Diciembre 9, 2024

Convergencia de Izquierdas declaró su total rechazo a la detención por sospecha

Convergencia de Izquierdas declaró su más absoluto y total rechazo a la “nueva” detención por sospecha, que no sólo criminaliza una vez más a los marginados, a los pobres, a los migrantes y a las y  los postergados, en una de las sociedades más desiguales y segregadas de la humanidad,  sino que también coarta la libertad de tránsito de la ciudadanía.

 

 

Asimismo, a través de un comunicado, demanda un mayor control del actuar policial, junto a su trato con la ciudadanía, en especial con aquellos que se manifiestan en las calles. “El ministro Burgos debe responder ante el país por las continuas golpizas y abusos a los que es sometido el pueblo haciendo ejercicio de su legítimo derecho, como aquellos ciudadanos que cotidianamente son afectados por la prepotencia de una policía cuyo trabajo no es fiscalizado ni sancionado”

En esta línea, Convergencia también demanda “el fin de la militarización de la Araucanía y exigimos el tratamiento del conflicto entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche como un problema político que debe resolverse por medio del diálogo intercultural. Rechazamos categóricamente la ley mordaza que criminaliza el traspaso de información de las investigaciones penales a la prensa, y que últimamente ha develado los graves casos de corrupción política  y su relación empresarial”.

 

“Este momento de contraofensiva conservadora requiere de las unidad de las  fuerzas democráticas y de izquierda tras claras definiciones políticas contra la corrupción, el duopolio y la asamblea constituyente, como ejes articuladores de los hombres y mujeres que luchan por superar el modelo actual de desarrollo, y que desean crear una nueva alternativa política, que reivindique la acción política como una herramienta de transformación social al servicio de las grandes mayorías que habitan  Chile”, finaliza.

 

DECLARACIÓN

Tras algo más de dos años de gobierno de la Nueva Mayoría las cuentas no son alegres,  la promesa de un programa que “escuchaba a la calle” y las demandas expresadas desde el 2011 en adelante han devenido en micro reformas completamente alejadas del sentir ciudadano. En primer lugar  fueron sepultadas las pretensiones de la Reforma Tributaria, que chocaron con la primera piedra de “la cocina”, y posteriormente todas las reformas de aquel programa tan preciado para quienes sinceramente creyeron en el espíritu reformista de  la concertación siguieron el mismo destino. Los sectores que se integraron desde la izquierda a la nueva mayoría fueron transformados en totalmente irrelevantes dentro de esa coalición, poniendo en juego su herencia de representante de las demandas populares.

 

Simultáneamente se ha develado las escandalosas redes de corrupción al interior de la élite económica y política, que ya no solo se basan en una ideología neoliberal, sino también por corrupción pura y dura, mostrando la completa carencia de ética presente en esa espuria relación entre política y dinero que ha alimentado el duopolio.

 

Así, un gobierno sin programa y sin dirección política, capturado por los sectores más neoliberales de la coalición en conjunto con una elite desprestigiada, enfrentan la desconfianza y el descrédito ante la ciudadanía, con leyes que buscan asegurarles el control de la población aun a costa de sacrificar la transparencia de la actividad pública, la libertad de movimiento, la presunción de inocencia y la libertad de prensa, al tiempo que buscan cerrar el sistema político con una ley de partidos políticos que dificulta cualquier nueva alternativa distinta al duopolio y  que llegue a cuestionar el orden neoliberal que legó  la dictadura.

 

Ante esta recomposición conservadora, autoritaria y antidemocrática de la elites gobernantes, Convergencia de Izquierdas declara su más absoluto y total rechazo a la “nueva” detención por sospecha, que no sólo criminaliza una vez más a los marginados, a los pobres, a los migrantes y a las y  los postergados, en una de las sociedades más desiguales y segregadas de la humanidad,  sino que también coarta la libertad de tránsito de la ciudadanía. Asimismo demandamos un mayor control del actuar policial, junto a su trato con la ciudadanía, en especial con aquellos que se manifiestan en las calles. El ministro Burgos debe responder ante el país por las continuas golpizas y abusos a los que es sometido el pueblo haciendo ejercicio de su legítimo derecho, como aquellos ciudadanos que cotidianamente son afectados por la prepotencia de una policía cuyo trabajo no es fiscalizado ni sancionado. Asimismo demandamos el fin de la militarización de la Araucanía y exigimos el tratamiento del conflicto entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche como un problema político que debe resolverse por medio del diálogo intercultural. Rechazamos categóricamente la ley mordaza que criminaliza el traspaso de información de las investigaciones penales a la prensa, y que últimamente ha develado los graves casos de corrupción política  y su relación empresarial.

 

Este momento de contraofensiva conservadora requiere de las unidad de las  fuerzas democráticas y de izquierda tras claras definiciones políticas contra la corrupción, el duopolio y la asamblea constituyente, como ejes articuladores de los hombres y mujeres que luchan por superar el modelo actual de desarrollo, y que desean crear una nueva alternativa política, que reivindique la acción política como una herramienta de transformación social al servicio de las grandes mayorías que habitan  Chile.

 

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