Diciembre 3, 2024

Los tentáculos empresariales en el gobierno

La presidenta Michelle Bachelet sólo conocía superficialmente al nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés Pulido. A comienzos de 2014 se lo recomendó Nicolás Eyzaguirre, hoy titular del Ministerio Secretaría General de Gobierno, para que lo pusiera al frente del directorio del BancoEstado. Valdés, de 49 años, estudió en el colegio Saint George, donde fue compañero del actual intendente, Claudio Orrego.

 

Más tarde cursó ingeniería comercial en la Universidad de Chile y luego hizo un doctorado en el Massachusetts Institute of Technology, MIT. Su especialidad es la macroeconomía y -según quienes le conocen- lo que más le preocupa es que no se afecte el crecimiento ni el empleo, dos variables que por estos días inquietan a empresarios y a La Moneda.

 

Proviene de una familia democratacristiana, pero se define como un progresista. Milita en el Partido por la Democracia (PPD), y aunque no tiene una vida partidaria intensa, mantiene buenas relaciones con los senadores Guido Girardi y Ricardo Lagos Weber, y con Francisco Vidal y Daniel Farcas.

 

Está casado con la sicóloga Ilana Meller Rosenblut, hija del economista Patricio Meller y de Clara Rosenblut, hermana de Jorge, el ex presidente de Enersis que fue principal recaudador de fondos para la campaña de Bachelet. A través de este vínculo familiar, Valdés se relaciona con Ximena Rincón, ministra del Trabajo, pareja de Jorge Rosenblut.

En 2000, al llegar a La Moneda Ricardo Lagos Escobar, Valdés asumió como brazo derecho del recién designado ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre. Fue coordinador de asesores y jefe de política macroeconómica. Dos años después, a los 34 años de edad, ocupó el cargo de economista jefe del Banco Central, uno de los puestos más apetecidos por los economistas de su edad.

Entre los años 2000 y 2006 Rodrigo Valdés contribuyó a crear instrumentos económicos que fueron muy bien recibidos por el empresariado. Entre ellos, la ley de OPAS, los multifondos, los APVs, el Indice de Políticas Monetarias, IPOM, la Cuenta Financiera del Banco Central y -la más celebrada- la regla de superávit estructural, diseñada junto a Eyzaguirre y Mario Marcel.

En 2008 partió a Nueva York como economista jefe para América Latina del Banco Barclays Capital. Allí, en plena crisis subprime, debió enfrentar la fusión del banco con el Lehman Brothers. La presión fue muy fuerte y optó por renunciar, aceptando una oferta de Nicolás Eyzaguirre quien lo llevó a trabajar con él en el Fondo Monetario Internacional. En 2011 el FMI lo trasladó al Departamento Europeo donde asumió la tarea de hacer frente al revés económico de España, Chipre y Eslovenia.

Desde hace más de quince años Valdés también es un destacado corredor, un runnerque no se pierde maratón o carrera de largo aliento. Comparte esta afición con sus amigos José de Gregorio, quien lo llevó en 2014 a la Universidad de Chile para impartir la cátedra de macroeconomía, y con Andrés Velasco, el ex ministro de Hacienda del primer gobierno de Bachelet. También es cercano a René Cortázar, Guillermo Larraín y Eduardo Engel, con quienes trabajó en el equipo que preparó el programa económico para la campaña presidencial de Michelle Bachelet.

Rodrigo Valdés ha comentado que perdió una batalla cuando participaba en esos equipos técnicos y propuso una fórmula alternativa de recaudación de impuestos para la futura reforma tributaria, que consistía en un sistema de cobro más que en un mecanismo dual, que fue finalmente el que decidió el ex ministro Alberto Arenas. En esos meses, poco antes de llegar al BancoEstado, Valdés integraba, además, la Comisión Tributaria de la Sociedad de Fomento Fabril.

Ahora, como titular de Hacienda, pese a que no comparte muchos puntos de la reforma tributaria, cree que es tarde para reabrir una discusión sobre el tema. En cuanto a la reforma laboral, solicitó paralizar el trabajo legislativo mientras la estudia a fondo y analiza las posibilidades de “mejorarla”. Y sobre la reforma educacional, ya está reestudiando el presupuesto y examinando hasta dónde puede llegar la gratuidad y el modo adecuado de financiarla.

