Diciembre 3, 2024

La corrupción es la esencia del sistema chileno, no una deformación

El gobierno y  la derecha han creado una comisión para proponer medidas contra la corrupción. Esa comisión no dará lugar a ninguna medida real. En efecto, nada se puede esperar de una comisión integrada exclusivamente por representante de la casta política, duopólica y corrupta, integrada hasta por pinochetistas notorias. El gato cuidando la carnicería.

 

Pero aún en el caso que esa selección de alcahuetes del modelo tuviera una súbita y sorprendente mutación nada bueno podría salir de allí. La corrupción no es una deformación, un accidente, una perversión del sistema, sino que se encuentra en el corazón del mismo como un instrumento primordial y orientador para acumular riquezas.

El modelo neoliberal fue concebido en la reunión de Mont –Pelerìn , Suiza, en 1947 a la que asistieron F. Von Hayek, Karl Popper y Salvador de Madariaga entre otros. Se discutía en occidente el mundo capitalista por construir y en el debate se imponía la visión socialdemócrata.

Las tesis neoliberales fueron: 1.- La acumulación privada de riquezas es el orientador de todo el  proceso económico. 2.- El estado no debe intervenir en nada (pues no hay derecho social alguno que merezca ser reconocido) salvo para ayudar a los grandes capitalistas en dificultades. 3.- Los grupos monopólicos no atentan contra la economía pues dan estabilidad y deben ser protegidos.  4.- Los derechos laborales son un estorbo antinatural al crecimiento. 5.- A los de abajo les debe llegar la riqueza por el “chorreo” de la copa llena de los capitalistas. 6.- La ética del modelo implica que conductas como el egoísmo y la avaricia que se tenían por reprochables, son ahora motorizadores del crecimiento.7.- El mercado es la medida de todas las cosas, los países no pueden proteger sus industrias.

Estas ideas fueron inicialmente  recibidas como el delirio de fanáticos aún en el capitalismo. Así Milton Friedman era invitado a la televisión en EEUU para reírse de él cuando proponía el trabajo infantil y el fin del sueldo mínimo.

Se necesitó de la severa crisis capitalista global de los 70 (crisis petrolera mediante) para que el nuevo modelo debutara en Chile, chapoteando en lodo y sangre como había escrito Marx en El Capital, en el capitulo sobre la Acumulación Originaria del Capital..

Se creó una nueva burguesía que se enriqueció súbitamente “adquiriendo” a vil precio las empresas del estado con dinero que les prestó el Banco del Estado. La Concertación prometió revisar estas privatizaciones, nunca lo hizo. Nunca el modelo ha sido cuestionado realmente en todos estos años.

Cuando se dictó el nuevo Código Procesal Penal, el presidente Frei en el Mensaje señaló explícitamente que la reforma buscaba poner en sintonía la persecución penal con el modelo. Más claro echarle agua. Y se consiguió: casi todos los delitos de cuello y corbata tienen penas de menos de 5 años de prisión, lo que permite un acuerdo entre los fiscales y la defensa que abre paso a la salida alternativa del “juicio abreviado”, que implica que se acepta el cargo y la condena se cumple firmando. Es decir, un tironcito de orejas.

La antigua burguesía industrial producía riqueza real: zapatos, herramientas, ollas, cosas reales. La nueva es una sanguijuela instalada en todas las arterias del sistema económico, que lucra a más no poder por su instalación allí desde la política. Se apropian de los fondos de pensiones, usted entrega su dinero obligatoriamente y debe pagar porque lo reciban (dígame alguien que eso no es un robo), con él se van a la economía de casino y si ganan, ganan ellos, si pierden, pierde usted. No son distintas las Isapres, son aseguradoras de salud, no ponen una inyección, pero son los que más ganan. Las tarjetas de créditos, los préstamos de consumo, usted ya sabe, el 20% de lo que usted paga va al administrador financiero de Transantiago (AFT), no prestan ningún servicio real, estas cosas se repiten en toda la economía. La nueva burguesía se enriquece de “las movidas” legalizadas por el sistema.

Los grupos económicos apadrinan a la casta política de precios módicos. Una diputada vendió el voto para regalar el mar de Chile a cinco familias por 20 millones. Penta apadrina la UDI, los Luksic a la Concertación, Soquimich a todos, vienen otros. Pero como son ruines, más  no pagan ni siquiera con su dinero mal habido, sino con dinero defraudado al fisco.

Con esta estructura moral, jurídica e ideológica se construye el modelo económico social que nos rige. Como se aprecia, la corrupción no es una deformación sino el instrumento privilegiado en el proceso de acumulación privada e ilimitada de riquezas que es el eje ordenador de toda la actividad económica.

ROBERTO AVILA TOLEDO

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