Diciembre 13, 2024

Autoridades alemanas temen nuevo terrorismo de derechas, según diario

Las autoridades alemanas temen que detrás de los ataques a hogares de refugiados estén incipientes células terroristas de ultraderecha, según informaciones que publica la revista “Der Spiegel” en su edición de mañana.

 

 

    Según la revista, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución -uno de los tres servicios secretos alemanes- ha enviado a sus oficinas regionales un cuestionario sobre actividades ultraderechistas contra peticionarios de asilo.

    En ese cuestionario se hacen preguntas sobre los oradores en las manifestaciones contra hogares de refugiados y sobre el nivel de agresión que se detecta en las mismas.

Las respuestas deberán ser analizadas conjuntamente con la Oficina Federal de lo Criminal, BKA.

    “En cuanto surgen ese tipo de células, la situación se torna verdaderamente peligrosa, esa es nuestra principal preocupación de momento”, dijo un funcionario no identificado a la revista.

    Según “Der Spiegel” actualmente las autoridades regionales de policía tienen registradas a 384 personas con potencial para ser reclutadas por el terrorismo islámico, pero sólo a 16 personas del ambiente neonazi que pueden representar un peligro terrorista.

    La diputada del Partido de la Izquierda Petra Pau, vicepresidenta del Bundestag, cree que el peligro ultraderechista es sistemáticamente minimizado por las autoridades.

    “La situación actual me recuerda de manera fatal la de los años noventa”, dijo Pau.

    Pau recordó que a comienzos de los años noventa, cuando se dio una serie de ataques a hogares de refugiados en todo el país, se socializó el trío que formó después la célula terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) y otra serie de grupos ultraderechistas dispuestos a la violencia.

    Actualmente se sigue un proceso contra la única superviviente del trío de la NSU, Beate Zsch Pe.

    El grupo, al que pertenecían también Uwe Mundlos y Uwe B”hnhardt, es considerado responsable de una serie de atentados perpetrados entre 2000 y 2006, todos contra inmigrantes, y del asesinato de una policía.

    La NSU pasó durante mucho tiempo desapercibida para las autoridades, que no siguieron en su momento la pista ultraderechista y llegaron a creer que muchos de los atentados eran ajustes de cuentas entre grupos criminales.

    Se desconoce el número de personas que dieron apoyo al trío, pero algunos estiman que la NSU llegó a tener cerca de 200 cómplices.

    Actualmente, el Gobierno federal considera que no se puede hablar de terrorismo con respecto a los ataques a hogares de refugiados pues no hay pruebas que haya una red que los organice.

 

 

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