Diciembre 26, 2024

Algo está muy mal en la economía mundial y pronto nos golpeará el rostro (I)

De acuerdo a la información entregada el 6 de marzo de 2015, por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, existiría una recuperación del mercado laboral de Estados Unidos con un fuerte avance durante el mes de febrero, debido al incremento de 295.000 empleos en la economía, que sumado a los últimos doce meses, totalizan 3.3 millones de puestos de trabajo, el mejor desempeño en 15 años. Este dato produjo el mismo día 6 una reacción en Wall Street que hizo caer la bolsa en 1,5 %, lo que fue interpretado como un factor que alienta una inminente alza de las tasas de interés hacia Junio del presente año. La Reserva Federal en su Libro Beige indicó que la contratación y el gasto del consumidor se veían sólidos a principios de 2015 y los mercados del trabajo mejorando. Esta reacción dejó en claro que el mercado está en línea con la maquinaria de propaganda de la FED, así como sus portavoces de la televisión y la prensa escrita que reproducen las señales del poderoso poder económico instalado en la elite norteamericana, operando con mano invisible.

 

 

Detrás de este optimismo existen dos consideraciones negativas que llaman a la cautela. La primera se refiere al incremento de los salarios, que sólo subieron tres centavos hasta los US$ 24,78 dólares la hora, (promedio), lo que supone un avance de 2 % con respecto al mismo mes del año 2014. Tal vez, el dato más significativo es la disminución de la población activa, que se redujo en febrero en 178.000 personas, bajando a 62,8% en Febrero. Fue esta pérdida en la participación laboral lo que motivó la caída de las dos décimas en la tasa de paro, para situarla en el 5,5 %, su nivel más bajo desde mediados de 2008. Oficialmente hay 8,7 millones de personas que buscaban activamente trabajo el mes pasado, más otros 6,5 millones de personas que no buscaron el mes pasado, pero que dicen que quieren un trabajo. Más otros 6,6 millones que quieren trabajar a tiempo completo, pero que sólo se puede conseguir un trabajo a tiempo parcial, en total son casi 22 millones de personas que están desempleados o subempleados en los Estados Unidos.

Uno de los parámetros establecidos por la FED para medir el avance de la economía ha sido el nivel del desempleo. La medición respecto del mes de Febrero 2015, indica que estaría cumplido dicho objetivo, porque con la baja de la tasa de desempleo al 5,5% se estaría en un nivel que algunos llaman de “pleno empleo”. La Reserva Federal ha dicho que en el largo plazo, la tasa de desempleo no puede ir muy por debajo del 5,2% a 5,5% sin fomentar inflación no deseada. Con este último dato del desempleo de febrero, se puede decir que han cruzado la línea hacia la inflación, lo que aumenta la presión de la FED, para elevar las tasas de interés y asegurar que la inflación no se dispare. No obstante aquello, la presidenta de la FED, Janet Yellen, ha vuelto a crear un “escape” al señalar que la compensación del trabajador (los salarios) puede crecer en torno al 3% o 4% sin generar presiones inflacionarias.

 

Otro factor considerado positivo para la economía ha sido el aumento del precio del dólar, en circunstancias que lo último que necesita una economía que se enfría, es una moneda fuerte, en contraposición con el resto de las monedas que se han depreciado. Este es un punto importante a destacar, por sus implicancias futuras. Según opinan algunos especialistas, la fortaleza del dólar indicaría que la economía crece y el consumidor estadounidense aumenta el consumo, porque se puede importar más a menor precio, a pesar de lo que muestran los indicadores más recientes. Sin embargo, la pregunta es ¿Cuánto durará la fortaleza del dólar, antes de caer?

 

Debajo del dólar solo hay un agujero negro, es decir, nada que lo respalde. En los últimos 12 meses se han producido 21 recortes de tipos en diferentes países de todo el mundo. Últimamente se ha sumado el Banco Central de India que hace pocos días rebajó 0.25 puntos el tipo oficial hasta situarlo en 7.5%. También en Brasil la moneda se devaluó en 15,2%, mientras que el peso argentino cayó 3,41%.  Corea, recorta su tipo principal en 0.25 puntos hasta el 1.75 %, en el primer recorte de tipos en cinco meses, tal como ocurrió con Tailandia, todos recortes inesperados que ayudan a subir al dólar, el cual se ha revalorizado un 14,5% desde mayo del año pasado y ahora cotiza un 10% por encima de su media de largo plazo. La exportaciones norteamericanas se han movido a la baja, en Enero sumaron US$ 189.4 mil millones y las importaciones fueron de US$ 231.2 mil millones, lo que dejó un déficit en US$ 41.8 mil millones, a pesar de los menores volúmenes operados. Las exportaciones cayeron en alrededor de US$ 5.600 millones de dólares, su quinto mes consecutivo de bajas.

Como veremos, el aumento del valor del dólar es un fenómeno que está creando una nueva incógnita con repercusiones mundiales. La guerra de divisas deja a las grandes empresas y a las mega multinacionales exportadoras de USA que operan en otros países con monedas locales, expuestas a una fuerte devaluación de sus ingresos, como lo testifican empresas como Monsanto, Red Hat, Accenture, General Mills, Oracle, Coca-Cola Enterprises Inc, Philip Morris International Inc, Qualcomm Inc, Texas Instruments Inc, Western Digital Corp. WDC. Entre ellas, Intel Corp. Anunció una reducción de su pronóstico de ingresos para el primer trimestre por casi US$ 1.000 millones, en una clara señal que la demanda de ordenadores personales se está debilitando en medio de las fluctuaciones monetarias. Las empresas informan caídas en sus ingreso entre 2 a 4%, restando incentivos a las inversiones.

