Diciembre 14, 2024

Mauricio Hernández Norambuena: Un paso hacia la extradición

Se abre una posibilidad de rescatar al ex dirigente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Mauricio Hernández Norambuena, de las terribles condiciones a que está sometido en cárceles de alta seguridad de Brasil. Su abogado defensor en Chile, Alberto Espinoza Pino, consiguió -después de largas gestiones y sólidas argumentaciones- que el ministro de la Corte de Apelaciones, Mario Carroza, rebajara en un grado la doble cadena perpetua que pesaba sobre Hernández.

 

 

Esto significa -cuando el fallo sea ratificado por la Corte- que Hernández Norambuena tendrá en Chile dos condenas de 15 años y 1 día de presidio por delitos cometidos en nuestro país. La justicia brasileña ya aceptó su extradición a Chile, siempre que aquí no sea condenado a más de 30 años, que es la pena más alta en ese país. El fallo del ministro Carroza deja la situación en un terreno ambiguo al rebajar la doble condena a 30 años y 2 días… El abogado Alberto Espinoza -entrevistado por PF- aseguró que insistirá ante tribunales en un dictamen que permita finalmente la extradición del ex combatiente del FPMR.

Entretanto, la UDI -el partido de extrema derecha fundado por Jaime Guzmán, asesinado en 1991 por el FPMR- ha reaccionado con virulencia contra el fallo del ministro Carroza, y ha aprovechado la coyuntura para exigir la libertad de militares condenados por crímenes de lesa humanidad, actualmente presos en la cárcel de Punto Peuco.

 

GENIO Y FIGURA DE

UN REVOLUCIONARIO

Mauricio Hernández Norambuena (58 años, profesor de educación física), nació en Valparaíso en el seno de una familia comunista. Como sus hermanos, ingresó a las Juventudes Comunistas en el puerto y pronto destacó por su arrojo en acciones de protesta contra la dictadura. Esas condiciones lo llevaron a las filas del FPMR -organización nacida del PC para empuñar las armas por la libertad de Chile-. En esa organización político-militar, el “Comandante Ramiro” participó como actor u organizador en casi todas las audaces acciones antidictatoriales del FPMR: entre ellas el atentado a Pinochet en 1986. Fue detenido en 1993 y condenado a doble cadena perpetua (sic) por el asesinato de Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards. Fue rescatado de la cárcel de alta seguridad por un helicóptero el 30 de diciembre de 1996. Junto con él escaparon Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hofmann y Patricio Ortiz Montenegro.

El Comandante Ramiro estuvo en varios países y participó también en la guerrilla rural en Colombia. En Brasil organizó en 2001 el secuestro del empresario Washington Olivetto. Condenado a 30 años por ese delito, Hernández ha sufrido los rigores de varias prisiones brasileñas. Se le ha aplicado el denominado “régimen disciplinario diferenciado”, que lleva el castigo a extremos inhumanos.

 

HABLA EL ABOGADO DEFENSOR

¿En qué consiste el fallo del ministro Carroza en el caso de Mauricio Hernández?

“La resolución del ministro Mario Carroza se origina en una solicitud de rebaja de pena por estimar que concurren los requisitos para aplicar la prescripción gradual o media prescripción, que está asociada al transcurso del tiempo pero sin alcanzar el mérito extintivo propio de la prescripción sino que, solamente, tiene un alcance reductivo de la pena.

En el caso de Mauricio Hernández, al momento de la fuga desde la cárcel de alta seguridad en 1996, se encontraba preso en calidad de condenado rematado por el secuestro de Cristián Edwards y condenado rematado por la muerte de Jaime Guzmán, en ambos casos a presidio perpetuo. A partir de la fuga comienza a correr el plazo de la prescripción de la pena, porque simplemente deja de cumplirla por haberse fugado de la cárcel.

