naciones independientes, democráticos. Hoy es hora de reivindicar el ideal bolivariano para construir la Patria Continente boicoteada por el capital buitre foráneo y sus testaferros: La oligarquía agrícola/citadina y su paniaguada burguesía/clase media. Esta utopía –Es un desafío que se opone al realismo moderno. Ella se alcanza con el cambio que trae la Justicia Social-, se funda en el hecho que existen coordenadas que validan la idea de la identidad cultural latinoamericana: La misma raíz demográfica e histórica, nacida de la mezcla de Pueblos que dieron origen a nuestros libertadores: General Francisco de Miranda y Rodríguez, General Simón Bolívar Palacios y Blanco, General José Gervasio Artigas Arnal, General José de San Martín Matorras, General Bernardo O´Higgins Riquelme, etc. Desgraciadamente también este proceso histórico engendró a la taifa de tiranos militares fascistas corruptos, al servicio incondicional del capital buitre foráneo, y su testaferra oligarquía empresarial farisea apátrida. Nos une los mismos idiomas de origen, latín, francés, portugués, español, etc.
Como colofón, preciso, como tenemos raíces comunes en el proceso de identidad cultural latinoamericana, también el porvenir nos señala, nos habla, con una voz unitaria de una proyección hacia el futuro de nuestras naciones, en democracia y justicia plena, siempre que estén dispuestas, condicionadas a rechazar el neocolonialismo, el neocapitalismo, etc., no sólo económico, sino también cultural y político.
Algún día, con una Patria Continente América Latina y el Caribe, viviendo en plena justicia y democracia, esperamos se nos dé la segunda oportunidad histórica para transformarnos en una Patria vivible para todos, y no como lo es ahora, que es sólo para unos pocos, como lo propone el poeta del amor y la esperanza, Pablo Neruda. Con este desafío, nace el compromiso del intelectual latinoamericanos de la Patria Continente América Latina y el Caribe, desde Río Bravo hasta la Patagonia/Tierra del Fuego, una convergencia histórica de Pueblos disgregado por más de dos siglos por la incomunicación impuesta por las oligarquías empresarias fariseas apátridas y sus paniaguadas burguesías/pragmáticas contemporizadoras, todas al servicio del capital buitre foráneo. Este ideal común de los pueblos Latinoamericanos, deberá convertirse en realidad más temprano que tarde, pues son comunes a todos los Pueblos, las esperanzas de progreso y los peligros de vasallaje.
Hora es de repetir que, si no llegara a cumplirse tal destino, sería inevitable su colonización tipo factoría puertorriqueña, por el imperialismo yanquee globalizado, que desde décadas los acecha…
Geniales escritores como Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Mariano Azuela, Juan Rulfo, Vicente García Huidobro, Miguel Ángel Asturias, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Pablo Neruda, etc., junto con comprometerse con el desafío común antes señalado, han manifestado su permanente denuncia en contra del inhumano, injusto e irracional orden social, económico y político, impuesto por la hegemonía capitalista salvaje. Luchadores por una paz basada en la dignidad del Ser Humano y en la Justicia Social. Convencidos de que sus obras responderán a la rebeldía que se encarna en la conciencia de los Pueblos y justifica con la acción presente y futura el oficio de escritor comprometido por el cuál nacieron.
El escritor, la identidad latinoamericana, y la insobornable militancia en la Patria Continente América Latina y el Caribe: Miguel Ángel Asturias y Pablo Neruda.
Por cosas del destino y decisión del Presidente de Chile, Dr. Salvador Allende Gossens, viajé a varios países en busca de asistencia técnica e informar sobre la revolución chilena, “la vía chilena al socialismo”, entre otras materias, la educación y la cultura popular, del Pueblo y por y para El Pueblo, el proyecto del centro de energía solar de Antofagasta, el proyecto Centro de Investigación marina de Coquimbo, la Escuela de Medicina de Arica, el Centro de Investigación Científico-Tecnológico no ferroso de Antofagasta, etc. En París nos recibió el compañero embajador Pablo Neruda, como era de esperar, la delegación escuchó, y nuestro Pablo nos comentó, junto a otras visitas latinoamericanas algunos aspectos importantes de su vida, como por ejemplo, su persecución y escape clandestino de Chile por causa de la Ley Maldita que imponía el régimen de González Videla. Destacó la ayuda de la directiva de su partido y de sus amigos, el académico Prof. Ing. Víctor Pey Casado y Jorge Bellet, entre otros.
Pero el aspecto desconocido para la delegación chilena, salió a Europa con el pasaporte y la personalidad del gran escritor guatemalteco y gran amigo suyo: Miguel Ángel Asturias. Cruzó la Cordillera un 24 de febrero de 1949, escapando del cerco policial chileno. El gesto solidario del gran escritor guatemalteco nos impresionó profundamente. Nuestro Pablo llegó a Paris, ahora es un poeta en el exilio. Sus actividades poéticas y políticas, conformarán su vida de exiliado político.
