Diciembre 9, 2024

Mejora económica no ha disminuido la desigualdad de ingresos en la OCDE

La desigualdad de ingresos se mantiene en un nivel récord en la mayoría de países de la OCDE, indicó hoy ese organismo, según el cual la recuperación de la situación económica desde el 2010 no ha traducido en una disminución de la disparidad entre los hogares más ricos y los más pobres.

 

 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló en un estudio que mientras los ingresos del 10 % más rico de la población se recuperaron rápidamente tras la crisis, los del 10 % más pobre apenas han crecido.

La OCDE se sirve para su análisis del coeficiente Gini, igual a O cuando todo el mundo dispone de los mismos ingresos, y a 1 cuando una sola persona los concentra.

La media de la OCDE se situó en el 2014 en 0,318, una milésima más que en el 2007 (0,317), y la cifra más alta desde mediados de los 80.

Los países con el Gini más bajo, y por tanto con menores desigualdades, son Islandia (0,244), Noruega (0,252) y Dinamarca (0,254), y en el extremo contrario se encuentran Chile (0,465), México (0,459) y Estados Unidos (0,394).

España, rodeada por Grecia (0,343) y Letonia (0,353), anota según los últimos datos un coeficiente de 0,346, frente al 0,324 de 2007.

La OCDE apuntó que en los países desarrollados entre el 2007 y el 2010 la renta real media de los hogares reculó una media del 2,1 %, con una caída más marcada en los más pobres (-5,3 %) que entre los más favorecidos (-3,6 %).

Desde entonces, la mayor recuperación en los ingresos más elevados (+2,3 %) y la débil mejora en los otros (+1,3) ha aguzado las desigualdades.

El organismo detalla que en el 2013 y el 2014 las rentas más bajas siguieron por debajo de sus niveles de antes de la crisis, mientras que los más altos y los medios recuperaron gran parte del terreno perdido.

La OCDE precisó que aunque el subempleo y el paro generado por la crisis comienzan a “reabsorberse”, el paro de larga duración sigue siendo alto, especialmente en categorías como la de los jóvenes poco cualificados.

La crisis, a su juicio, ha afectado no solo al número de empleos, sino a su calidad: “Incluso en los países donde la situación laboral ha mejorado, la mala calidad de los empleos (…) supone una carga importante sobre los hogares”.

La OCDE recordó que los salarios se han estancado en la mayoría de países, incluidos aquellos que se libraron “relativamente” de la recesión, como Japón, mientras que han disminuido en los más afectados, como Grecia, España, Portugal y el Reino Unido.

En Europa, según su estudio, la recuperación económica empezó más tarde que en otras partes.

En concreto, en España, “pese a un largo periodo de fuerte creación de empleo estimulada por la reforma del 2012, la bajada de los salarios reales, la persistencia de un fuerte paro de larga duración y un mercado de trabajo todavía segmentado se ha traducido en una disminución abrupta de los ingresos laborales”. 

 

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