La sala estaba colmada con más de 500 asistentes cuando -a través de una puerta lateral- irrumpió sin previo aviso una diablada sorprendiéndonos con la energía del baile ejecutado por cuatro danzarines luciendo altos penachos de flores, que brincaron incansablemente por los pasillos durante 20 minutos. Los acompañaba una banda de músicos integrada por dos grandes bombos y varias trompetas, atronando el lugar con sus melodías. Todos quedamos enfervorizados. Imposible sustraerse de semejante frenesí.
Así se dio comienzo al acto de lanzamiento de un nuevo libro de investigación, escrito por el periodista Javier Rebolledo con el título:
“A la sombra de los cuervos. Los cómplices civiles de la dictadura”, evento que tuvo lugar en el Club Providencia, el sábado recién pasado.
El libro es el último de una trilogía que se inició el año 2012 con la publicación de “La danza de los cuervos”, dando a conocer la existencia de un centro de exterminios organizado por la DINA en calle Simón Bolívar, cuya existencia era desconocida para la mayoría de los chilenos. Se trata del lugar donde fueron asesinadas y hechas desaparecer, dos direcciones clandestinas del Partido Comunista.
Al año siguiente, Rebolledo publicó “El despertar de los cuervos”,
investigación que puso al descubierto el adiestramiento de los agentes de la DINA en las más horrendas formas de tortura, práctica realizada en el Balneario Popular construido por el gobierno de Allende en Rocas de Santo Domingo, recinto del cual se apropió Manuel Contreras inmediatamente después del golpe militar.
Es en este libro, donde el autor documenta la participación de Cristián Labbé, ex alcalde de Providencia, en sesiones de tortura, conforme al testimonio de diversos presos políticos consignados en los procesos abiertos por los Tribunales de Justicia. Las evidencias contenidas en la investigación de Rebolledo son tan abrumadoras, que al hacerse públicas, llevaron a la derrota de Labbé en la última elección municipal.
Una vez concluido el endemoniado baile de la diablada, el conductor del grupo tomó el micrófono para explicarnos que su actuación constituía un ejercicio de exorcismo, destinado a purificar el lugar donde nos reunimos: nada menos que el Club Providencia, el mismo sitio utilizado por Cristián Labbé, para lanzar hace 3 años, las memorias del criminal Miguel Krasnoff, uno de los jefes de la DINA, condenado a varias centenas de años de cárcel, por sus horrendos delitos de lesa humanidad.
CEIBO Ediciones programó el lanzamiento del nuevo libro escrito por el periodista Javier Rebolledo, deliberadamente en dicho centro, lugar ultrajado por el ex alcalde. Fue un acierto. Todos experimentamos sentimientos de recuperación de un espacio destinado a la cultura.
En el prólogo de “A la sombra de los cuervos”, su editor Dauno Tótoro afirma lo siguiente:
“La red se teje desde el Clan Matte y el Clan Kast. Desde ahí entre estos dos puntos de soporte, se configura la maraña, el apretado tejido de hebras que tienen nombre y apellido. Una malla delictiva, una mafia que entonces se identificó como asesora de la Junta de gobierno y que hoy está compuesta por ejecutivos, banqueros, directores de empresas; por rectores y sostenedores de universidades y colegios; por dueños de periódicos, revistas, radios y canales de televisión; por senadores, diputados, ministros, subsecretarios y alcaldes; por embajadores y funcionarios de organismos internacionales; por magnates de la minería, de las forestales, de la industria pesquera, de las generadoras y distribuidoras de energía; por abogados, jueces y notarios; por dirigentes movimientos, partidos políticos, y clubes deportivos, por médicos, curas y autoridades eclesiásticas. Todos ellos son nombrados e identificados en este libro que cuenta con el debido respaldo de procesos judiciales en curso, o con condenas establecidas. Son cómplices activos de las violaciones más atroces a los Derechos Humanos las cometidas en el pasado y las que siguen cometiéndose día a día en nuestro país.”
Abrió las presentaciones del libro Verónica De Negri, madre de Rodrigo Rojas, joven quemado vivo por una patrulla militar durante los protestas realizadas en Julio de 1986.
Verónica, subrayó la importancia de la investigación de Rebolledo, publicada coincidentemente cuando las confesiones de uno de los conscriptos participante en el crimen de su hijo, han permitido finalmente identificar y procesar a los culpables. En los 30 años transcurridos desde la muerte de su hijo, Verónica relató la conducta del Ejército encubriendo el crimen una y otra vez, así como la complicidad de numerosos civiles: autoridades de gobierno y parlamentarios, jueces y medios de comunicación, que prometieron una y otra vez investigar lo ocurrido y juzgar a los culpables, pero que en definitiva permanecieron de brazos cruzados.
Intervino a continuación Tomás Mosciatti, conocido comentarista político en radio y televisión, que abundó en términos similares.
En seguida habló el periodista Jorge (gato) Escalante, quién subrayó la necesidad de construir la memoria histórica contra el olvido, recordando la experiencia del régimen nazi con una población optando por olvidar el horror que los rodeaba, a fin de no perturbar la cotidaneidad de sus vidas.
El gato Escalante añadió: “En este libro no sólo están aquellos ricachones que prestaron las bandejas para que los asesinos de uniforme se sirvieran el plato frío del espanto. Sino también los que conspiraron desde la oscuridad en contra del gobierno del querido compañero Salvador Allende y la Unidad Popular, pagados por el dinero del gobierno de Estados Unidos y su fatídica Central de Inteligencia”.
Cerró el acto el propio autor dando las gracias a todos los asistentes y manifestando su voluntad de continuar con esta cruzada a favor de la memoria histórica.
Como ya se ha hecho tradicional en actos de esta naturaleza, ningún medio de comunicación cubrió el evento. En el par de días transcurridos hasta ahora, no he sabido de un sólo comentario publicado por el duopolio que domina la prensa escrita, radio y televisión. Tampoco tuve conocimiento de la asistencia de dirigentes políticos o parlamentarios. La concurrencia provenía fundamentalmente del mundo de los derechos humanos y de organizaciones sociales o juveniles.
Me resulta sorprendente esta indiferencia de los sectores políticos de la izquierda, ante el lanzamiento de una obra que debiera nutrir sus acciones en materia de derechos humanos.
Concluyo saludando a este notable y valiente investigador, que nos vuelve a entregar una obra imprescindible. No se la pierdan.