En la noche memorable en la embajada chilena en París, nuestro Pablo no se conformó con agradecer la nobleza, la solidaridad de su querido y admirado amigo Asturias, sino que nos habló de su prosa tremendamente poética en la que el escritor guatemalteco denuncia la explotación y la enajenación del indígena maya. No podía ser de otra manera, los padres del Premio Nobel guatelmalteco fueron una indígena maya y un juez rural. Creció escuchando leyendas indígenas. Durante su estancia en Paría, 1925, colaboró con el Prof. George Raynaud en la traducción del Popol Vuh, uno de los más importantes documentos de la maravillosa civilización maya. En su libro “Leyendas de Guatemala”, su primer libro, es una lógica consecuencia de su trabajo con el Popol Vuh.
Durante la maldita dictadura de Ubico, Asturias ejerce el periodismo. Derrocado el dictador por los mismos que lo encumbraron, la CIA, el nuevo gobierno nombra a Asturias agregado cultural en México. Lleva consigo su novela, “El señor presidente” que publicó en la Patria del Maestro Licenciado Benito Juárez García. Su novela pasó sin pena ni gloria, a pesar que según nuestro Pablo fue una de sus mejores. El personaje central es el dictador Estrada Cabrera, de un régimen sangriento, como cualquier dictadura cívico-militar que han azotado y devastado la Patria Continente América Latina y El Caribe.
Asturias conoce de cerca la ferocidad y la devastación del depredador yanquee en nuestra América en general y Centro América en particular. La depredadora compañía estadounidense United Fruits Company, hoy bajo el nombre de Chiquitita Brands International, constituye un Estado dentro del Estado Guatemalteco, sometiendo, explotando y enajenando a los trabajadores de mayoría indígenas mayas. De esta inmisericordiosa explotación, surge su obra “Hombres de Maíz”. Esta se nutre la de la mitología Maya-Quiché, el maíz es parte del indígena, un alimento sagrado y lo utilizan también como mercancía de trueque.
Cuando la CIA derroca al Gobierno de Jacobo Arbenz, del cual Asturias era diplomático en el Salvador, este se ve obligado a exiliarse en la Argentina del General Libertador José de San Martín Matorras y del Dr. Ernesto Guevara de la Serna. Un año antes, había publicado “El papa verde”, en la cual, el genial escritor guatemalteco sitúa Chicago/USA, como la Roma corrupta de las bananas, cuyo jefe supremo, el “papa verde”, es el presidente de la United Fruits Company. Poderoso individuo que cambiaba Presidentes de la República a su antojo y conveniencia.
En 1960, publica su tercera novela de esta trilogía bananera, “Los ojos de los enterrados”, que son los ojos de los indígenas diezmados, menoscabados, enajenados, aculturados, explotados, asesinados, por las grandes empresas fruteras yanquees.
Termina nuestros Pablo su interesante conferencia sobre la obra de su amigo Miguel Ángel Asturias, precisando que ella representa uno de los pasos más audaces en el desarrollo de la novela en la Patria Continente América Latina y el Caribe, por la trascendencia literaria, la extraordinaria fibra poética y fuerza imaginativa con que trata los problemas de su país, como los de la realidad latinoamericana.
Como colofón, afirma a consecuencia de la crisis del humanismo burgués, que el arte y la literatura vuelven a dirigirse al mito, que se puso de manifiesto en la Segunda Maldita Guerra Mundial.
Con buen pie, y los apuntes que tomé en aquél encuentro con nuestro Pablo, agregué algunas reflexiones sobre la vida y obra del poeta del amor y la esperanza, Pablo Neruda, constituyendo una Conferencia que repetí en varias universidades europeas y de América Latina. Concluí que el escritor, el poeta en la medida en que crea la conciencia y el clima favorable al cambio: libera, desencadena fuerzas, dinamiza y acelera el proceso de transformación por medio de la experiencia propia. Los que tuvimos suerte de conocer personalmente a nuestro Pablo, no olvidaremos jamás la narración de su huida y exilio que marcaron con fuerza su vida, dejando huellas imborrables en su obra.
“Con la verdad del Pueblo, la eternidad del canto”
Poeta del amor y la esperanza, Pablo Neruda, imaginación, reflexión, proyección.
Al recibir el Premio Nobel de Literatura, lo felicita y saluda en nombre del Pueblo de Chile, el Presidente Constitucional, Dr. Salvador Allende Gossens, “Este galardón incorpora a la inmortalidad a un hombre nuestro, es la victoria de Chile y de su Pueblo, y además, de América Latina. Nos trae el recuerdo de esa extraordinaria mujer que alcanzara también el Premio Nobel de Literatura, nuestra Gabriela Mistral y señalar que en el trasfondo de la obra de ambos, hay un profundo contenido humano y social”.