Para Valdés será muy relevante la efectividad que consiga haciendo dupla con el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes. Ya trabajaron coordinadamente en los programas de reconstrucción para Valparaíso, luego del incendio; y en Atacama, después de los aluviones. Ambos se conocen desde hace tiempo. Se desempeñaron juntos en el Banco Central, entre 2003 y 2004, cuando Valdés era gerente de la División de Estudios y Céspedes economista seniorde la Gerencia de Investigaciones Económicas.

Ambos ocuparon, además, el mismo cargo en el Ministerio de Hacienda: coordinador de Política Económica. Céspedes, mientras Andrés Velasco estaba a cargo de la billetera fiscal, y Valdés, en el periodo en que Nicolás Eyzaguirre era ministro de Hacienda.

 

EL PAPEL DE PACHECO MATTE

Máximo Pacheco Matte, 62 años, casado con la diseñadora Soledad Flanagan, cuatro hijas, dos de ellas casadas con hijos del actual presidente del PDC, senador Jorge Pizarro, tiene una importante tarea no sólo como ministro de Energía, sino que también como vínculo con varios de los principales empresarios del país.

Estrecho colaborador y recolector de fondos en las campañas presidenciales de Ricardo Lagos y de Michelle Bachelet, también estudió en el colegio Saint George -junto a Eugenio Tironi, Alvaro García Hurtado, Guillermo y Felipe Agüero, Angel García, Rafael Guilisasti y Jorge Bande, uno de sus más íntimos amigos-. Luego, ingresó a la carrera de Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile y decidió quedarse en la sede norte, la partidaria de Salvador Allende, cuando la escuela se dividió y los opositores al gobierno de la Unidad Popular partieron a la sede occidente. Con él se quedaron también Nicolás Eyzaguirre, Jorge Marshall, Carlos Ominami, Oscar Landerretche, Carlos Cruz, Sebastíán Edwards y Felipe Montt, entre otros. Tras el golpe militar de 1973, la sede norte fue cerrada. Pacheco, pese a ser militante del Movimiento de Acción Popular Unitaria (Mapu), no fue expulsado y egresó en 1976.

Su primer trabajo profesional fue como analista del Departamento de Estudios del Banco Osorno. Una vez vendida la entidad, pasó a ocupar la Gerencia de Planificación y Estudios del Banco de Talca, donde lo llevó Sebastián Piñera. En 1980 asesoró al Banco de Chile en la creación de la AFP Santa María, de Banchile Agencia de Valores y Leasing Andino. Tras la intervención de ese banco por el Estado, en 1983, fue nombrado gerente general de la última entidad.

En 1990 asumió en Codelco-Chile como vicepresidente ejecutivo de Operaciones. En mayo de 1994 asumió como vicepresidente ejecutivo para Chile y Latinoamérica de la neozelandesa Carter Holt Harvey (CHH), firma dueña entonces del 30% de la Compañía de Petróleos de Chile (Copec), en asociación con el empresario Anacleto Angelini.

Luego, a partir de 2000, fue la cabeza en América Latina de International Paper, la dueña de CHH y la mayor forestal del mundo. Entre 2004 y 2009 ejerció como presidente de International Paper en Brasil y responsable de los negocios regionales; más tarde, entre 2010 y 2013, asumió la conducción de esa multinacional en Europa, Oriente Medio, Africa y Rusia. También ha sido director de las empresas AFP Provida, Lucchetti, Falabella y Banco de Chile.

Entre sus cercanos se cuentan los políticos socialistas Camilo Escalona y José Miguel Insulza y los empresarios Andrónico Luksic y Bernardo Matte. Con este último y sus hermanos, Patricia y Eliodoro, tiene un vínculo sanguíneo lejano.

