Diciembre 3, 2024

Un parlamento de plutócratas

Que los parlamentarios tengan un patrimonio tan abultado – 60 mil millones de pesos – y que algunos de ellos sean millonarios, no nos debe extrañar: nuestros legisladores son plutócratas y, tal como en la época parlamentaria, han comprado sus curules, y según Alberto Edwards, cada uno tenía su valor, es decir, ostentar el título de parlamentario era equivalente a conde, marqués o duque. Que la política esté podrida y los políticos se vendan al mejor postor, no es sólo culpa de ellos, sino también de los empresarios que los compran a cambio de leyes que los favorezcan, como también de los electores, que los votan con los ojos cerrados.

 

 

Antes existía el cohecho que, al menos permitía a quien vendía su conciencia obtener al menos un par de zapatos o una empanada; hoy, los parlamentarios plutócratas, que son la mayoría, les basta visitar a sus clientes – los votantes – cada  quince  días, si es que lo hacen, y concurrir pocas veces a la Sala, mucho menos a las Comisiones, durante su período y, luego, asegurar su reelección ad aeternum, para lo cual basta ser parte de la mafia que domina el partido político al cual pertenece.

El parlamento plutocrático muchas veces ha sido despreciado en Chile. En mis 76 años, recién cumplidos, he escuchado en mil ocasiones la consigna “a cerrar, a cerrar el Congreso Nacional. Carlos Ibáñez no se atrevió a hacerlo cuando se lo pedían los militares de la “línea recta”, tampoco Eduardo Frei Montalva, cuando el senado le negó la aprobación de su viaje a Estados Unidos; Allende no lo hizo después del “tanquetazo”. Los  únicos que lo han hecho fueron la Junta Militar de 1924 y, en 1973,  el tirano Augusto Pinochet. Por muy corruptos que sean los padres conscriptos, son preferibles a los milicos, cuyo robo incontrolado y secreto es mucho más abultado. Generalmente, donde hay poder, hay corrupción.

La diferencia entre el parlamento plutocrático de comienzos del siglo XX y el de hoy es que las formas oligárquicas eran más finas y aristocráticas, y correspondía a los apellidos “vinosos”; la actual oligarquía es bastarda, venal y miserable, y corresponde a los apellidos “bancosos”.

Si leemos al historiador Gonzalo Vial Correa, nadie puede dudar de su mentalidad conservadora, podemos ver que las costumbres de los parlamentarios, en los dos primeros decenios del siglo XX, eran muy similares a las de los actuales, pues los diputados y senadores, en su mayoría,  eran abogados de las grandes empresas salitreras, y en el reglamento de las Cámaras no había ninguna incompatibilidad entre ambos cargos, por lo cual la mayoría de los parlamentarios se hicieron archimillonarios, al servicio de los grandes empresarios extranjeros:

“Característico fue el caso de los bancos. Su relación con el gobierno era muy íntima. Este podía hacer prosperar a uno cualquiera entre ellos, depositándole fondos fiscales con un bajo interés – ahora les prestan dinero, pero sin intereses -. E inversamente, el Ejecutivo acostumbraba a recurrir a los bancos (especialmente preferencia tenía por el Banco de Chile) cuando se hallaba en apuros financieros, lo cual, asimismo, significaba un bien negocio para esas instituciones, cuyos vínculos con la política fueran tan múltiples como complejos, muchos altos políticos eran banqueros vgr., los Edwards, los Matte. Otros eran abogados de bancos, por ejemplo, Eliodoro Yáñez “el maestro”, parlamentario y ministro liberal, después radical y futuro empresario periodístico (La Nación). O también Germán Riesco, consejero legal y director del Banco de Chile y luego supremo mandatario. La carrera política y la jurídico-bancaria están intrincablemente unidas. Así, el vocero parlamentario de los liberales “carabina recortada” era el diputado Maximiliano Ibáñez, quien paralelamente desempeñaba la abogacía en el banco de Eduardo Matte, líder de aquel sector liberal. Y los directorios bancarios estaban llenos de políticos. Julio Subercaseaux dice que <veía a diario en el banco familiar a Enrique Mac Iver; presidente de la institución fue Marcial Martínez, famoso abogado y un tiempo senador por Santiago. Con su encantadora e inapreciable ingenuidad Subercaseaux califica a su propio directorio como un palo blanco…” (Vial, 1981:602).                

La declaración de patrimonio de los congresistas actuales contiene los siguientes datos:

60 mil  millones de pesos  a los  bolsillos  de los plutócratas parlamentarios.

158 autoridades  declaran 317 vehículos entre automóviles, buses y camiones.

120 diputados tienen propiedades avaluadas 17.762 millones de pesos

38   Senadores avaluadas 18.107 millones de pesos

8 Diputados superan el millón de dólares (porque no cobrarles un impuesto)

4 Senadores  superan el millón de dólares

Juan Antonio Coloma tiene inmuebles con avaluó sobre 5 mil millones de pesos

Manuel José Ossandon  2.900 millones de pesos, en 57 propiedades ubicadas en Pirque y Puente Alto.

 Ena  von Baer   2.584 millones

Andrés  Zaldívar 1.665 millones en fondos mutuos  y sociedad La Perouse

Alejandro  Guillier  6 propiedades avaluadas en  301 millones de pesos y

63 millones de deuda

Gustavo  Hasbún   2.430  millones de pesos

Felipe kast  1.711 millones de pesos

Patricio Melero  569.519 de pesos

Nicolás Monckeberg  651.711 de pesos

Endeudados:

Jaime Orpis: está endeudado en 156 millones de pesos

Carolina Goic

Derechos de aguas región metropolitana

Deuda 63 millones de pesos

María José  Hoffman

Debe 655 millones de pesos

Camila Vallejos  declaró un patrimonio de  7 millones de pesos

Diputados y Senadores Plutócratas en la historia de Chile

Senadores

Agustín  Edwards Ross 1876-1881

Irarrázabal  Manuel José 1876-1881

Lazcano  Fernando  1876 – 1920 (dueño de Curicó)

Diputados

Matta  Augusto (de vendedores de tocuyo a millonarios)

Matta Enrique

Matta  Eduardo

Sanfuentes  Juan  Luís (especulador de la bolsa de comercio)

Empleados  de las salitreras enriquecidos

Walker Martínez  Joaquín (empleado de North)

Walker Martínez  Carlos 

David Mac Iver  (abogado de North)

Enrique Mac Iver

Arturo Alessandri Palma (Se  compró un palacio en alameda producto de negociados y fue el jefe de la  execrable canarilla)

Rafael Sotomayor

José Pedro Alessandri (Presidente  del Sindicato de Obras Públicas se adjudicó el ferrocarril de Arica –La Paz)

Millonarios parlamentarios  en los 60

Jorge   Alessandri Senador y Presidente (Dueño de la papelera)

                                   Pedro (Cachimoco)  Ibáñez Ojeda  Senador

Juan Antonio  Coloma un mediócrata conservador que formó una dinastía (ver el patrimonio de otro  juan Antonio,  hoy senador).

El Chile parlamentario era tan corrupto  como el chile de hoy

No solo en Chile los senadores actuales, además de inútiles, son plutócratas viejos y mañosos (ver un informe sobre el  senado francés, fuentes de robos y abusos)

                                   Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

                                   05/04/2017  

 

 

 

 

 

 

 

 

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