Los mismos lugares de Santiago que Rodrigo Rojas De Negri registró en imágenes en 1986, son los que este miércoles recorrió el joven fotógrafo gracias a una proyección animada -a escala humana- que fue proyectada en las fachadas de las calles que comprende el trayecto, que se inició en Matucana y culminó en la Plaza de la Constitución, cerca de las 22:00 horas.
A esta inédita acción se suma la exposición de 20 de sus fotografías, en su mayoría inéditas, que fueron tomadas en la capital durante las cinco semanas que estuvo en Chile, y que estarán en la explanada del Museo de la Memoria hasta el 25 de septiembre.
Las fotografías retratan movilizaciones sociales y vivencias de Rodrigo Rojas en la población Los Nogales de Estación Central y son parte del Fondo Verónica De Negri, que se encuentra en el Museo de la Memoria como resultado de un proyecto financiado por el CNCA a través del Fondart 2015, liderado por el investigador Jaime Cuevas Pérez.
A 30 años de su muerte, el joven fotógrafo regresa a la ciudad donde murió víctima de la dictadura, a través de una simulación animada que recorre lugares que él registró en Santiago y de una exposición con fotografías de esos lugares. Estas actividades son parte del homenaje organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Ernesto Ottone, Ministro de Cultura, expresó que “este homenaje representa la determinación que como Consejo de la Cultura tenemos de relevar las figuras de artistas y personas que a través de sus oficios ligados a la cultura, entregaron una mirada crítica de lo que sucedía en dictadura. Rodrigo Rojas De Negri es un ejemplo clave para la confirmación de nuestra memoria reciente y para seguir repensando en el rol que tienen tanto fotógrafos, como artistas visuales, actores y otros representantes de las artes en nuestro país”.
Francisco Estévez, director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, afirma que “en la persona de Rodrigo se cometió un acto de la inquisición más brutal de la dictadura contra el arte y los jóvenes de una generación que lo dio todo por la libertad de Chile. Hoy, treinta años después de su sacrificio, esta exposición nos muestra que su pasión por la fotografía y su compromiso libertario se quedarán para siempre en la memoria de las nuevas generaciones”.