Noviembre 18, 2024

En el día Internacional de la Mujer, recordamos a la querida e inolvidable maestra Gabriela Mistral

Parece que sobre esta insigne escritora todo estuviera dicho, sin embargo, mientras más se lee de ella, más deseos dan de seguir estudiando sobre su pensamiento, hasta llegar a la conclusión de ¡qué poco conocemos en Chile sobre esta maravillosa mujer!, quien fue capaz de mostrar caminos a seguir en tantas partes del mundo.

 

 

En la profesora Gabriela Mistral, la palabra se hace cargo de la situación social, política, económica, cultural, educativa, histórica de un país, para traducirse en un compromiso con la humanidad que la conduce hasta la poesía, como una manera de llegar a un estado máximo del arte de escribir.

Quiero dejar en claro que esto no responde a un estudio investigativo sobre Gabriela, más bien es un encuentro con su defensa rebelde, una defensa de raíz desde lo local hasta América Latina y hacia el  mundo, porque si realmente hay alguien en este país que hizo una defensa transparente, sencilla y asertiva e incorruptible de nosotros, olvidados seres humanos de este lado del mundo, esa fue Gabriela Mistral; una referencia que nos salva aún de lo que ya no somos y de lo que queremos ser y construir como futuro.

Cuando más se lee a Gabriela, más grande se nos hace, por lo tanto, no me puedo referir detenidamente a toda la diversidad de temas que han sido problemáticas de sus crónicas, artículos y ensayos aparecidos en diarios y revistas del mundo occidental, verdaderos discursos sobre política. Se cuentan más de 700 de estos escritos, donde se destaca su defensa identitaria, su amor por la libertad, su propuesta de autosuficiencia americana de acuerdo a las propias necesidades de sus habitantes, la importancia de la educación para el fortalecimiento de los valores; ya sea, en los aspectos políticos, económicos y culturales, marginados de la cultura dominante, en tanto la tierra, el indígena, los niños, la clase trabajadora y la mujer.

Cuando aún nadie hablaba de defensa ambiental, esta defensa se encuentra implícita en sus escritos donde hace descripciones geográficas de países de América Latina; encontramos algunos en el libro “Gabriela anda por el mundo” de Roque Esteban Scarpa, cuando describe en prosa poética, la naturaleza: montañas, minerales, ríos, árboles, aguas; la historia, los pueblos de América, el sol americano, la cordillera de los Andes y mucho, mucho más, como fundamento de identidad y defensa “ecológica” (aunque en ese entonces aún no se conceptualizaba la palabra); emociona ver cómo en este caso su palabra se hace profética, ya que hoy, nos encontramos frente a graves problemáticas de destrucción de nuestra naturaleza, de exterminio de nuestras comunidades y saqueo de nuestros recursos.

Hay un libro sobre Gabriela Mistral, escrito por Matilde Ladrón de Guevara, quien siendo muy joven se desplaza a Nueva York para vivir con ella durante un año y escribir sobre su vida, libro que hace con el consentimiento de Gabriela; de esta vivencia humana y periodística, escribe este libro que en Chile apenas se conoce y que apareció a través de la editorial de la revista “Hoy” durante los años 80 en una edición resumida y en tres capítulos con el nombre de “La rebelde Gabriela” la edición completa tiene el nombre de “Gabriela Mistral, rebelde magnífica”.

Quiero destacar, la espontaneidad y naturalidad con la que Matilde va contando cotidianamente la vida de Gabriela, la empatía mutua que la hace escribir, elocuentemente, desde la palabra femenina. Matilde Ladrón de Guevara, esta mujer chilena escritora y poeta de la generación del `50 quien también ejerció el periodismo, incluso como reportera fuera del país.

Cito esta antología como referente, ya que la visión de Gabriela que describe esta autora nos la muestra natural con su quehacer de escritora, nos dice que escribe como respira, se comunica e interactúa como camina, sin performance, sin ambages, sencilla y chilensis como cualquier ciudadano honesto de nuestra patria, un ejemplo de asertividad y carácter a seguir por quienes buscan, incansablemente, la palabra poética, política o periodística, que en Gabriela son indivisibles.

