El informador Dorance Herrera, de 28 años, fue tiroteado por dos sicarios en motocicleta mientras caminaba junto a un amigo en la tarde del lunes 23 de noviembre en la localidad de Caucasia, Bajo Cauca, departamento de Antioquia, noroeste de Colombia, según informó la Agencia de Prensa del Instituto Popular de Capacitación (IPC). La víctima es el cuarto periodista asesinado en Colombia en 2015.
El periodista apoyó procesos sociales como la entrega a campesinos de predios en extinción de dominio y en la pasada contienda electoral de autoridades locales celebrada en octubre 2015 respaldó al partido Cambio Radical, al que pertenece el vicepresidente de Colombia, Germán Vargas Lleras.
La policía precisó que el informador fue asesinado junto a su amigo y compañero de estudios Marlon Faddoul Quiroz, con quien cursaba ingeniería de construcción en una universidad de Montería, Cartago, Colombia.
Formado en la Universidad de Antioquia y dedicado actualmente a la venta de lotes de terreno, aparte de estudiar y adherirse al movimiento Cambio Radical, según Fecolper Herrera también estaba interesado en proyectos sociales y políticos. El informador dejó el periodismo después que las mafias narco-políticas lo conminaron a abandonar Caucasia durante la última campaña electoral.
El periodista local Leiderman Ortiz recordó un panfleto con amenazas de muerte a Herrera y a otros dirigentes políticos si no abandonaban Caucasia, reportó hoy El Universal. En enero fue asesinado en esa misma localidad el dirigente Sergio Guerra, compañero de Herrera en Cambio Radical.
Patrón repetido
El asesinato de Dorance Herrera repite el patrón de asesinatos que en América Latina está cobrando la vida de casi medio centenar de periodistas anuales en una verdadera campaña de exterminio permanente impulsada principalmente por los poderes fácticos locales, integrados por corruptas figuras políticas estadales, provinciales o municipales, asociadas a narco-mafias y grupos de negocios ilícitos que poseen ejércitos privados de sicarios y perpetran sus delitos en absoluta impunidad.
La Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) lamentó en su cuenta en Twitter el asesinato de Herrera y también recordó que se dedicaba a proyectos sociales y políticos. En los ocho primeros meses de este año 107 periodistas colombianos han solicitado apoyo por amenazas a la Unidad Nacional de Protección (UNP), informó la agencia española Efe. En total, 64 casos fueron valorados con “riesgo extraordinario” y 43 con “riesgo ordinario” (sic).
El Espectador denunció el 23 de noviembre que Edison Bolaños, su corresponsal en el departamento de Cauca (suroeste), fue amenazado después de publicar este domingo un artículo sobre la minería ilegal.
Con Dorance Herrera, cuatro periodistas han sido asesinados en Colombia en este año 2015: Flor Alba Núñez, tiroteada cuando ingresaba a la emisora cultural en la que trabajaba en el municipio de Pitalito, departamento del Huila (suroeste); Luis Peralta Cuéllar, de la emisora Linda Stereo 95.1 FM, en el departamento de Caquetá (sur), y Édgar Quintero, de Radio Luna, en el Valle del Cauca (suroeste).