Diciembre 7, 2024

Exhumación en cementerio de Penco para confirmar identidad de víctima de violación de DDHH

Más de dos horas duró la diligencia  de exhumación que dirigió el viernes pasado en el cementerio de Penco el ministro en visita extraordinaria de la Corte de Apelaciones de Concepción, Carlos Aldana Fuentes, que busca determinar si los restos corresponden a los de Mario Ávila Maldonado, joven que figura como víctima de tortura en un recinto policial en 1973.

 

 

La exhumación -que contó con la participación de funcionarios del Servicio Médico Legal, Policía de Investigaciones y Carabineros- tuvo como objetivo rescatar restos óseos que, a través de pruebas de ADN que se practicarán en el SML de Santiago, permitan aclarar científicamente si corresponde a Ávila Maldonado.

 

Por esta causa se encuentran sometidos a proceso los ex miembros de Carabineros: Héctor José Santiago Aburto Muñoz y Carlos Alberto Burdiles Pedreros, por su responsabilidad en el delito de tormentos aplicados por funcionario público, en contra de Ávila Maldonado, ilícito perpetrado en la comisaría de Penco, en septiembre de 1973.

 

De acuerdo a los antecedentes recopilados por el ministro Aldana Fuentes, la víctima se presentó voluntariamente, el 18 de septiembre de 1973, en la unidad policial, donde fue recibido por el carabinero Aburto Muñoz, quien se encontraba de guardia.

Mario Ávila estuvo detenido en dicho recinto hasta el 20 de septiembre, periodo durante el cual fue sometido a torturas físicas por personal policial, quienes le aplicaron cigarrillos encendidos sobre la piel, le propinaron golpes de puño y con una manguera en los genitales, y le introdujeron objetos bajo las uñas, entre otros vejámenes. Al dejarlo en libertad, los uniformados, además, lo amenazaron de muerte.

Al llegar a su hogar, y ante la evidencia del mal estado en que se encontraba, su cuñado Dagoberto Reyes Sanhueza lo trasladó al hospital local, donde fue atendido y quedó con reposo por 12 días aproximadamente.

Una vez que retornó a su trabajo, fue detenido nuevamente el 9 de octubre, por un grupo de civiles y policías uniformados, perdiéndose su paradero hasta que, supuestamente, se encontró su cuerpo en el sector de Quebrada Honda, el 27 de noviembre de 1973.

“La víctima fue identificada solo por las prendas que portaba y por algunos restos óseos, pero no era posible tener la certeza que era él. Es esencial para la investigación saber si los restos corresponden a Ávila Maldonado o no”, explicó tras la exhumación el ministro Aldana.

Dependiendo de los resultados, agregó, podría modificarse el delito que está investigando y la participación de otros implicados en un eventual homicidio calificado.

El también presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción, informó que, de corresponder los restos a Mario Ávila, se efectuarían diligencias tendientes a determinar la participación de otras personas en la muerte del joven.

 

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