Desde este estado valórico transparente, propuso un estado ideal para América Latina. Su propuesta fue desde el origen:

*Su interés por la tierra que la lleva a un juicio político y económico

*Su interés por el indigena que nos remite a una preocupación política y social

*Su interés por la mujer que demuestra una inquietud política y cultural

La tierra, el indigena y la mujer nos conducen a una problemática de poder, vigente en nuestros días, situaciones que aún los gobiernos no han sido capaces de resolver y que además, a partir del trauma histórico y retroceso provocado por la dictadura, se han acentuado cada vez más en los últimos gobiernos.

Sus crónicas se encuentran desarrolladas a través de un lenguaje sencillo, capaz de comunicarse con la gente más modesta, trabajadora, marginada de los poderes centrales y de aquella clase beneficiada como elite intelectual. Su preocupación por la clase de donde proviene la enaltece; cuando vemos un discurso enriquecido por su inteligencia, su sensibilidad, conocimiento y experiencia, que no la hacen olvidar su raíz de campesina humilde, de indígena diaguita del valle de Elqui como lo decía con decisión y dignidad.

El pensamiento de Gabriela Mistral ha sido compilado a través de cartas dirigidas a sus amigos, escritores, políticos, intelectuales, también a través de artículos que ella llamó “recados” publicados en diarios y revistas de  Chile y el mundo, estos recados que tienen la extensión de un breve ensayo, donde expone sus ideas críticas y sugerencias.

Los temas de Gabriela siempre apuntan a todo pensamiento que tenga que ver con el devenir de la humanidad, lo que demuestra su gran capacidad de construir cultura y sociedad a partir de la palabra, ya sea poética o periodística.

Dice Luis Vargas Saavedra, compilador del libro “Recados para hoy y mañana” que Gabriela Mistral tuvo la capacidad de percibir los “signos de los tiempos”. En estos textos no sólo queda de manifiesto la excelencia de su prosa, sino la visión profética contenida en ellos, lo que hace que estos escritos tengan una vigencia perdurable.

En el libro de Jaime Quezada “Bendita mi lengua sea”, se define un objetivo testimonial, ya que este diario rescatado de Gabriela, nos da cuenta de muchas cuestiones que de no ser por ella, no las sabríamos; por ejemplo, el sentimiento indigenista que nace como una defensa de nuestra raíz frente a la pedantería de la generación del 98 en España, quienes durante tantos años, han sido valorados en las aulas de nuestro Chile incluso en las de muchas universidades y que sin embargo, siempre miraron a los habitantes de América Latina con menoscabo. Gabriela nos hace una apelación, ya que al leer este pasaje de su diario, es imposible que nos quedemos impasibles y no cambiemos nuestro pensamiento ¿por qué seguir admirando a quienes nos maltratan con su gesto déspota? Ella da cuenta de una crítica consistente de lo que fuera el pasaje de la historia de la cual se enaltecían estos hijos de la conquista, henchidos de nacionalismo español.

Nunca olvida su raíz vaya por donde vaya esté con quien esté, sus comentarios, sus críticas siempre las hace desde una concepción referencial del lugar donde nació y desde allí hacia la visión de América Latina para el mundo. Están siempre presentes la defensa de la tierra americana y sus hijos, los indígenas raíz etnológica de la Patria Continente América Latina y el Caribe.

En recados para hoy y mañana del compilador Luis Vargas, nos encontramos con uno cuyo título es “Celebración del 12 de octubre en las Antillas”, fechado en el año 1933 donde nos evidencia su crítica dura hacia la conformación de la mentalidad y actitud del español frente a América Latina, su insensibilidad y su poderío de superioridad racial, hace crítica dura hacia la destrucción de la religiosidad ancestral; la nuestra, en relación a la occidental que, pregonaban con la violencia de la tortura, la muerte y la insensibilidad del catolicismo frente a esto.

También encontramos otro artículo cuyo nombre es “El recelo histórico entre las Américas” fechado en 1948, donde se evidencia el gran conocimiento sobre política internacional que Gabriela maneja, una cantidad de elementos dentro de lo que es la política económica, cultural, educativa, incorporando conceptos de “capitalismo” “clase trabajadora” “seudo democracia” en fin… conceptos aún vigentes tal como fueron tratados en sus escritos y que nos recuerdan a través de su asertividad nuestros olvidos y compromisos, en muchos casos.