 

LA IMPORTANCIA DE LA MINERIA

Tras asumir como ministro, Pacheco se relacionó estrechamente con el Ministerio de Minería, cartera clave por las necesidades de energía del sector. La cartera es dirigida por una ejecutiva muy ligada al sector privado: Aurora Williams, quien fue alta ejecutiva en la sanitaria de Antofagasta cuando era estatal y siguió ligada a la empresa cuando el grupo Luksic tomó su concesión hace diez años. Con ese mismo grupo Pacheco tiene vínculos y posee negocios con la minería en el norte. Williams dejó su cargo de gerenta de finanzas de la concesionaria del puerto nortino Antofagasta Terminal Internacional, actualmente en manos de la familia Urenda -históricamente ligada a la UDI- y SAAM Puerto, el holdingportuario que controlan los Luksic.

En abril de 2014 Pacheco detalló su patrimonio, que da cuenta de una fortuna de 20 millones de dólares, y anunció que había creado un fideicomiso para administrarla: “He dado las instrucciones por escrito a las tres empresas que administran las inversiones de mis sociedades, que deberán comportarse como si se tratase de un fideicomiso ciego (…). También les he pedido que no inviertan en ninguna empresa del sector energético, ni en ninguna empresa ligada al grupo Matte”, declaró a la prensa.

Pacheco renunció a la empresa que dirigía en 2013 y anunció a sus amigos que volvía a Chile para asumir algún papel en el manejo del país. Ya había servido de puente de acercamiento cuando Ricardo Lagos se aprestaba a llegar a La Moneda en 1999, y estaba tensa la relación entre él y el mundo empresarial por los temores que despertaba su figura. Pacheco hizo de enlace con los empresarios para acercar posiciones. Años después, volvió a cumplir un rol similar y acudió a las reuniones del CEP y de otros empresarios para aclarar las dudas que despertaba Michelle Bachelet.

Pacheco se hizo muy amigo de Andrónico Luksic escalando montañas, y luego emprendieron otras aventuras, como recorrer Croacia en yate, pero también tiene otros amigos como Pablo Piñera, Sergio Bitar, Ricardo Solari, Camilio Escalona, Oscar Guillermo Garretón, Ernesto Ottone, José Antonio Viera-Gallo y Jorge Burgos, el actual ministro del Interior.

Para vivir en Chile Pacheco compró la casa que pertenecía al clan Chadwick Piñera en calle Presidente Errázuriz, donde crecieron el ex ministro del Interior Andrés Chadwick, otro ex Mapu, y Herman, presidente del Consejo Nacional de Televisión y de varias concesionarias.

Sus dos hijas casadas con hijos del senador Jorge Pizarro, también ya tienen experiencia política. Paula, socióloga de la UC, fue jefa de gabinete de Claudia Serrano en la Subsecretaría de Desarrollo Regional y en el Ministerio del Trabajo, en el primer gobierno de Bachelet. Su marido, Jorge Pizarro, fue asesor de Edmundo Pérez Yoma en Interior. La pareja vivió en Nueva York, donde coincidió y trabó amistad con la entonces directora de ONU Mujeres, Michelle Bachelet. Catalina, arquitecta de la UC, fue asesora de la ministra de Vivienda, Patricia Poblete y ahora vive en Antofagasta con Sebastián Pizarro, periodista a cargo de comunicaciones internas de la minera Escondida.

 

TIRONI A CARGO DE

LAS COMUNICACIONES

Burgos, Eyzaguirre, Valdés y Pacheco aparecen hoy como los hombres fuertes del gobierno, encargados de avanzar con las reformas estructurales y reordenar la economía. Bajo ellos se ubica Marcelo Díaz, ministro secretario general de Gobierno, quien se formó políticamente al alero del lobbista Enrique Correa y trabajó con él en su empresa. Pese a mantener contacto casi diario con su maestro, Díaz también decidió contratar a otro prohombre de la ex Concertación para que lo ayude a diseñar una nueva política de comunicaciones. Así, Eugenio Tironi(*) también será un visitante asiduo de La Moneda.

 

MANUEL SALAZAR SALVO

 

(*)Columnista de El Mercurio, ex militante del Mapu, ex PS, actual PPD, ex director de Comunicaciones del gobierno de Aylwin, ex jefe de la campaña presidencial de Lagos, ex director de la transnacional Enersis, propietario de Tironi Asociados, empresa de lobby. Uno de los líderes de la corriente liberal de la Concertación.

 

 

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 833, 24 de julio, 2015

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *