Diciembre 8, 2024

Aumenta la represión y persecución contra inmigrantes en Europa

 

Agentes antimotines de la Policía Nacional de Francia dispersaron con sustancias irritantes a unos 400 migrantes en el puerto francés de Calais que intentaron ingresar al túnel que cruza el canal de la Mancha, mientras en Europa crecen las acusaciones y las recriminaciones por el aumento en el flujo de indocumentados hacia el continente.

 

Francia y Gran Bretaña afirmaron que el incremento en los intentos por ingresar a las instalaciones del Eurotunnel –la empresa que administra la vía férrea que comunica las costas de ambos países– es parte de una crisis global de migración que necesita una solución internacional.

 

La declaración conjunta, firmada por la secretaria británica de Interior, Theresa May, y su par francés, Bernard Cazeneuve, fue publicada días después de que políticos y periódicos británicos arremetieron contra el gobierno del primer ministro David Cameron, a quien exigen presionar a París para que impida el acceso de los migrantes africanos y asiáticos desde territorio francés. El tabloide Daily Mail fue todavía más lejos al publicar en su portada una nota titulada: Calais: envíen al ejército.

 

En Francia el tema también es aprovechado por políticos conservadores que exigen más firmeza del gobierno del presidente François Hollande. Xavier Bertrand, diputado a la Asamblea Nacional, criticó los acuerdos de Touquet de 2003, que permiten que agentes británicos lleven a cabo controles en territorio francés.

 

Ese pacto, según la comisión de derechos humanos, convierte a Francia en el brazo policial de la política migratoria.

 

El presidente de Turquía, Recip Tayyip Erdogan, se sumó a la crítica al señalar que esa región sólo ha dado asilo a 200 mil personas que han huido de las guerras en Irak y Siria, cuando en territorio turco suman 2 millones, 300 sirios y un millón 700 mil iraquíes.

 

Morgan Johansson, ministro de Asuntos Migratorios de Suecia, cuestionó a Gran Bretaña por no querer asumir su responsabilidad en este caso.

 

Otros países se han mostrado contra la inmigración africana y asiática. El presidente checo, Milos Zeman, afirmó en Praga que nadie los ha invitado y si no les gusta, váyanse. En el país vecino, Eslovaquia, los habitantes de la localidad de Gabcikovo votaron en contra de la recepción de 500 migrantes que actualmente radican en Austria, cuyas autoridades pactaron el traslado con el gobierno eslovaco.

 

En el Mediterráneo, la guardia costera italiana interceptó a unos mil 800 inmigrantes que viajaban en siete embarcaciones y encontró cinco cadáveres en un bote de goma en el que viajaban otros 212 individuos. Italia ha registrado este año la llegada de 90 mil inmigrantes.

 

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