Los socialistas no deben solo oponerse o impulsar peticiones sociales/gremiales al capitalismo. Tienen que formular y ofrecer una visión de sociedad socialista.
Un artículo de Enric Llopis (*) muestra un resumen de una amplia investigación prospectiva de Ramón Fernández Durán y Luis González Reyes que aporta a un necesario discurso objetivo.
Algunos hechos que analiza el trabajo:
Ya pasó el “pico” del petróleo convencional. Se agotan los mejores (y más accesibles) “nichos” de hidrocarburos. Los costes de extracción aumentaron casi un 11% anual entre 1999 y 2013, mientras que en el periodo 1985-1999 el incremento fue sólo del 0,9%.
El “pico” del gas “está a la vuelta de la esquina”.
Las energías renovables no permiten mantener los niveles de consumo actuales.
En 2013 la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó el 142% del nivel anterior a 1750 (era preindustrial); la de metano el 253% y la de oxido nitroso el 121%.
El aumento del nivel del mar desde mediados del siglo XIX ha sido mayor que la media de los 2000 años anteriores.
Durante el siglo XX la producción industrial en el mundo se multiplicó por más de 50.
La urbanización pasó del 15% al 50%.
El número de metrópolis se multiplicó por 40.
La agro-industria, que prácticamente partía de cero en los inicios del siglo XX, se mundializó en gran medida.
El consumo de agua se multiplicó por diez en el mundo durante el siglo pasado (2,5 veces más que el aumento de la población).
Se agotan el fósforo, el cobre, la tierra fértil y el agua.
Se necesita remover el triple de rocas para obtener la misma cantidad de mineral que hace un siglo.
Para ubicarse dentro de los límites de la sostenibilidad es necesaria una reducción del 90% en el uso de energía y materiales en los países del centro.
La realidad pone de manifiesto “una incapacidad estructural del capitalismo para acogerse a los límites físicos del planeta” que “va a conllevar el colapso de la economía global” y su modelo de crecimiento sostenido.
El colapso de la civilización urbana agro-industrial será “de una dimensión nunca antes vista en las sociedades humanas”. Y como única vía para evitar el colapso caótico se propone un “decrecimiento justo”.
Habrá un desplazamiento en el foco del conflicto social ya que “lo determinante volverá a ser el control de la tierra, quién detente la propiedad, algo que ya está ocurriendo con el proceso de acaparamiento en las Periferias”. Surgirá una economía local y de base agrícola.
“El colapso es inevitable en el actual capitalismo mundializado” con la posibilidad de nuevas luchas y articulaciones sociales “entre neofascismos y neocomunitarismos”.
El devenir puede derivar hacia una organización social más justa y sostenible, pero también hacia modelos netamente autoritarios (puede que los neofascismos sean aupados por “un sujeto social desesperado”).
No se trata de fantasías de los autores sobre el porvenir sino de una realidad que ocurrirá porque los recursos de la Tierra son finitos.
O los socialistas asumen sin miedo un programa para una civilización completamente diferente a la actual o sufrirán el derrumbe sorprendidos como masa sin ser conductores políticos.
Un tema a debatir deben ser los límites del futuro.
Referencia
(*) Reseña de “En la espiral de la energía”, de Ramón Fernández Durán y Luis González Reyes “El colapso global, causas y futuros escenarios”
Ver en http://rebelion.org/noticia.php?id=199651
Rómulo Pardo Silva
www.malpublicados.blogspot.com
Por un Movimiento para una civilización sustentable-solidaria
Contacto romulo.pardo@gmail.com