Noviembre 16, 2024

La prolongación de la crisis económica y Donald Trump

Toneladas de basura dejaron recientemente los peregrinos que viajaron al santuario católico de lo Vázquez, ubicado en Casablanca  a 32 kilómetros al sureste de Valparaíso, Chile, para pedir o agradecer la solución de algún problema, según las creencias de la gente. La noticia contrastante respecto de aquello llegó días antes de Suecia, cuyos ciudadanos plenamente conscientes de la agresiva actitud humana contra el planeta, han sido capaces de reciclar el 99 % de sus desechos, y más aún, el gobierno actual  ha propuesto bajar los impuestos a todos los servicios de reparación, como refrigeradores, bicicletas, lavadoras, equipos musicales, reparación de ropa, etc., desde 25% a un 12%, lo que estimulará la prolongación en el tiempo de bienes usados.

 

¿Qué relación existe entre lo anterior con la economía y las finanzas mundiales?  Es lo que veremos a continuación, partiendo por referirnos a dos acontecimientos recientes.  El primero provino de la decisión del Reino Unido de salirse de la UE conocido como “Brexit”.  El segundo es la “advertencia” al mundo de la reciente elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.  El mundo occidental evidencia grandes desequilibrios como resultado de las políticas neo liberales de exclusión que, ante los nuevos acontecimientos, amenazan con profundizar la tensión entre hombres y países, volviendo más dura la existencia humana, en especial los de menos ingresos.

 

El Brexit, como la elección de Donald Trump en Estados Unidos, tienen una característica en común que está originada en las antiguas raíces teóricas en la extrema derecha de ambos países, unidas por valores  forjados en el puritanismo que viajó desde la vieja Europa, atravesando el Atlántico en el Mayflower, con los primeros colonos. Un legado conocido, entre otros, es el sermón de John Winthrop, que exaltó las enseñanzas de la ideología de ser los elegidos por la divinidad para depredar el planeta en nombre de Dios y para beneficio exclusivo de unos pocos, excluidos los pobres que fueron puestos en el rol de tal, por mandato divino.

 

Winthrop escribió, “Así, todos los hombres estarán divididos (por la Divina Providencia) en dos clases, los ricos y los pobres; en la primera se hallan todos los que puedan vivir con bienestar merced a sus propios medios ganados con justicia, y todos los demás son pobres con la anterior distribución (divina). (Winthrop, en Boorstin 1997:22)”. En el tiempo famosas universidades han contribuido a sofisticar la teoría, modernizando el discurso para agregar conceptos científicos y contrarrestar las dudas que han surgido en la gente por su mayor educación, pero manteniendo el fondo anclado en los viejos conceptos de las primeras colonias que dieron origen a Estados Unidos, sobre cuyas base se aplicó el neo liberalismo actual, que formó la mayor desigualdad en la distribución de la riqueza que se tenga registro, forjando una inestabilidad económica y financiera secular que mantiene al mundo en crisis.

 

El modelo neo liberal se ha caracterizado por excluir personas mediante la falsificación de la realidad, que se puede sintetizar con el dicho, “Se puede mentir a pocos, mucho tiempo. Se puede mentir a muchos, poco tiempo, pero no se puede mentir a todos, todo el tiempo”. Ahora el  mundo está en la fase del despertar, de regreso de la pesadilla dorada de un sueño incumplido que dejará a la humanidad expuesta a sufrir los síntomas de la abstinencia al consumo. En gran parte del globo terrestre, la gente niega o no quiere saber nada de restricciones que le pueda cercenar las aspiraciones o expectativas de su vida actual, aún cuando ellas se están volatilizando ante sus propios ojos con señales que están presentes en todas partes, pero que algunos se encargan de decir que, son pasajeras.

 

El  renombrado físico teórico Stephen Hawking ha advertido que la elección de Donald Trump y el británico voto del Brexit ha llegado en “el momento más peligroso en la historia de la raza humana”.  Hawking también advirtió sobre la inteligencia artificial y la creciente automatización que va a diezmar los trabajos de la clase media y va a empeorar la desigualdad, lo que motivará la agitación política significativamente. Por ahora basta ver el equipo  de gobierno que está formando D. Trump para darse cuenta de lo que vendrá.

 

Wall Street se convirtió en alcista en las últimas semanas, como si el toque de una varita mágica hubiera mejorado la economía mundial a partir de la elección de Donald Trump, en circunstancias, que es una apuesta especulativa de la sensibilidad de los inversionistas por una menor probabilidad de recesión en Estados Unidos, al proyectar un gasto fiscal agresivo que asumiría la nueva administración de EE.UU.  La suposición de que Trump empleará un billón de dólares o incluso más implica emisión de deuda, la que encontrará resistencia en los propios republicanos del Congreso. No olviden Uds., que los privados de aquí y de allá son furibundos enemigos del Estado derrochador.

 

Jim Reid de Deutsche Bank ha respondido este punto cuando dijo que la política monetaria y fiscal, no a nivel del país, sino internacional, donde los EE.UU., está inyectando cientos de miles de millones en deuda en el sistema global, que aún no es absorbido por el endurecimiento de la Reserva Federal, sino por cortesía de los bancos centrales extranjeros como el BCE y el Banco de Japón. La próxima etapa sería un experimento monetario-fiscal mundial, llamado dinero helicóptero transfronterizo, que requiere de grandes aliados globales como el Banco de Japón y el BCE.

