Diciembre 14, 2024

Estudiantes secundarios: “No queremos este sistema corrupto”

Alumnos de colegios de las comunas pobres de la periferia de Santiago, han tomado la conducción de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces). Plantean que hay que sacar a la calle las demandas del movimiento estudiantil para unirlas a las que están levantando los trabajadores, pobladores y otros sectores sociales. Afirman, con renovada convicción, que mientras persista el actual sistema económico-político no habrá cambios en el país.

 

 

 

Luego de un silencioso trabajo para revitalizar la Aces, esta organización ha vuelto a mostrarse en movilizaciones callejeras, ocupaciones y tomas de instalaciones empresariales para denunciar la colusión entre los negocios y la política.

 

La principal vocera de la Aces, Claudia Arévalo Alvarez (17), cursa 4° año medio en el colegio particular subvencionado Cristóbal Colón, de la comuna de Conchalí. Quiere estudiar educación diferencial, aunque sabe que tendrá dificultades para ingresar a la universidad. “Sé que también existe la posibilidad de que esto no se dé. Muchos de mis compañeros saldrán de cuarto medio para convertirse en mano de obra barata de las empresas, sin opción de continuar estudios superiores. Para muchos la posibilidad de ingresar a la educación superior está vedada por completo”.

 

La Aces propone que el Estado abra centros de formación técnica para ofrecer nuevas oportunidades de calificación laboral a estudiantes que se vean obligados a entrar prematuramente al “mercado” del trabajo.

Claudia Arévalo pertenece a la Junta Comunal de Estudiantes de Conchalí (Juncec), que a principios de este año convocó, junto a otras organizaciones de estudiantes de colegios secundarios públicos y particulares, a un Encuentro de Estudiantes Periféricos. “Consideramos que las demandas de los estudiantes de educación media estaban muy centradas en los problemas de los liceos y colegios emblemáticos. Es muy importante que los estudiantes de colegios periféricos comencemos a empoderarnos. Tenemos demandas específicas, nuestros derechos son más violentados que los de los alumnos de liceos emblemáticos, que tienen muchos más beneficios”.

 

En el Encuentro los estudiantes decidieron incorporarse a la Aces junto con sus demandas “para dar un vuelco al centralismo existente en la conducción del movimiento estudiantil secundario”. Había contactos previos, porque Claudia Arévalo asistía a las reuniones de la Aces desde el año pasado. “Pero este año oficializamos nuestra pertenencia. Los alumnos de 35 establecimientos de la Región Metropolitana y de seis regiones ahora somos integrantes de la Aces. Es un gran paso adelante, ahora estamos mucho más organizados”.

 

COLEGIOS DE COMUNAS

MAS POBRES

¿Cuáles son los problemas específicos en los colegios periféricos?

Las autoridades educacionales nos han dejado de lado. Cuando se movilizan los colegios emblemáticos, sus problemas aparecen en la prensa. Pero si nosotros hacemos una toma, los medios de comunicación no nos consideran. Los alcaldes de nuestras comunas pueden ejercer impunemente toda tipo de presiones para bajar nuestras movilizaciones, sin que la opinión pública se entere. Se ignoran nuestros problemas, la educación que recibimos es más precaria y nuestra infraestructura más pobre que la de los liceos ‘reconocidos’. Vivimos la pobreza de la educación a fondo y vemos cómo nuestros colegios se caen a pedazos. Faltan profesores y no hay recursos para cubrir horas de clases de los maestros que se ausentan. Nos hemos organizado a partir de la impotencia y la rabia, porque se nos niega nuestro derecho a la educación. Por eso hemos decidido dar un vuelco a esta situación. Esta extrema precariedad no solo se refiere a los colegios municipales de nuestras comunas, también a los colegios particulares subvencionados. Por ejemplo, pese a los esfuerzos de la comunidad escolar, el colegio en que estudio, siendo de Conchalí, una comuna pobre, estamos insertos en el vientre de una población pobre donde la droga está en la puerta de nuestro establecimiento. Nuestra realidad social es la misma que viven nuestros compañeros que estudian en escuelas administradas por las municipalidades”.

Ustedes han propuesto que se paguen las prácticas de los alumnos de la educación técnico-profesional…

Es muy complicado el pago de las prácticas profesionales de la educación técnico-profesional, precisamente por la posibilidad de convertirnos tempranamente en mano de obra barata. Las prácticas deben ser pagadas, pero pensamos que por la vía de la inserción prematura en el mundo del trabajo se limita a nuestros compañeros y compañeras sus posibilidades de seguir desarrollando conocimientos y habilidades a través del estudio, condenándolos a recibir bajos salarios por el resto de sus vidas”.

 

¿Qué proyectos tiene la Aces para 2015?

Estamos trabajando sobre el significado que debe tener el traspaso de la educación pública desde los municipios al Estado. Queremos que todos los estudiantes sepamos claramente hacia dónde vamos. Seguimos planteando el control comunitario de la educación, porque no basta con que los colegios pasen al Estado. Ese proceso debe ir acompañado del apoyo y activa participación en el proyecto de las comunidades educativas, de los vecinos y trabajadores de las empresas cercanas a los establecimientos escolares. La comunidad tiene que fiscalizar cómo se efectúa la educación pública.

Tenemos que apropiarnos de los espacios educativos y considerar nuestro deber la enseñanza y la cultura en las poblaciones y comunas, ocupando los centros educativos como instancias al servicio de la comunidad. Los colegios deben trabajar más cercanos a los vecinos, porque la educación es un tema que nos compete a toda la sociedad”.

¿Cómo se relacionan estas propuestas con la crisis política que vive el país?

Estamos desarrollando diversas acciones para mostrar nuestro descontento con la crisis política derivada de los casos de corrupción de SQM, Caval, Penta, etc. Por eso hicimos un ‘banderazo’ en el Banco Penta en conjunto con la Confech y la Cones. También ocupamos las oficinas de SQM. No vamos a permitir que la educación siga en manos de un sistema corrupto. Cada vez que tengamos que salir a la calle a decir ¡basta!, lo vamos a hacer”.

¿Hay diferencias entre la Aces y la Cones?

Tenemos visiones diferentes sobre la educación. La Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) impulsa derechamente la reforma que propone el gobierno. En la Aces pensamos que esta ‘reforma’ está lejos de lo que los estudiantes hemos exigido durante años. Por estos motivos la Cones es invitada preferente del gobierno, a nosotros no se nos toma en consideración.

Sin embargo, seguimos abiertos al diálogo para alcanzar resultados, pero sabemos que para el Ministerio de Educación es más difícil conversar con una organización como la nuestra. A diferencia de la Cones, no tomamos decisiones sin consultar a la Asamblea. Eso nos hace más lentos en la toma de decisiones. Tampoco estamos por renunciar a nuestros puntos de vista fundamentales y seguimos dispuestos a movilizarnos hasta lograr cambios profundos. Mientras no ocurran cambios estructurales, la reforma no servirá al objetivo de mejorar la educación”.

 

PROCESO CONSTITUYENTE

¿Qué opina del anuncio presidencial de iniciar un proceso constituyente, que incluye diálogos, consultas y cabildos ciudadanos?

La experiencia que tenemos de ‘consultas ciudadanas’ planteadas por este gobierno es que no son procesos de participación real. Hacen pensar que están abriendo la puerta a grandes cambios, pero rápidamente la cierran. Estamos desilusionados de estos supuestos diálogos; porque consultan, pero al momento de tomar decisiones son otros los que resuelven.