Las caídas empresariales en el crecimiento de los beneficios, producen una reducción de las inversiones corporativas lo que se refleja en una fuerte presión en las acciones, debido al aumento de la diferencia entre los rendimientos de ellas (utilidades) y la valoración alcista en bolsa.

 

Pero, ¿qué es lo que hace subir el dólar contra todas las demás monedas, traspasando vía diferencias de cambio, inflación a los demás países? En primer lugar, como lo señalamos al inicio, se ha hecho creer que la economía de Estados Unidos va viento en popa. El jueves 12 de marzo, se publicó el índice de Ventas Minoristas, (mensual) de Febrero 2015, cuyo dato fue – 0.6%, cuando se esperaba que fuera positivo en 0.3. Este indicador se mantiene negativo por tercer mes, con una lectura anterior de – 0,8%. Es un indicador importante del gasto de los consumidores y que también está relacionado con la confianza de los consumidores que se volvió negativo y es considerado un buen indicador del ritmo de la economía de los EE.UU. Otro indicador, recién publicado el viernes 13 de Marzo 2015, por la Universidad de Michigan, señala que su índice preliminar de confianza del consumidor, disminuyó a 91,2 en Marzo 2015, desde 95,4 en febrero y que van cuatro meses de bajas. La información de la U. de Michigan corrobora otras medidas de confianza que muestran una disminuido del entusiasmo de los estadounidenses sobre el panorama futuro, desde que se alcanzó un máximo de 11 años de 98,1.

 

Respecto al dólar, la OCDE establece que, en el medio plazo, un cambio del dólar más alto tiene sobre Estados Unidos la mitad del impacto que podría tener un cambio similar en el euro, en el yen o en el resto de las economías, en consecuencia, es un factor que beneficia a EE UU, y que no es casual, dado que la FED tiene el control monetario del dólar, y se suma a la baja del petróleo. En este sentido, el aumento de las tasas de interés aumentará el valor del dólar, para controlar un posible sobre calentamiento de la economía. Fortalecer el dólar, a pesar de los factores negativos que están presentes, es parte de la arrogancia de EE.UU., que vuelve a abusar del dólar para oxigenar su alicaída economía, a expensas de otros países. Debemos tener en cuenta que las exportaciones tan sólo son el 13% del PIB de Estados Unidos y las importaciones un 16%, según datos del 2014, porque se trata de una economía centrada en los servicios y el consumo interno.

 

A través de los diferentes acuerdos comerciales, bilaterales, convenios, tratados, el TPP o TTIP, el TISA, etc., los países han sido presionados para aceptar el dólar como moneda oficial en los acuerdos que aceptan inmersos en una globalización que no controlan, y donde Estados Unidos pone condiciones que lo favorecen respecto al intercambio que se paga con dólares. Cuando expandieron el dólar, lo que aún tiene a Europa agonizando, diseminaron enormes flujos de dólares “recién impresos” a bajo costo de interés para hacer “inversiones” que ahora están en retirada, estimulados por las expectativas de aumento de tasas en Norteamérica, lo que reduce la cantidad de dólares en las reservas de los países afectados, aumentado su precio, creando una especulación en contra de las monedas locales.

 

Las caídas en los precios de los commodities, petróleo, hierro, cobre, etc., todos fijados en dólares reducen aún más los ingresos en dicha moneda para cancelar compromisos, préstamos, etc., aumentado su precio, ante las presiones por futuros pagos en dólares, que pueden llevar incluso a los países hasta el defaults, como Argentina. El único que tiene el monopolio para imprimir dólares a mansalva es Estados Unidos a través de la FED, por lo tanto, se convierte en un mecanismo para capturar riqueza del resto del mundo. Los expertos constatan que el principal mecanismo de transmisión de las políticas híper acomodaticias de los bancos centrales es la debilidad de la moneda. “Se está convirtiendo en un mundo de políticas de empobrecimiento del vecino”, señalan los economistas Wade, Zangana y Botham de la gestora de inversiones Schroders. 

 

Pero hay más. La perspectiva para que la FED suba las tasas, esta cuesta arriba y pone bajo mucha presión aumentar la tasa de interés en Junio, aunque sea un modesto 0.25 % para asegurar que la inflación no sea demasiado alta. La cruda realidad mantiene la porfiada inflación baja y no hay señales visibles para que se dispare súbitamente, desmintiendo que estemos frente a una economía robusta que despega con fuerza como indican oficialmente. Lo avala la tendencia a la baja en los beneficios de las compañías estadounidenses ya señaladas, además de las petroleras, que sigue acelerándose, más con un dólar fortalecido y no obstante la caída del valor del petróleo.

 

Buena parte de los datos de febrero han sido decepcionantes lo que ha permitido que el crecimiento del beneficio por acción futuro del S&P 500 se haya vuelto negativo, sin embargo, las acciones han seguido subiendo y elevando su valor en el mercado bursátil, lo cual es insostenible en el tiempo. Lo anterior está mostrando una especulación bursátil en Wall Street de alto riesgo, porque estaría operando con niveles de precios de mercado muy altos, desconectado del rendimiento real que son las utilidades empresariales. Si ocurre una fuerte corrección, como parece ser “vox pópuli” entre los analistas de mercado, se deberá a un mercado bursátil norteamericano sobrevalorado, por corresponder a una gran burbuja. El propio vice-presidente de la FED, Stanley Fischer, se muestra claramente preocupado por las elevadas valoraciones del mercado, pero Janet Yellen, su Presidenta, sigue creyendo en los datos del mercado laboral, porque cree estarían dentro de los límites aceptables.

 

 

Mario Briones R.

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