Diciembre 11, 2024

Sergio González Rodríguez: “La desaparición de los 43 de Ayotzinapa está relacionada a factores geopolíticos”

Cuernavaca.- En entrevista con Clarín.clSergio González Rodríguez (1950), denuncia la participación de agentes norteamericanos en México: “Desde la entrada en vigor del Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, entre México, Estados Unidos y Canadá, se reafirmó la inscripción de México al Comando de América del Norte, este organismo militar de Estados Unidos mantiene una política de contrainsurgencia y todos los días llevan a la práctica el convenio en territorio mexicano, hay más de 25,000 agentes de inteligencia de Estados Unidos en México que realizan sus operaciones armados, hay más de 50 bases militares en México para uso exclusivo de Estados Unidos. En los documentos norteamericanos viene información del área de inteligencia –confirmada por fuentes mexicanas- de que participaron agentes de Estados Unidos en los hechos de Iguala, la Escuela de Ayotzinapa está infiltrada por diferentes agencias y el Ejército”. Los 43 de Iguala. México: verdad y reto de los estudiantes desaparecidos (2015) es un estudio de caso de la tesis Campo de guerra (Premio Anagrama de Ensayo 2014).

 

 

Autor de los libros: Los bajos fondos, el antro, la bohemia y el café (1988), El centauro en el paisaje (1992), Huesos en el desierto (2002), De sangre y de sol (2006), El hombre sin cabeza (2009),Campo de guerra (2014) y Los 43 de Iguala (2015). El escritor Sergio González Rodríguez también publicólas novelas: La noche oculta (1990), El triángulo imperfecto (2003), El plan Schreber (2004), La pandilla cósmica (2005), El vuelo (2008) y El artista adolescente que confundía el mundo con un cómic (2014).

 

La negativa de los militares para declarar ante el Grupo de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que investiga los crímenes de Iguala, y el financiamiento gubernamental destinado a campañas mediáticas, forman parte de la misma estrategia, según la conclusión de Sergio González Rodríguez: “Tratan de reemplazar la responsabilidad de investigar a fondo con propaganda, pretenden convencer a la sociedad para que generen percepciones positivas sobre el gobierno, ellos pagaron un docudrama… este tipo de respuestas son obvias, nos hablan de un tipo de gobierno que decide tratar de manipular los efectos en lugar de combatir las causas, además no hay voluntad política para investigar por mucho que lo declare la PGR o la Secretaría Gobernación (Ministerio del Interior), en el mismo sentido está la renuencia de miembros de las Fuerzas Armadas para ser interrogados directamente so pretexto de no vulnerar la Seguridad Nacional, el Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte impide al Ejército mexicano someterse al escrutinio de la CIDH, porque los militares se rigen por los conceptos de Seguridad Nacional de los Estados Unidos”.

 

MC.- Sergio, ¿cómo fue el proceso de investigación y escritura del libro Los 43 de Iguala?

SGR.- Cuando sucedió la noche atroz de Iguala empecé a leer las noticias para saber de qué se trataba, recuerdo que apareció en muy bajo perfil la primera noticia donde se hablaba prácticamente de un conflicto entre estudiantes y la policía, a los pocos días vimos que era un asunto más grave, y la autoridad al contrario de investigar los hechos, simplemente dijo que era un problema local, argumentaron la autonomía del municipio, obviamente el crimen resultó tan grave que el caso terminó en la Procuraduría General de la República (PGR), a partir de septiembre me interesé en la información y comencé a recopilar datos, algunos amigos editores me preguntaron si escribiría un libro porque la noticia de los estudiantes de Ayotzinapa tenía una resonancia muy fuerte en el extranjero, poco a poco fui elaborando un primer texto, terminé el libro después de tres meses de investigación y otros tres meses de escritura, Los 43 de Iguala (Anagrama, 2015) salió en el primer aniversario, es un libro corto (163 páginas), pero también es la aplicación de un estudio de caso de la tesis que manejé en mi libro anterior Campo de guerra (Anagrama, 2014).

MC.- El alcalde de Iguala y su esposa eran cómplices del narcotráfico, la policía local trabajaba para el cártel “Guerreros Unidos” y el 27 Batallón de Infantería sabía lo que estaba pasando la noche del 26 de septiembre en Iguala. Tu libro presenta un contexto geopolítico para entender el crimen de Estado…

SGR.- Es muy importante que observemos la noche atroz de Iguala como algo que no se circunscribe a un problema criminal, o la pugna entre grupos criminales, que desembocó en el ataque y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; yo creo que es un problema de índole político, los antecedentes son profundos: se refieren a la pobreza, la desigualdad y la marginación que hay en el Estado de Guerrero, también tienen que ver con factores relacionados con la historia propia de Guerrero: la guerrilla, la siembra y el tráfico de drogas, los grupos criminales, la presencia del Ejército y la Marina, y la inversión extranjera, a través de los grandes corporativos de la extracción minera, no podemos pasar por alto los factores geopolíticos y las agencias de inteligencia de Estados Unidos que operan en México.

 

MC.- ¿Desde cuándo operan los agentes de Estados Unidos en México?