También escribió “Pueblo soberano inculto” con fecha 1941, donde evidencia el peligro que existe para la democracia cuando ciudadanos incultos deben tomar decisiones en las urnas, lo que evidencia además, su gran preocupación por la educación de la clase trabajadora y pueblo en general; actualmente vigente en lo que es la corrupción de los gobernantes elegidos, repetidamente, por el mismo pueblo.

Gabriela Mistral también tiene artículos donde recoge su pensamiento sobre el movimiento femenino chileno que se inicia en la lucha por la reivindicación de los derechos de la mujer, muchos de ellos los encontramos entre los años 1925 y 1928, la mayoría en el Mercurio de Santiago. Nombro tres de ellos que aparecen en el libro “Por la Humanidad Futura” antología política de Gabriela Mistral, publicada recientemente por Diego del Pozo a través de La pollera ediciones. Cito algunos:

*“Organización de las mujeres” 1925. Ironiza, diciendo que el feminismo en Chile parece más una especie de “tertulia, más o menos animada”. Alude y llama más bien a formar organizaciones feministas desde una mirada de clase. Todo pensamiento en Gabriela convoca a una mirada de clase, en realidad hay que decirlo, critica el carácter burgués de este feminismo que se encuentra bien lejos de resolver realmente las problemáticas sociales de la mujer.

*“Feminismo, una nueva organización del trabajo” en 1927, toca el tema del trabajo en la mujer, analizándolo desde la perspectiva de la naturaleza femenina, concluye proponiendo tres tipos de trabajo, uno sólo para hombres, otro sólo para mujeres y otro para mujeres y hombres. La mujer, al igual que el hombre, trabajador, obrero, se expondría a una injusta sobreexplotación, ya que expresa la falta de justicia para la clase trabajadora, en tanto no se resuelva el problema laboral de la clase trabajadora en general, hombres y mujeres, no se puede definir con justicia la organización del trabajo femenino, aún más en el caso de la mujer que también tiene un rol insoslayable en la educación y cuidado de sus hijos.

*“El voto femenino” habla de ello en un artículo del año 1928 y sólo en 1949 se legisla totalmente sobre el voto femenino. Vale recordar, que ella recibe el premio Nobel de literatura en circunstancias que en Chile aún la mujer no era reconocida como capaz de emitir un voto en las urnas.

Gabriela fue irónica con las feministas de su tiempo, pensó que no eran lo suficientemente inteligentes, ya que tenían muy poca visión respecto de un cambio sistémico en el orden de lo laboral, las veía poco comprometidas con la mujer trabajadora y veía que se entrampaban en cuestiones que poco tenían que ver con una verdadera condición de libertad. Las ve con muchos más sentimientos personales que con razón. Las ve como un grupo de damas de clase alta, haciendo guiños a posturas artificiales y que no llegan a una mayor profundidad en la problemática.

Actualmente, por ejemplo, se dice que la mujer se liberó porque trabaja. Pero, cuando llega a la casa lo único que hace es seguir trabajando. También se habla de la liberación sexual de la mujer, pero la realidad crítica nos muestra cómo cada vez y con mayor intensidad la mujer se ve convertida en un producto de mercado, donde poco tienen que ver sus verdaderos intereses de respeto e igualdad, ya que los parámetros sociales y culturales vigentes siguen siendo los instaurados por el hombre; en todo caso, no sólo la mujer está convertida en producto de mercado, especialmente del comercio sexual para consumo masculino.

En resumen, Gabriela Mistral la poeta, política, periodista, escritora, instauró un pensamiento aún vigente que podría servir de base para la construcción de nuestra sociedad. Pasa que la conocemos poco, pasa que su pensamiento no está incorporado en los planes y programas de estudio que tanto nos determinan, pasa que aún no hay suficiente valoración hacia ella.

No sirven tantos homenajes, seguimos con el sólo aprendizaje de dos o tres de sus poemas en las aulas de nuestro país, en circunstancia que nos estamos perdiendo la construcción de una sociedad mejor a partir del pensamiento vigente de Gabriela.