Para que un proceso constituyente tenga real sentido, es necesario hacer partícipes a las personas y comunidades en la toma de decisiones. Suena bonito hablar de consultas y cabildos pero hay que saber antes quiénes van a tomar las decisiones. Queremos conocer si tendrán incidencia real las personas y grupos sociales que pasan hambre o que son víctimas de este sistema de corrupción política. Para que las consultas y asambleas sean realmente representativas, tenemos que hacernos partícipes todos los actores sociales. De lo contrario terminarán imponiendo sus criterios los mismos de siempre.

Todavía no hay condiciones para discutir seriamente una nueva Constitución Política. Existe una enorme desinformación. Lo digo a partir de mi familia y vecinos, que se mantienen al margen de la política. El problema es que si no participamos, las decisiones que otros adopten igual nos afectarán a nosotros”.

¿Qué piensan de la decisión presidencial de reponer la educación cívica en el programa escolar?

Esta propuesta presidencial es importante, pero nuestra mirada es más amplia. Queremos también en los programas una educación sexual no sexista, y que se incluyan temas que han sido silenciados durante mucho tiempo, por ejemplo la defensa de los recursos naturales o la preservación del medioambiente”.

¿Confían en las instituciones?

No creemos en las actuales instituciones, asumiendo esta actitud desde una visión crítica, no como niños taimados. Los dirigentes estudiantiles que hoy son parlamentarios dijeron que iban a tener una patita en la calle y otra en el Congreso. Pero ellos no se movieron del Congreso y le dijeron chao al movimiento estudiantil. Los diputados que alguna vez estuvieron luchando con nosotros en la calle, no están muy interesados en resolver los problemas de la educación.

Nos damos cuenta que éste no es un problema de personas, deriva del sistema institucional existente. Para conservar su poder, estas personas tienen que corromperse. Por eso hemos perdido la confianza en ellos y creemos que los cambios estructurales no saldrán desde el gobierno o del Congreso: los lograremos a partir de nuestras propias fuerzas”.

 

UNIDAD SOCIAL

FRENTE A LA CRISIS

¿Qué camino pronostica para la movilización social en 2015?

“Este año será álgido, con miles de personas en la calle. No saldrán solamente estudiantes, también lo harán profesores y sindicatos. Las reformas a la educación y al régimen laboral nos tocan a todos. Vemos que se ha vuelto a encender una chispita social. Luego de la marcha por la educación del 16 de abril, en diversas comunas periféricas de Santiago hubo cacerolazos y otras formas de protesta. Esto nos hace pensar que será un año de movilizaciones. Mucha gente quiere expresar su malestar. Si no nos escuchan, vamos a tener que dar otros pasos para lograr los objetivos que queremos”.

¿Cómo conciben la unidad social para enfrentar la crisis política?

“Estamos trabajando con la Confech y distintos sindicatos preparando diversas movilizaciones, como la que haremos el 21 de mayo. Hemos decidido acercarnos más a los trabajadores, porque hoy somos estudiantes pero mañana seremos como ellos. La unidad que se está produciendo le dará un nuevo carácter a la movilización social y nos fortalecerá a todos, porque no estamos solos. Somos un conjunto de personas y organizaciones, a veces con diferentes ideas, que compartimos -entre otras demandas- la necesidad de una educación pública, gratuita y de calidad.

El 1º de mayo marchamos con los sindicatos clasistas para expresar nuestro descontento con la reforma laboral y somos muchas las organizaciones que estamos sumando nuestras demandas, como ocurre por ejemplo con los compañeros agrupados en la llamada ‘disidencia’ del Colegio de Profesores. A través de estas relaciones surgen nuevas propuestas que fortalecen el trabajo conjunto por un cambio del sistema.

Organizamos un foro para analizar la propuesta de reforma laboral del gobierno y hemos conversado sobre ese tema con muchos sindicatos. Esto nos permite afirmar que la ‘reforma’ es un retroceso en temas trascendentes como la sindicalización, el fuero sindical o el derecho a huelga. El gobierno tampoco está escuchando las demandas de los trabajadores”.

 

RUBEN ANDINO MALDONADO

 

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 828, 15 de mayo, 2015

 

 

 

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