Diciembre 6, 2024

Las dos justicias que hay en Chile

 

La persona que usted ve en la foto es un chileno, como usted y yo. Lo están llevando preso por vender frutillas sin permiso municipal. Ello es una falta, no un delito, pero lo llevan preso. El quiere vivir de su trabajo no del de otros, él no es parte de la casta política. Por eso lo llevan preso.

 

 

Esta persona es un ciudadano de la República de Chile, tiene derechos garantizados en el artículo 19 de la Constitución Política del Estado, entre ellos el derecho al trabajo, pero se lo llevan preso. Hay Convenciones Internacionales de Derechos Humanos que deberían protegerlo. Hay un Instituto Nacional de Derechos Humanos, se creará una Subsecretaría de Derechos Humanos en los próximos días. Los políticos profesionales se disputan a dentelladas el cargo. Pero se lo llevan preso.

 

Ese compatriota no existe para ellos.

 

¿Habrá algún derecho más humano como ganarse el sustento trabajando?. Pero se lo llevan preso.

 

Es el Chile de hoy, de hace un par de días, no el Chile de la dictadura militar, pero se lo llevan preso.

 

El ha cometido un error garrafal en el Chile de hoy, ha querido vivir de su trabajo. Ha comprado frutillas y ha pretendido venderlas en la calle, sino ¿ dónde ?.

¿No sería mejor permitirle vivir de su trabajo?. ¿A quién hace daño?.

Sobre él caerá el peso de la Ley, con él no habrá contemplaciones.

 

Le incautarán sus frutillas y deberá pagar una multa que para él será cuantiosa. Un juez de Policía Local no atenderá razones, muy probablemente ni lo reciba, si lo hace muy probablemente lo gritoneará y lo multará.

 

Si él hubiera defraudado millones al Estado (todos los chilenos) su suerte habría sido distinta.

 

Hay otra justicia, pero el vendedor de frutillas que quiere vivir de su trabajo no forma parte de la Casta Política.

 

La diputada Claudia Nogueira defraudó 30 millones al Estado con arriendos falsos de sedes parlamentarias, el Fiscal le pidió que devolviera el dinero y asunto olvidado, los carabineros nunca la subieron detenida a  una micro policial.

 

El diputado Rosauro Martínez está procesado por tres homicidios; su sanción, no tener que ir a trabajar al Congreso pero sigue cobrando sus 8 millones mensuales en su casa.

 

El diputado Cristián Urizar, el senador Carlos Bianchi, el senador Iván Moreira están formalizados bajo imputación de haber defraudado millones al Estado de Chile y siguen en sus puestos dictando leyes y cobrando sueldos millonarios.

 

El ex diputado Alberto Cardemil y los ex senadores Carlos Bombal y Jovino Novoa están formalizados por millonarios fraudes al Fisco, pero a ellos no se los llevan presos. A ninguno.

 

Chilenos, nuestros gloriosos antepasados nos exigen dignidad.

 

ROBERTO AVILA TOLEDO

 

 

 

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