Ahora que se habla desde el oficialismo y fuera de él sobre asamblea constituyente, me gustaría saber  si son y somos capaces de considerar como claves de una nueva constitución el pensamiento de Gabriela, ya que ese sí sería un verdadero homenaje a esta librepensadora chilena que deja de manifiesto su adhesión al sueño bolivariano de la Patria Continente América Latina y El Caribe

Su defensa de América Latina es transversal, despierta un sentimiento responsable y referencial sobre lo que significa nuestra tierra, la naturaleza latinoamericana, desde la conciencia que defiende lo local y nuestras raíces indigenistas, pero no como un nacionalismo ciego y ensimismado, sino hacia una concepción latinoamericana y universal.

Me quedo, principalmente, con su visión latinoamericanista y a partir de esta reivindicación territorial, soñar con fundar una política educativa para despertar a este “pueblo soberano inculto” del que nos hablara y así, poder incorporar el amor por un territorio que requiere por sobretodas las cosas ser defendido. Como ella dijo “Maestro: enseña en tu clase el sueño de Bolivar, el vidente primero. Clávalo en el alma de tus discípulos como agudo garfio de convencimiento….Divulga la América…” y termina diciendo, “… no seas un ebrio de Europa, un embriagado de lo lejano, por lejano extraño, y además caduco, de hermosa caduquez fatal” (“El grito”).

Actualmente, hay mucho que deshacer y hacer en educación, una educación que parece caminar hacia delante, pero camina en un sentido bien distinto a la propuesta de Gabriela. Yo soy profesora de Castellano, he podido bien poco sobrevivir al sistema educativo, que siento está cada vez más entrampado y sujeto a paradigmas dictatoriales y odiosos.

La importancia de la defensa de una cultura de raíz se hace urgente en nuestras salas, sentir el amor que tanto necesitamos para defender nuestra tierra. No deberíamos permitir más el menoscabo de nuestros pueblos indigenas, de estas tierras explotadas por el extranjero, que hoy se traduce en todo lo mega, megaminería, megacultivos, megacomercio, que se traduce en la MEGALOMANÍA y la megaestupidez. Aquí me detengo para recordar casos como el del pueblo de Caimanes, Alto Maipo, Pascua Lama y hoy, la amenaza del TPP, que convierte las semillas en propiedad privada ¿Es así como le hacemos honor a una de las más importantes pensadoras de nuestra América? Entonces, basta de tanto homenaje a Gabriela y pongamos más empeño en poner en práctica su pensamiento; profundicemos esta “América, América, todo por ella, porque todo nos vendrá de ella ¡desdicha o bien!”

Ana Leyton, Sociedad de Escritores de Chile.

Siempre es 8 de Marzo.

En nuestra Organización No Gubernamental ADDHEE.ONG, recordamos hoy a todos aquellos Seres Humanos maravillosos, mujeres que lucharon por darle sentido a sus vidas, y que se solidarizaron con la lucha en contra del perverso, irracional y degenerado sistema político económico capitalista salvaje globalizado: Prof. Margot Honecker, Gerda Böttcher, fundadoras de la Revista Latinoamérica, un Pueblo Continente, la fundación Cesal e.V y Codeh/Codes, Comité de Defensa de los Derechos Humanos y Sindicales, Berlín/República Democrática Alemana/11 de Septiembre de 1977…

Algunas precisiones semánticas: Americanos, indios y araucanos. 

En el marco de la asculturación sometida a los Pueblos Latinoamericanos, nos han impuesto los apelativos: Americano, indio, araucanos, etc. Es falso de falsedad absoluta llamarles “americanos” a los habitantes de los Estados Unidos, su nombre correcto es estadounidense. También es falso de falsedad absoluta llamarles “araucanos” a los hijos del Pueblo Mapuche, y llamarles “indio” a los indígenas de América Latina. Colón les llamó “indios” porque creyó que había llegado a la India. Indio es la persona natural de la India.

Maestro, maestra, según el maestro libertador José Martí Pérez y la profesora Gabriela Mistral/Lucila Godoy Alcayaga, “Maestro es el formador del Ser Humano en general, y de su consciencia social en particular”…

 

Jorge Bustos B.

Presidente ADDHEE.ONG/Congemar

 

Lic. Yirsela Peirano Cofré

Asistente ADDHEE.ONG

 

Certificó:

Prof. Moreno Peralta/IWA

Secretario ejecutivo ADDHEE.ONG

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