SGR.- Desde la entrada en vigor del Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte, entre México, Estados Unidos y Canadá, se reafirmó la inscripción de México al Comando de América del Norte, este organismo militar de Estados Unidos mantiene una política de contrainsurgencia y todos los días llevan a la práctica el convenio en territorio mexicano, hay más de 25,000 agentes de inteligencia de Estados Unidos en México que realizan sus operaciones armados, hay más de 50 bases militares en México para uso exclusivo de Estados Unidos. En los documentos norteamericanos viene información del área de inteligencia –confirmada por fuentes mexicanas- de que participaron agentes de Estados Unidos en los hechos de Iguala, la Escuela de Ayotzinapa está infiltrada por diferentes agencias, por el Ejército –los militares reconocieron que tenían a un soldado desaparecido en el grupo de los 43-, y por el crimen organizado; la información está en mi libro, las fuentes son extensas y válidas, esto cambia el marco de lectura que desde un primer momento se presentó como una narrativa de “buenos” vs “malos”, creo que acontecimientos de alto impacto como la noche de Iguala merecen un replanteamiento y tenemos que dotar al lector de la mayor cantidad de información para que pueda apreciar mejor los hechos.

 

MC.- Siguiendo con la idea de “replantear el marco de lectura”, ¿tienes planes para reeditar tu libro con los avances en la investigación del Grupo de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?

SGR.- Cuando publiqué mi libro, simultáneamente, se presentó el Informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos de la CIDH, pero recordarás que su informe fue dado a conocer por entregas a lo largo del año, donde ya se perfilaban las mismas conclusiones que después se integraron al Informe final y esto hizo posible que yo pudiera incorporar y ampliar la información que desmiente la versión oficial de la PGR, el Informe del Grupo de Expertos no añade nada nuevo a lo que escribí en mi libro, la ventaja en mi libro es que yo sí puedo incluir una lectura política, además del Informe pericial y forense del Grupo de Expertos, las dos investigaciones llegaron a la misma conclusión, hay una coincidencia: cualquiera que lea las averiguaciones previas de la PGR, o se base en las declaraciones de la “verdad histórica” se dará cuenta que son sumamente cuestionables, pues abundan las inconsistencias y las contradicciones.

 

MC.- ¿Cómo defines tu enfoque al estudiar un crimen de Estado?

SGR.- Debo comentar que estudié en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, también soy licenciado en periodismo por la Escuela Carlos Septién García y tengo dos maestrías en derecho (“Políticas jurídicas” y “Justicia penal y seguridad pública”). Por el conocimiento especializado que tengo en estos temas puedo realizar una tarea de análisis más detallada que lo habitual, es una ventaja al momento de dar una lectura integral para beneficio de los interesados en estudiar la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

 

MC.- Tu libro incluye mapas del Estado de Guerrero con las zonas de influencia del narco y la guerrilla; también  hay diagramas del “Modelo de amenazas” y la “Maquinaria insurgente”. ¿Por qué publicas este tipo de iconografía sobre Guerrero y 113 notas a pie de página?, ¿piensas en lectores del extranjero?

SGR.- Eso que señalas es interesante, se piensa en lectores extranjeros, pero también pensaba en los lectores mexicanos, recordemos que México es un país de jóvenes, con un promedio de edad de 29 años, muchos de estos chicos no conocen la historia de los zapatistas de 1994…

 

MC.- Tampoco conocen la historia de Lucio Cabañas…

SGR.- No saben quién fue Lucio Cabañas o Genaro Vázquez, no saben que hubo una guerrilla en México y la Operación Cóndor, no saben que desde la década de 1970 hay sistemáticamente operaciones de contrainteligencia por parte del Estado mexicano para contener la guerrilla.

 

MC.- Los jóvenes son un público cautivo para las películas con actores de la televisión, ¿qué opinas del “docudrama” inspirado en la “verdad histórica” de la PGR?

SGR.- Es una respuesta gubernamental que yo siempre he cuestionado: tratan de reemplazar la responsabilidad de investigar a fondo con propaganda, pretenden convencer a la sociedad para que generen percepciones positivas sobre el gobierno, ellos pagaron un “docudrama” donde se busca que la gente acepte: “en realidad la noche de Iguala es un problema del crimen organizado, es un tema de nota roja y por lo tanto no debe merecer tanta atención”, este tipo de respuestas son obvias, no satisfacen las preguntas de la gente, mucho menos de las familias de las víctimas y nos hablan de un tipo de gobierno que decide tratar de manipular los efectos en lugar de combatir las causas, además no hay voluntad política para investigar por mucho que lo declare la PGR o la Secretaría Gobernación (Ministerio del Interior), en el mismo sentido está la renuencia de miembros de las Fuerzas Armadas para ser interrogados directamente so pretexto de no vulnerar la “Seguridad Nacional”, el Acuerdo para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte impide al Ejército mexicano someterse al escrutinio de la CIDH, porque los militares se rigen por los conceptos de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

 

MC.- Ante la nula voluntad política para investigar los crímenes de Iguala, en tu opinión de abogado, ¿el caso de los 43 de Ayotzinapa llegará a Tribunales Internacionales?

SGR.- El gobierno tiene la tradicional actitud de cumplir con la firma de acuerdos internacionales, pero en la práctica no se respetan los derechos humanos. A pesar de la presión internacional vamos a ver que los jueces aceptarán las averiguaciones previas de la PGR, y podrían emitir una sentencia acorde con la “verdad histórica” del gobierno, si la impunidad se consolida en México, el caso de la noche atroz de Iguala debería llegar a los Tribunales Internacionales.

 

MC.- Finalmente, ¿por qué eliges un fragmento de “La fórmula secreta” de Juan Rulfo para el colofón de tu libro?

SGR.- No podemos olvidar que Juan Rulfo es el gran exponente de la narrativa de lo trágico en el país, en algún momento yo proponía que las dos grandes tradiciones de la narrativa mexicana son la vertiente trágica que representa Juan Rulfo y la vertiente sarcástica que encarna Jorge Ibargüengoitia, no digo que todas las narrativas mexicanas se remitan a las dos vertientes. Incluí en el colofón un texto de Rulfo porque la tragedia de los 43 muchachos nos recuerda la vertiente narrativa de Rulfo.

 

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