El plazo de prescripción para los condenados a presidio perpetuo es de 15 años. Sin embargo cuando la persona se encuentra fuera del territorio nacional, como es el caso de Mauricio que está preso en Brasil desde el 2 de febrero de 2002, el plazo de prescripción se cuenta dos días en el extranjero como un día de prescripción. De manera que el tiempo transcurrido desde el 2 de febrero de 2002, en que consta su presencia en Brasil, al día de hoy, se reduce a la mitad. Es decir hay siete años y medio de prescripción aproximadamente, a lo que habría que agregar seis años correspondientes al tiempo en que se fuga y la fecha de su detención en Brasil. No existe certeza de su presencia en el extranjero sino hasta la fecha de su detención. Por consiguiente, sumando seis años más siete años y medio, son trece años y medio aproximadamente, lo que permite sostener que a lo menos ha transcurrido la mitad del plazo de prescripción. Así se podría disminuir la pena en uno, dos a tres grados, considerando el hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes muy calificadas, y ninguna agravante. Esto fue lo que finalmente el ministro Carroza acogió -disminuir la pena-, pero lo hizo reduciéndola en un solo grado, cambiando el criterio sostenido por él mismo en una sentencia de hace un par de años -que fue ratificada por la Corte Suprema-, respecto de otro condenado por la muerte de Jaime Guzmán, a quien reconociéndole la media prescripción de la acción penal, lo condenó como autor a la pena de 5 años con beneficios, lo que resulta contradictorio e inexplicable desde la mirada del principio de igualdad ante la ley.

Esta petición -agrega Alberto Espinoza- se puso en conocimientos del Ministerio del Interior, del Consejo de Defensa del Estado, de la UDI, del fiscal judicial y de la familia de Jaime Guzmán, quienes se opusieron sosteniendo diversos argumentos, entre otros que la pena no prescribe porque se trata de un delito de lesa humanidad, que el plazo de la prescripción se interrumpió porque Mauricio Hernández cometió un nuevo delito en Brasil, y por el último, que no estaba presente en el juicio. Todas estas alegaciones fueron asumidas en el fallo del ministro Carroza, rechazándolas cada una de ellas para, finalmente, acoger la rebaja de pena por estimar que había transcurrido la mitad del plazo de prescripción, configurándose la prescripción gradual o media prescripción, decidiendo disminuir la pena en un grado, de presidio perpetuo a presidio mayor en su grado máximo”.

¿Esto permite la extradición a Chile de Hernández? ¿En ese caso qué pena debería cumplir en cárcel chilena?

“Precisamente esta alegación está encaminada a dar curso a la extradición, no porque queramos que siga privado de libertad, sino que, fundamentalmente esta acción ha tenido por finalidad rescatar a Mauricio de un régimen carcelario inhumano, al cual ha estado sometido por casi 15 años. En este sentido la rebaja de la pena remueve el obstáculo puesto por Brasil para la expulsión de Mauricio Hernández en cumplimiento de una sentencia de la Corte Suprema de Brasil que acogió la extradición, pero su cumplimiento lo condicionó a que la pena que Mauricio debe cumplir en Chile no fuera superior a 30 años, constituyéndose las penas de presidio perpetuo en un impedimento, solo removible con una disminución de la pena. Finalmente, en una primera instancia, esto se obtuvo con la sentencia del ministro Carroza. Una vez que esta sentencia quede firme y ejecutoriada, debe darse cumplimiento a su expulsión del territorio brasileño para iniciar la aplicación de las penas chilenas, en este caso y por ahora, de 15 años y un día, sirviéndole de abono el tiempo que estuvo preso en Chile hasta el momento de la fuga. Para el cumplimiento de la extradición, se requiere una activa intervención de las autoridades chilenas ante las autoridades brasileñas”.

¿Cuáles son las condiciones en que Hernández se encuentra en Brasil?

