El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, rechazó hoy la actitud de partidos de la derecha que buscan dañar al Gobierno sin la menor sombra de autocrítica a sus gravísimos problemas. “La derecha tiene el derecho a hacer lo que estime conveniente, pero también la transparencia, que es un principio básico del Gobierno de la presidenta Bachelet (Michelle)”, recalcó Peñailillo.
El titular, que tiene rango de vicepresidente de la República en ausencia de la mandataria, dijo que la Alianza (Unión Demócrata Independiente-UDI y Renovación Nacional-RN) debería aplicar a cabalidad la transparencia.
Hemos sabido de los tremendos casos en los últimos meses en los que está involucrada la derecha (el escándalo de financiamientos ilegales de campañas políticas por el grupo bancario Penta). En ese sentido, hay una gran diferencia, acotó.
El ministro del Interior comentó la renuncia ayer de Sebastián Dávalos como director Sociocultural del Palacio de La Moneda. El hijo de la jefa de Estado fue señalado por supuesto tráfico de influencias en un asunto relacionado con su esposa.
Peñailillo destacó la labor de Dávalos en sus 11 meses en La Moneda y subrayó que “aún cuando no hay delito alguno y no hay recursos públicos comprometidos, decidió dar un paso al lado en una actitud correcta y comprensiva que se valora”.
“Esto lo hace para no desviar la atención sobre los cambios que en el país tenemos que hacer y que tenemos que seguir haciendo”, precisó.
De otro lado, el secretario de Estado descartó por completo que la UDI siga el ejemplo del exdirector Sociocultural de la Presidencia para que algunos de sus militantes involucrados en el caso Penta renuncien a sus cargos.
No espero nada de la derecha, apostilló.
Dávalos anunció este viernes, en un comunicado leído en el propio palacio presidencial, que prefería hacerse a un lado y dejar el cargo para permitir que se continuara la labor de su esfera y de otras grandes metas del Gobierno.
Me marcho con tristeza pero es mi deber hacerlo, apuntó.
Fustigado por un crédito bancario obtenido por su esposa, Natalia Compagnon, Dávalos fue blanco de una andanada de cuestionamientos lanzados por la Alianza).
El préstamo millonario fue aprobado días antes de que Bachelet ganara las elecciones para una microempresa de bajo capital, por lo cual la UDI, RN y otros políticos dijeron que Dávalos se aprovechó de tráfico de influencias.
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) subrayó al investigar el caso, que “no ha detectado infracciones legales y normativas que pudieran poner en riesgo a los depositantes y la solvencia del banco”.