Nuestro Pablo, el Pablo de la Patria Continente América y el Caribe, precisa su misión: “Necesitamos de colmar de palabras los confines de un Continente mudo, y nos embriaga esta tarea de fabular y de nombrar”. Es que Neruda se constituye en un representante, un militante insobornable, al igual que su amigo, Miguel Ángel Asturias, de la Patria Continente América Latina y el Caribe.
El poeta español Federico García Lorca, brutalmente asesinado y desaparecido por la dictadura fascista franquista de la España profunda, presenta a nuestro Pablo en la Universidad de Madrid, de su poesía dice: “Que se levanta con un tono nunca igualado en el Continente Americano, de pasión, de ternura y de sinceridad”. Estos tres elementos que señala el genial poeta español, son sin duda los que lograron la adhesión de numerosas generaciones de jóvenes a “20 poemas de amor” que en 1961, alcanzara la venta de un millón de ejemplares. Luego su pasión se volcará en una militancia a través de la palabra y la acción política. Militancia que le acarreará persecuciones y juicios desfavorables de los fracasados, envidiosos, acomplejados de siempre, pero también provocará la admiración de los que entienden su mensaje como un deseo de que los habitantes de América Latina y el Caribe puedan desarrollarse en un ambiente de justicia plena, educación, cultura, dignidad e independencia política y económica.
Cuando nuestro Pablo habla de un Continente mudo, se refiere a la América Latina invisible, a los marginados, a los indígenas, a los cesantes, a la mujer sin voz, voto, ni justicia, que por décadas no pueden hacerse escuchar.
Hacer visible a nuestra América a través de la palabra, es y ha sido la tarea que nuestro Pablo ha emprendido junto a su amigo Miguel ángel Asturias y otros grandes creadores como Mario Benedetti, Gabriel García Márquez, Jorge Icaza, Nicolás Guillén, Ernesto Cardenal, Eduardo Galeano, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, José María Arguedas, etc. La culminación de este desafío nerudiano está en el Canto General, epopeya de nuestra América Latina, en su madre naturaleza y sus gentes, Alturas de Machu Pichu: “Sube conmigo, amor americano, dadme el silencio, el agua, la esperanza, dadme la lucha, el hierro, los volcanes. Apegadme los cuerpos como imanes, acudid a mis venas y a mi boca. Hablar por mis palabras y mi sangre. ¡Alturas de Machu Pichu!”
Nuestro Pablo rehusaba ser calificado como un escritor, un poeta que el perverso sistema capitalista lo transforma en mercadería de consumo, por y para el lucro de la oligarquía farisea empresarial, con un mundo lleno de analfabetos, semianalfabetos, enajenados por causa de la educación y cultura de la indigencia. El escritor tiene que reflexionar sobre su trabajo y su compromiso moral y social. El escrito y su obra, son la misma cosa.
Nuestra América Latina, sumida en la corrupción y la impunidad por las fuerzas de las armas, la oligarquía empresarial farisea y el capital foráneo, y la enajenación de los medios mediáticos de (in)comunicación del capitalismo salvaje, debe entender de una vez, que el escritor no es testigo, sino protagonista de la Historia -“La Historia que hacen los Pueblos”-, como colofón, reitero nuestra certeza de la obra literaria como factor eficaz del cambio social y de la superación humana. Nuestro Pablo en su mensaje acentúa: “La imagen de una América Latina vivencial, en la cual el poeta debe ser un forjador de caminos para que se cumpla su pensamiento: “En el pan de mañana, debe ir señalado las manos del poeta”… Para terminar la Conferencia, deseo hacerlo con las palabras de nuestro Pablo al ser informado del asesinato de su querido compañero y amigo, el presidente de Chile Dr. Salvador Allende Gossens: “Al bombardeo aéreo siguieron la acción de los tanques, muchos tanques, a luchar intrépidamente contra un solo hombre, el presidente de la República de Chile, Salvador Allende Gossens, que los esperaba en su Gabinete, sin más compañía que su gran corazón, envuelto en humo y llamas.
Tenían que aprovechar una ocasión tan bella. Habría que ametrallarlos, porque jamás renunciaría a su cargo. Aquel cuerpo fue enterrado secretamente en un sitio cualquiera, aquella gloriosa Figueroa iba acribillada y despedazada por las balas de las ametralladoras de los soldados de Chile, que otra vez habían traicionado a Chile”.
Con esperanza y memoria.
Lic. Yirsela Peirano Cofré.
Asistente ADDHEE.ONG
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG