Una exposición con cerca de 90 fotografías, la mayoría inéditas, reconstruye la historia de Chimenea, escultura emblemática de Félix Maruenda instalada en 1972 en el edificio de la Unctad III (hoy GAM).
La exhibición estará centrada en dar a conocer la génesis de esta obra, mediante la exhibición de la mesa de trabajo del artista con los modelos a escala que él realizó, los bocetos e ideas preliminares, así como también el material fotográfico que permite ver la realización y montaje de la obra.
De manera paralela se realizará una revisión a la vida de este trabajo en su contexto histórico y luego durante los años de la Dictadura Militar, como un ejemplo del arte en el espacio público.
Como tantas obras de aquel edificio, la de Maruenda tenía, además de su función estética, una funcional: servía de salida a los ductos de ventilación del casino público, uno de los más modernos de su tiempo y considerado como el primer autoservicio de comidas en Chile.
En su época, la obra implementó una serie de innovaciones materiales y de política constructivas en la arquitectura chilena que marcaron tendencia. Ligada a la abstracción geométrica de raíces andinas, “Chimenea” es un ejemplo pionero de una alianza entre escultura y diseño industrial.
La exposición será un homenaje al escultor a 11 años de su muerte y exhibirá además objetos, documentos y material audiovisual con testimonios, tanto del artista en torno a su obra, como de otros realizadores.
Alejandra Wood, Directora Ejecutiva del Centro Cultural Gabriela Mistral, GAM, expresa que “esta exhibición reconstruye no sólo la historia de la emblemática escultura, sino también la memoria que tiene este edificio como espacio público para el arte y la cultura. Con su obra queremos celebrar la actitud que tuvo este artista frente a la cultura como agente de cambio, como eje central del desarrollo humano”.
Este proyecto en particular pretende ir más allá de la necesidad puntual de visibilizar la obra de arte. También busca de alguna forma abarcar el proceso artístico cultural con gran valor histórico.
Joaquín Maruenda, expresa que “desde nuestro punto de vista, hay celebrar la actitud del artista por ser capaz de registrar y archivar la mayor cantidad de material. No sabemos bien con que finalidad Félix juntaba todo lo relacionado a su trabajo, pero si sabemos que gracias a aquello, nuevas generaciones pueden estudiar los procesos creativos y de desarrollo artístico que son de incalculable valor.
Joaquín Maruenda, expresa que “el proyecto Félix Maruenda – Espacio Público responde a una necesidad puntual de visibilizar un proceso artístico cultural con gran valor histórico y las nuevas generaciones podrán estudiar los procesos creativos y de desarrollo artístico que pueden ser de incalculable valor“.
Félix Albor Maruenda Valencia, escultor, nació en Santiago, el 20 de abril de 1942.
Estudió Escultura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile entre 1963 a 1969. Fue alumno de Marta Colvin y Ricardo Mesa. Posteriormente entre 1970 y 1971 se perfeccionó en Escultura en la Slade School of Arts de la Universidad de Londres, Inglaterra.
Comprometido con la Unidad Popular, Félix Maruenda moldeó con sus manos mensajes que hablaban sobre muerte, dolor, violencia y transgresión a los derechos humanos. Por lo mismo, una vez que volvió la democracia fue invitada a que su obra formara parte del Congreso Nacional. Así nació la puerta que lleva grabada una enorme semilla de la que salen raíces y ramas y cuyo significado concentra la idea de germinar sobre tierras fértiles. También hizo las puertas de la entrada al Salón Plenario del mismo edificio, que representa a trabajadores, viejos, pobres, ricos, niños, hombres y mujeres que observan el trabajo de quienes promulgan las leyes que eligieron estas mismas personas.
Entre 1972 y 1973 se desempeñó como profesor de Escultura de la Universidad de Chile. Tras el golpe militar es exonerado y se recluyó en una parcela de Buin donde se dedicó a diseñar, realizar y dirigir un taller de cerrajería artística. Entre 1991 y 1993 fue profesor de Cerrajería y Forja en la Municipalidad de Santiago, Chile.
Entre 1993 y 1995 fue profesor de Taller Complementario de Escultura en la Universidad de Chile. Desde 1997 fue profesor ayudante de Escultura en la Universidad Finis Terrae de Santiago, Chile.
El tema de la quebrazón, de lo roto, era recurrente en su escultura. Producto de esto fue su trabajo con la figura de los aviones, aquel símbolo que graficaba las ganas tremendas que tenía el hombre de volar y que luego este mismo usó como arma de destrucción, de muerte. La escultura le sacó el miedo al dolor que llevaba dentro al ver tanta violencia. Por lo mismo, su trabajo lo vivía con pasión y compromiso y esta era su manera de provocar un verdadero cambio en la sociedad. Solía decir que las grandes revoluciones son culturales, no militares.
“Muchos prefieren hacer a un lado aquellos sufrimientos con el fin de una pequeña estabilidad emocional o sicológica. Félix no, iba de frente y la denunciaba todos los días. Fue un compromiso un tanto terrible”, cuenta su hijo Joaquín Maruenda.
Casi 70 fotografías de esta exhibición, fueron tomadas por el propio Maruenda y hay imágenes de Domingo Ulloa y una decena de fotos de Jack Ceitelis de la construcción del edificio.
Entre los objetos de la muestra hay herramientas, cuadernos y cartas de Maruenda que buscan recrear el espacio en que gestó la escultura. Un registro fotográfico de otras creaciones de Maruenda permite además ampliar la perspectiva de su destacado trabajo, caracterizado por desarrollar temas de interés social y político.
Félix Maruenda formó parte de la Corporación de Artistas Pro-Ecología en Isla Negra, lugar donde se quitó la vida a los 62 años.
La exposición es organizada por la Fundación Félix Maruenda, curada por Carlos Navarrete y diseñada por Joaquín Maruenda y se extenderá entre el 23 de septiembre y el 25 de octubre en la Sala Artes Visuales del GAM. La entrada es liberada.