Por estos días se discute sobre la necesidad de una nueva constitución. La Filosofía Política es aquella parte de la filosofía que se ocupa de las causa primeras y los fines últimos, o si se quiere de los conceptos y principios fundamentales, que dan sustento y legitimidad a la estructura política de una sociedad. Cada época tiene su propia filosofía política.
En la premodernidad se consideraba que el soberano, es decir el que tenía la facultad de dictar e imponer leyes era el monarca. Èl gobernaba el reino como cosa propia, teniendo como causa primera el poder otorgado por Dios o intermediarios como el Papa u otorgado en tiempos inmemoriales a sus antepasados. El reino estaba compuesto por el territorio y sus habitantes.La monarquía era hereditaria, aunque excepcionalmente podía ser electiva. Los súbditos en muchas ocasiones tenían fueros, derechos o garantías obtenidos en agudas luchas sociales, pero lo esencial era el soberano como dueño de su reino. Habían familias predestinadas a mandar, las casas reales.
Estas concepciones se desploman con la Revolución Francesa (1789), que aplica en la práctica las ideas de la soberanía depositada en todo el pueblo en partes iguales (J.J Rousseau), que elige gobernantes/ mandatarios (que cumplen un encargo) y que ejercen el poder en formas y tiempos limitados y determinados. Estas ideas las lleva adelante un pueblo insurrecto, que haciendo funcionar la guillotina como máquina de coser, sobre el rey y la reina incluídos, instala la democracia moderna.
Como ahora todos somos los dueños del reino hay que establecer un contrato social para hacer funcionar esta inmensa copropiedad. Ha llegado la hora de las constituciones. Estas son la ley suprema de una nación. Toda la legislación debe atenerse a sus principios y definiciones. Tres son las definiciones fundamentales de toda constitucìón: 1.- Como se origina el poder público? es decir como se llega a ocupar cargos en el estado, como llegan mandar los que mandan.2.- Cuales son los derechos de los ciudadanos ante el Estado o respecto de otros ciudadanos. 3.- Cuales son las grandes instituciones o poderes del estado del estado y como se organizan.
Una constitución democrática y justa debe: 1.- Proteger a los ciudadanos de los abusos vengan del estado o de otros particulares, 2.- Proporcionarle la mayor cantidad de derechos económicos y sociales que el desarrollo económico permita y 3.- Hacer que estos tengan la mayor participación en la elección y control sobre los que mandan. El Estado sirve a los ciudadanos.
El problema de Chile es que hay un sentimiento generalizado que la actual constitución no cumple estos cometidos. 1.- Muchos abusos quedan sin sanción , ej, el caso Martín Larraín la justicia es sólo para los poderosos con dinero. El parlamento y los tribunales de justicia se muestran esencialmente indiferentes ante los abusos de las grandes empresas: servicios básicos, mercado farmacéutico, transporte pùblico, telefonia, Isapres, AFPs etc… 2.- El ciudadano sòlo elige el parlamento y el presidente de la República, pero estos funcionarios no se ponen sobre la sociedad para proteger a los dèbiles y establecer el equilibrio de la distribuciòn del producto social, sino que financiados corruptamente por los grandes grupos económicos operan como empleados de estos y en beneficio propio y de sus familias. 3.- No hay ningún derecho social garantizado: ni educación, ni salud, ni cultura, ni empleo, ni medio ambiente. 4.- La mayor parte del aparato del estado (Tribunal Constitucional, Banco Central, Ministerio Público, Fuerzas Armadas, Contraloría General de la Repùblica) se compone por personas en cuya designacion y control la ciudadanía no interviene y que por regla general se catapultan a partir de los vínculos polìticos y familiares.
Un enjambre de apitutados viviendo del estado y perjudicando a los ciudadanos.
Todo lo anterior ha generado una casta política privilegiada y corrupta que no vacila en apropiarse impúdica y delictualmente del erario nacional, en que familiares, amistades e intereses económicos comunes constituyen el hilo conductor. Las definiciones políticas izquierda o derecha han perdido todo sentido. Es sin duda el fin de un época, por ello hay quienes creemos que se hace imprescindible una nueva constitución para abrir paso a una V República donde se restablezca la soberanía popular y una estructura política con auténticos derechos políticos y sociales para todos los ciudadanos.
ROBERTO AVILA TOLEDO