“Europa no es el patio de juegos para los políticos o militares de EE.UU.”, y es capaz de gestionar sus propios asuntos, opina el periodista Marcel Michelson, en su artículo publicado por ‘Forbes’. Asimismo, llama ‘miope’ a la idea de que EE.UU. debería suministrar armamento a las fuerzas regulares de Ucrania, avisando que “la crisis ucraniana es un polvorín que podría inflamar el continente”.
Armando las fuerzas ucranianas, EE.UU. podría desatar una tercera guerra mundial en Europa, que probablemente se cobraría la vida de decenas de miles de personas y causaría una destrucción masiva de activos y economías, expresa el autor.
Michelson denuncia que desde la guerra de independencia en 1865, EE.UU. ha luchado en guerras en cualquier parte del mundo menos en su propio territorio, “como un verdadero Amo del Universo con el derecho de intervenir en cualquier parte y en cualquier momento”.