El gran obstáculo lo ha puesto el mismo Donald Trump, con un nacionalismo que pretende contraer las fronteras físicas, económicas y financieras, lo que sin duda parece más una falacia de un discurso de demagogia electoral que de realidad. Para construir un muro en la frontera con México, deportar a los inmigrantes ilegales y “hacer grande a Estados Unidos de nuevo” se requiere de dinero para lo cual tendrá que seguir siendo agradable, no sólo con Japón y Europa, sino también con China, Arabia Saudita y el resto del mundo para que le sigan permitiendo más deuda a Estados Unidos, que es lo que ha venido ocurriendo por décadas. Otra opción sería emitir dinero dentro de Estados Unidos, lo que dispararía la inflación y las tasas, el derrumbe de la economía, que lo pueden hacer, el final imperial.

 

La promesas de rebajar impuestos a los más ricos, gastar en infraestructura y desregular el mercado para acelerar el crecimiento tendrá un efecto de corto plazo. Anteriormente se ha realizado y los datos han sido malos. La teoría del ex presidente de la FED, A. Greenspan es que, “las burbujas sólo se conocen cuando estallan”; lo más notorio de Greenspan fue decir, “Si todo va bien, ¿por qué actuar?”. Son muchos los que señalan que las políticas monetarias aplicadas por los bancos centrales “están alcanzando su límite” y han creado  “la mayor burbuja de bonos soberanos” de la historia. (Informe de Ignacio de la Torre,  profesor de Economía y finanzas IE Business School).

 

En EE UU., el número de préstamos de alto riesgo para la compra de automóviles que se volvieron morosos, suman  aproximadamente 6 millones de personas con al menos 90 días de retraso en sus pagos. La concurrencia a restaurantes también ha disminuido 1%, afectado por los gastos de alquiler, medicamentos, etc.  La gente de la calle desconoce lo que significa el término inflación o su contrario, la deflación, pero se dan cuenta que los salarios no compensan los gastos corrientes y sienten la pérdida de poder adquisitivo, entre otros por una deuda estudiantil que sobrepasa US$ 1.3 billones.

 

Por primera vez desde 1993 la esperanza de vida disminuyó un 0.1% en Estados Unidos en el 2015, de los 78.9 años a 78.8. Un descenso que parece pequeño pero que es sumamente importante. La tendencia normal en los países desarrollados es que la esperanza de vida aumente de año en año y esto no ocurría desde principios de los 90. El sociólogo noruego Johan Galtung asegura que en el 2020 Estados Unidos sufrirá un desmoronamiento total como consecuencia de la presidencia de Donald Trump.

 

China, la fábrica del mundo empezará a exportar inflación. El yuan se ha debilitado y afectará los mercados de consumo desde Nueva York a Nueva Zelanda, por los aumentos de precios que se observan y por la recuperación lenta de las materias primas, petróleo, cobre, etc., y por el impulso del gasto fiscal y la infraestructura que pueda realizar D. Trump. El ritmo se ve acelerando a partir del 2017 en que se estima la fabrica del mundo (China) aumentará hasta un máximo de 4 % en el primer trimestre, mientras que el Commonwealth Bank of Australia ve subiendo los precios hasta un 6 % en el tercer trimestre de 2017.  El futuro económico dependerá de la evolución de las economías china y norteamericana con las tasas de interés y su evolución sobre una descomunal deuda.

 

Algunos líderes mundiales afines a Trump afilan sus espuelas entre ellos, Nigel Farage del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), el político más responsable del Brexit. Viktor Orban, primer ministro en contra de los inmigrantes de Hungría,  se regocijó: “Podemos volver a la democracia real… qué mundo tan maravilloso”. En Francia no descartan a Marine Le Pen, que canalizará a los votantes franceses opuestos a la globalización y al  comercio internacional. Italia ya avanzó en tal sentido y a excepción de Austria, la UE, y su moneda única podrían sucumbir al nacionalismo provocado por el neo liberalismo, el fin de la globalización. Muchos cerrarán las fronteras para reinstalar fábricas y Chile no podrá seguir con su economía abierta de par en par.

 

Si Ud., creyó que “a lo mejor no pasa nada y que estaremos mejor con Trump”, lamento decir que no es así. Mientras en esta parte del planeta, aún seguimos  tirando desechos, desde pobres a ricos, lo dijimos al inicio, otros se preparan para seguir usando los viejos bienes como en Suecia. Seguimos apegados febrilmente al consumismo. Incluso se han instalado grandes tiendas cercanas a la frontera con Argentina, para que vengan nuestros vecinos y nos ayuden a comprar de todo. El gran “pero” es que los bienes importados subirán de precio y se trasladarán a la economía interna como inflación, la cual necesitará control aumentando las tasas, lo que repercutirá en más caída del consumo y por consecuencia, disminución del ingreso fiscal, etc. Mientras tanto, el IMACEC de Octubre en Chile, cayó en terreno negativo (-0,4%), una caída de 1,1% respecto del mes anterior. La derecha dirá que es el resultado de las reformas y  de la huida de los inversores, ellos siempre mienten y seguirán mintiendo, por eso recuerde, “Se puede mentir a pocos, mucho tiempo.  Se puede mentir a muchos, poco tiempo, pero…”.

 

¿Seremos capaces de elaborar y ponernos de acuerdo en una economía común? Se necesitará de grandes líderes que enfrenten el nuevo paradigma, porque no será posible seguir consumiendo al ritmo de décadas pasadas. La principal característica de la nueva economía, quizás la más importante es que sea capaz de contener a los 10.000 millones de seres humanos que vivirán en el 2050, los cuales deberán enfrentar si o si, el desafío mayor de pasar ordenadamente desde “el tener”,  al  “ser” e intentar ser felices. Lo contrario, mejor ni pensarlo.

 

Mario Briones R.

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