Diciembre 10, 2024

Un milagro de Año Nuevo

Yanet Gil Gilling es una doctora cubana. Un día, hace 5 años, abandonó su misión internacionalista en Bolivia, buscando mayor prosperidad seguramente. No sabemos qué ocurrió del 2012 hasta la fecha, pero lejos del éxito soñado, hoy se encuentra entre la vida y la muerte en un hospital latinoamericano. Su salvación será regresar a Cuba.

 

 

El 23 de mayo del 2016 llegó una mujer al hospital Güemes de Haedo en Argentina. Con una sepsis grave llegaba Yanet convertida ahora en paciente, allí estuvo 3 meses hasta que le dieron el alta médica con internación domiciliaria. Pero fue una negligencia médica, dos días más tarde deben internarla con urgencia en el Hospital Municipal de Morón, ubicado en Monte 848 Morón, Buenos Aires. Desde entonces la cubana se encuentra allí, en el tercer piso y la habitación 317.

 

Con escaras profundas y problemas de alimentación, la condición de Yanet empeoraba por día, la atención hospitalaria era muy insuficiente. Entonces la solidaridad entre cubanos comenzó a jugar su papel. Una campaña en GoFundMe lanzada por Jovann S. Delgado y Sandra Abdallah logró reunir casi 4 mil 900 dólares. Suficiente para encontrar una persona que la cuide en el hospital hasta que le suba la hemoglobina y esté en mejores condiciones, para con un poco de suerte y apoyo estatal, poderla regresar a Cuba.

 

Acá la esperan en Holguín dos hijos de 17 y 19 años, junto a su madre de 70. Sin condiciones materiales para ir a verla, esperando un milagro médico y solidario. La solución de Yanet es regresar a Cuba con ellas, al cuidado médico de un sistema de salud escaso de recursos pero donde la atención humana y el apoyo de su gente no faltará, mucho mejor que donde se encuentra ahora.

 

Pero Yanet es una médico que abandonó una misión gubernamental. Desde que conocimos su caso nos preocupó que para alguien pesara más ese hecho que su situación delicada, de prejuicios está construido el camino a nuestros errores. Afortunadamente la Cónsul cubana en Argentina tomó interés en el caso, un grupo de 5 médicos cubanos integran una comisión que valora su estado de salud y si el proceso legal que permite a una cubana emigrada regresar a su país transcurre correctamente, si mejora su estado actual de salud para poder moverla, Yanet podrá regresar a Cuba.

 

Los milagros ocurren de manera inexplicable. Este no es un milagro realmente, de concretarse su regreso será una muestra de madurez política del servicio exterior y el Estado dejando atrás viejos prejuicios y privilegiando el humanismo sobre todas las cosas. Será por la solidaridad de todos aquellos cubanos emigrados que contribuyeron con donaciones personales para su atención médica. Será porque tiene un país al que regresar donde la salud es gratuita.

 

Nuestros mejores deseos para Yanet y su familia. Un país donde ningún cubano queda atrás, sin importar su ubicación geográfica, es el que deseamos todos. Ojalá esta doctora regrese pronto a su Patria y tenga salud suficiente para una vida plena.

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