“Hemos denunciado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Estado de Brasil por el régimen carcelario al que, de manera injusta y arbitraria, ha sometido a Mauricio Hernández desde el momento de su detención en Brasil. Esa denuncia ya ha sido acogida por la Comisión Interamericana y actualmente se encuentra para emitir el llamado ‘informe de fondo’ para someter el conocimiento de esta denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismo que puede emitir una sentencia condenatoria al Estado de Brasil por el régimen carcelario al que ha sometido a Mauricio Hernández, en la medida que dicho régimen configura una grave violación a la Convención Americana de Derechos Humanos.

Mauricio ha estado encarcelado en diversos recintos, todos de máxima seguridad, y ha estado sometido a un encierro de 22 horas diarias, sin acceso a luz natural, sin contacto con otras personas que no sean los carceleros; solo puede recibir la visita de sus familiares más cercanos, no tiene acceso a los medios de comunicación, no puede levantar la vista frente a los carceleros, vive una especie de incomunicación desde el momento mismo de la detención. Las veces que lo he visitado he debido entrevistarme a través de un locutorio, sin poder escuchar su voz natural y sin tener contacto físico con su persona. En fin, es un sistema carcelario inhumano y degradante”.

¿Qué opina de las protestas y anuncios de apelación del fallo por parte de la UDI?

“La UDI utiliza el caso con claros fines políticos, quiere limpiar su imagen partidaria comprometida con la dictadura de Pinochet a través de la figura de Jaime Guzmán, pero a partir de su muerte, como si fuera un mártir se ha soslayado que ellos como partido político y Jaime Guzmán como militante, dieron el sostén ideológico a la dictadura militar en todos sus extremos, desde lo político institucional, pasando por lo económico y desde luego, hasta en todo aquello que fue la violación sistemática y masiva de los derechos humanos, dándole fundamentación a la vocación criminal de la dictadura, y sobre todo a una institucionalidad puesta al servicio de intereses económicos de los grandes capitales nacionales y extranjeros y al servicio de una política criminal feroz que se tradujo en la muerte y desaparición de personas, en detenciones masivas y arbitrarias, en tortura, exilio, y la marginalidad económico-social, sistema en contra del cual Mauricio Hernández entregó toda su voluntad y su esfuerzo, desde su militancia en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez”

 

PEDRO FERNANDEZ

 


 

 

Mi hermano, el Comandante Ramiro

 

Creo que en estos casi 15 años, nunca estuvimos más cerca de abrazar la alegría de volver a tenerte cerca y entre nosotros.

Hemos recorrido junto a ti los rincones más recónditos del gigante de América del Sur. Hemos sufrido junto a ti el trato vejatorio y el abuso de poder que nuestros padres jamás pensaron viviríamos.

Cada 3-4 meses iniciamos, una vez más, la triste aventura de trasladarnos hacia tu encierro y con mucha dificultad en aquellos 180 minutos fugaces cumplir la misión de acercarte a la realidad de este mundo que no se detiene y del cual eres parte a pesar del esmero que algunos ponen en anularte.

En este transitar nuestra familia ha crecido, en años y en cantidad. No ha sido fácil aceptar tu ausencia y nos hemos levantado una y otra vez para exigir un trato humano y de respeto hacia tu integridad. Nos sentimos orgullosos de ser la familia del Comandante Ramiro y no descansaremos hasta lograr tu libertad.

En este momento esperanzador, no podemos dejar de señalar lo importante y necesarias que han sido las más diversas formas de solidaridad y de cariño, representadas en las incontables cartas de apoyo, actividades de denuncia a lo largo del mundo, rayados libertarios y valientes, que demuestran no sólo la admiración que nos inspiras, sino que nos dan además la oportunidad de conocer el significado de la consecuencia y de la ética revolucionaria-internacionalista que tus actos representan.

Ya tendremos tiempo de mirar atardeceres y de nadar en ese mar que tranquilo nos baña, volveremos a escuchar la música y las canciones que ayer cantamos y que nos emocionaron.

Retomaremos tu incansable decisión contra el olvido.

Aquí está tu familia.

 

LAURA HERNANDEZ

Valparaíso

 

Editorial de “Punto Final”, edición Nº 867, 23 de diciembre 2016.

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