Diciembre 6, 2024

El fútbol mundial está de luto por la tragedia aérea del humilde club brasileño Chapecoense

El futbol está de luto. El avión que transportaba al club brasileño Chapecoense hacia Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana se estrelló el lunes por la noche cerca de Medellín, dejando un saldo de 71 muertos, entre ellos casi la totalidad del equipo, y seis heridos.

 

 

La aeronave, que operaba con vuelos chárter, perteneciente a la empresa boliviana de capitales venezolanos Lamia, fue contratada por el club para desplazar a su plantel deportivo, acompañantes y periodistas a esta ciudad, donde ayer se disputaría el partido de ida por el título ante Atlético Nacional.

La delegación viajó de Sao Paulo a la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, donde comenzó el trayecto final hacia Medellín.

Antes de partir, el técnico del club brasileño, Caio Júnior, y el dirigente del equipo, Mauro Stumpf, fueron entrevistados durante la escala en Santa Cruz. El directivo dijo al canal privado Gigavisión palabras que horas después resuenan con la tristeza del absurdo: Esperamos que este avión nos dé suerte, como fue la primera vez, que consigamos traer un gran resultado.

Señaló lo anterior al recordar que fue esa misma nave la que contrataron para viajar a Barranquilla, donde derrotaron al Junior en cuartos de final. Ambos, técnico y directivo, integran la lista de 71 personas muertas en el accidente, entre ellos 19 futbolistas y 22 periodistas.

Posible avería eléctrica

Según el coronel de la fuerza aérea colombiana, Édgar Sánchez, la tripulación del avión reportó averías eléctricas al aeropuerto José María Córdoba del municipio de Rionegro, que sirve a Medellín, poco antes de las 22 horas del lunes.

Segundos después la nave desapareció de los radares y fue encontrada partida en tres pedazos en Cerro Gordo, cadena montañosa situada a corta distancia del municipio de La Unión, 200 kilómetros al noroeste de Bogotá y a 38 de Medellín, la capital del departamento de Antioquia.

Por su parte, la Aeronáutica Civil de Colombia reportó que seis personas fueron rescatadas con vida, entre ellas el portero Jackson Follmann, a quien le fue amputada una pierna, y los defensas Alan Ruschel y Neto. Los otros sobrevivientes son Rafael Valmorbida (periodista brasileño), Ximena Suárez (auxiliar de vuelo) y Erwin Tumiri (técnico de aeronave).

Los socorristas que llegaron al lugar del siniestro, caracterizado por ser lluvioso y de difícil acceso aéreo y terrestre, indicaron que el avión no se incendió, por lo que no se descarta una falta de combustible.

No obstante, la Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia aseguró que el avión accidentado en Colombia salió en perfectas condiciones de suelo boliviano y confió en el resultado de las investigaciones.

A raíz del accidente, la Conmebol (Confederación Sudamericana de Futbol) anunció la suspensión de la final y de todas sus actividades por tiempo indefinido.

La solidaridad por la tragedia fue inmediata. El Atlético Nacional, rival con el que jugaría la final, solicitó a la Conmebol que el título de la Copa Sudamericana 2016 sea como homenaje póstumo para las víctimas. De nuestra parte y para siempre, Chapecoense campeón de la Copa Sudamericana 2016, dijo el club colombiano en un comunicado.

En tanto, la alcaldía de Medellín invitó a los ciudadanos a asistir al homenaje que se rendirá este miércoles en el estadio Atanasio Girardot, a la hora y en el lugar donde sería la final.

En Brasil, varios clubes propusieron de manera conjunta varias medidas de apoyo al Chapecoense, entre ellas el préstamo gratuito de jugadores para la temporada 2017 y la garantía de que el club no descienda en los próximos tres años.

El presidente brasileño, Michel Temer, decretó tres días de luto nacional y ofreció ayudas a las familias de las víctimas, que ya han empezado a llegar a Colombia. Además, el papa Francisco dijo sentirse consternado con la noticia.

Dilma Rouseff, ex presidenta del país, pidió reverenciar la memoria de los deportistas fallecidos, mientras Luiz Inácio Lula da Silva, su predecesor, pidió que todas las demás hinchadas abracen al equipo de Santa Catarina y se unan en este momento de extremo dolor.

Los homenajes seguirán en los próximos días en Brasil y en todo el mundo. Se habla incluso de realizar un velorio colectivo en el Arena Condá, o de llenar la cancha de Coritiba el 7 de diciembre, que es el día en que Chapecoense recibiría al Atlético Nacional.

En la ciudad de Chapecó, de 200 mil habitantes, se vivió un ambiente de tristeza. Los aficionados acudieron desconsolados al estadio de su equipo, adonde llegaron familiares de los jugadores. Algunos se desmayaban en el lugar, contó el vicepresidente del Chapecoense, Iván Tozzo, quien se salvó de la tragedia al desistir de última hora de abordar el vuelo con el resto del equipo.

No sé ni qué decirles a los familiares. No consigo hablar. Vamos a tratar de prestar todo el apoyo posible a las familias. Chapecoense tiene que continuar. Ahora hay que traer a todos, identificar los cuerpos, dijo Tozzo, quien indicó que otros nueve jugadores se salvaron del accidente pues no viajaron por decisión técnica o porque se recuperaban de lesiones: Rafael Lima, Nenem, Demerson, Marcelo Boeck, Andrei, Hyoran, Alejandro Martinuccio (argentino), Moisés y Nivaldo.

Figuras del futbol también se sumaron a los gestos de solidaridad por la tragedia. Equipos como Barcelona y Real Madrid dedicaron minutos de silencio a las víctimas durante sus entrenamientos. En Facebook, Diego Armando Maradona y Lionel Messi mandaron desde sus cuentas mensajes de apoyo al equipo brasileño.

Mi pésame para los familiares del equipo Chapecoense y de todos las personas que fallecieron en el trágico accidente de avión, en Colombia, publicó el Pibe.

Es imposible creer esta tragedia, imposible creer lo que ha sucedido, que el avión se estrelló, que esos atletas, seres humanos estuvieran en ese avión, que esta gente dejó a sus familias. Hoy el mundo llora, pero el cielo se regocija al recibir campeones, escribió Neymar en Instagram.

En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores lamentó también la tragedia del Chapecoense. En Twitter, la dependencia indicó: Los pensamientos de México están con los jugadores brasileños de Chapecoense, sus familias y afición. Deseamos pronta recuperación a heridos.

El Chapecoense era un equipo joven y poco conocido, que había cobrado notoriedad con su sorpresiva llegada a la final de la Copa Sudamericana.

Hasta 2009 el pequeño club brasileño apenas militaba en la Serie D (cuarta división) del futbol brasileño. Pero tuvo un ascenso meteórico y llegó a la primera división en 2014.

 

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