Diciembre 1, 2024

Más de 200 mil militares estadounidenses desplegados por el mundo

Las fuerzas armadas de Estados Unidos tienen hoy más de 200 mil militares desplegados en un centenar de países de todos los continentes, de acuerdo con reportes del Departamento de Defensa.

 

 

    Unos nueve mil 800 permanecen en Afganistán, mientras cerca de tres mil 500 en Iraq y Siria con el pretexto de combatir al Estado Islámico (EI), la mayoría de estos últimos de la 82 División Aerotransportada.

    La Marina mantiene desplegados alrededor de 40 buques, el mayor de los cuales es el portaaviones USS Harry S. Truman -con unos cinco mil marineros y oficiales a bordo-.

    En los últimos días, esta unidad naval cruzó el Canal de Suez junto a sus barcos escoltas para basificarse en el Golfo Pérsico, y desde ahí participar en los bombardeos contra objetivos del EI en la región.

    Estas embarcaciones se unen a la campaña aérea que iniciaron Washington y sus aliados en agosto de 2014 y extendieron a Siria en septiembre del mismo año, operaciones calificadas de ilegales por las autoridades de Damasco.

    También en esa zona del Levante opera un grupo anfibio de infantería de marina, con capacidades para cumplir misiones ofensivas de desembarco, y encabezado por el buque USS Kearsarge, con unos cinco mil marines a bordo.

    En Asia Pacífico hay unos 50 mil militares en Japón, otros 28 mil 500 en Corea del Sur y cerca de mil en Australia y Singapur.

    Tras la experiencia del atentado en septiembre de 2012 contra el consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi, donde murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres diplomáticos, el Pentágono tomó medidas para responder con urgencia a situaciones similares en el futuro.

    Fue así que surgió la Fuerza de Tarea Combinada Conjunta del Cuerno de África, ubicada en Camp Lemonnier, Djibouti, la mayor base norteamericana en ese continente. Allí hay más de cuatro mil uniformados norteamericanos, mientras otros mil están desplegados en diversos lugares en toda la región.

    Además, la Casa Blanca ordenó en 2013 el despliegue de unos 500 infantes de Marina en la base militar de Rota, en el sur de España, cuya misión es actuar como elemento de intervención rápida en caso de amenazas a intereses estadounidenses en territorio africano.    Según el diario Stars and Stripes, en los últimos dos años, unidades de la primera División de Infantería del Ejército estadounidense, con sede en Fort Riley, estado de Kansas, participaron en más de 100 ejercicios y entrenamientos en cerca de 40 países de la región.

    Según el Pentágono, más de 64 mil militares estadounidenses están estacionados en Europa, en enclaves castrenses ubicados en Alemania, España y las repúblicas exsoviéticas del Báltico y otros tres mil en Turquía. En los últimos dos años Washington incrementó sus actividades bélicas en el continente europeo, acciones denunciadas por Rusia como una amenaza a sus intereses.

    En Centro y Suramérica hay unos cinco mil 500 militares del país norteño. En áreas del Caribe el Pentágono mantiene una presencia naval permanente, con el pretexto de la lucha antidroga, mientras en Cuba está la base naval de Guantánamo, ubicada en territorio de la isla contra la voluntad del Gobierno y el pueblo de la mayor de las Antillas.

    Todo este despliegue a nivel global en varios centenares de bases, estiman expertos, está destinado a hacer valer los intereses de Washington y en algunos casos, como en Afganistán cumplen misiones de ocupación.

    El presidente Barack Obama, anunció el 15 de octubre pasado su decisión de mantener los nueve mil 800 militares que están en Afganistán actualmente y reducir esa cantidad a cinco mil 500 a principios de 2017, después que termine su mandato como jefe de la Casa Blanca.

    El gobernante señaló que algunas de las unidades cumplirán misiones de entrenamiento y asesoría a fuerzas locales y otras participarán en la búsqueda y aniquilamiento de combatientes de Al Qaeda, del Estado Islámico y de otros grupos que operan en la nación asiática.

    Desde el inicio de la guerra en Afganistán en octubre de 2001, murieron más de dos mil 400 oficiales y soldados estadounidenses, y otros 20 mil resultaron heridos.

 

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