Diciembre 1, 2024

Raúl jura ante los restos de Fidel que defenderá la revolución socialista en Cuba

El Che Guevara tiene un enorme memorial, con estatua. La imagen de Camilo Cienfuegos luce en cientos o quizá miles de edificios. Y la imagen de Fidel no falta en ningún pueblo de Cuba. Pero Fidel no tendrá estatuas ni calles, ni obra pública con su nombre, dice su hermano Raúl, presidente del Consejo de Estado y de ministros, quien ha prometido retirarse en 2018.

 

 

El mandatario juró que defenderá la revolución socialista en Cuba. Ante los restos de Fidel juramos defender la patria y el socialismo, declaró emocionado.

El líder de la revolución rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida, afirma Raúl, quien anuncia iniciativas de ley para que ninguna obra pública, ni calle ni nada, lleve el nombre del comandante Castro.

Miles de santiagueros, paisanos de Fidel, aunque él nació en Holguín, se reúnen para escuchar a los líderes de los organismos de masas de la revolución cubana: trabajadores, jóvenes, mujeres, intelectuales y artistas.

El plato fuerte es el esperado discurso de Raúl Castro, quien a partir de 2008, con el retiro de Fidel, ha encabezado los cambios no traumáticos en Cuba, resumidos en el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, el enemigo histórico de esta isla.

El periodo especial

Raúl hace un discurso breve que recurre a la épica –los episodios emblemáticos de la gesta revolucionaria–, aunque con un cierto toque de autocrítica cuando habla del periodo especial, que hizo caer el PIB cubano más de 34 por ciento e implicó un deterioro sensible de la alimentación del pueblo cubano. Pocos en el mundo apostaban a nuestra capacidad de resistir.

El presidente Raúl Castro recurre a varios párrafos de un discurso que dedicó a su hermano hace más de 20 años y destaca que una de las principales cualidades del fallecido fue demostrar, una y otra vez, que sí se puede.

Demostró que sí se podía declarar el socialismo a 90 millas del imperio.

Santiago de Cuba, que se había volcado al mediodía en las calles, no alcanza a llenar la plaza Antonio Maceo, pero las miles de personas que asisten corean sin cesar el nombre del comandante en jefe.

La cavernosa voz de Raúl, que a ratos parece quebrada por la emoción, es acompañada por una consigna: Pa lo que sea, Fidel, pa lo que sea, o su variante Pa lo que sea, Raúl, pa lo que sea, adaptación rumbera de ordene, comandante.

Luego de cuatro días de un recorrido en el que miles salieron a la carretera y a las calles a rendir tributo al comandante en jefe, la caravana llega a su destino, donde la esperan miles de santiagueros, además de invitados internacionales, como Evo Morales, Nicolás Maduro, Dilma Rousseff y Lula da Silva.

Hay muchos jugadores, pero Fidel “era el líder del equipo mundial de los políticos“, dice Diego Armando Maradona, presente en el acto, porque consideraba a Fidel un segundo padre.

Este domingo, luego de que las cenizas sean depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia, muy cerca de la plaza donde se le rinde el último homenaje, terminarán los nueve días de luto nacional, que incluyeron ley seca y el cierre de espectáculos.

La plaza entera acompaña a Raúl cuando, a punto de cerrar su breve discurso, cita una frase de Antonio Maceo: ¡Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre!, muchas veces pronunciada por Fidel en sus discursos.

Fidel, Fidel, ¡hasta la victoria siempre!, concluye Raúl. La multitud canta A los héroes, de Sara González, uno de los dos himnos de la caravana y una de las tres canciones revolucionarias de Fidel, y se va al grito de Yo soy Fidel.

 

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