Feliz Año a todos menos a los lobos y a los bacalaos.
Feliz Año a todos menos a los que torturan y mandan torturar en cualquier parte del mundo, incluso en los EEUU, y una advertencia a los que en Chile siguen mirando para el techo. ¿Cómo creerles su adhesión a los derechos humanos más elementales?
Feliz Año a todos menos a los terroristas que asesinan periodistas en París como en dictadura se asesinaban en Santiago.
Feliz Año a todos menos a los grandes empresarios que han estafado al Fisco (es decir a todos nosotros) y con dinero sucio han engordado las billeteras de conocidas políticas y conocidos políticos admiradores y defensores de esos grandes empresarios, que ya las tenían bien gordas.
Feliz Año a todos los que se dieron cuenta, por fin, que el escritor ex comunista Roberto Ampuero, no era más que un bacalao ahora de derecha.
Feliz Año a todas las diputadas y todos los diputados de la llamada Bancada Juvenil, que han cumplido un 2014 de lucha, y de profundización en el conocimiento de que cambiar el mundo será siempre una tarea ardua y progresiva, no siempre respaldada por todos los que deberían hacerlo.
Feliz Año a la Presidenta, por su afán de cumplir su programa, que es la única forma de producir reformas en el sistema que vivimos desde la dictadura y de profundizar la democracia, porque no hay democracia si todo se negocia y consensua; si así fuere daría lo mismo votar por ésta o por aquél, total después se arregla una posición intermedia.
Yo estoy por la retroexcavadora y hasta por un poco más que la retroexcavadora, y estoy seguro que la inmensa mayoría de los que votaron por la candidata de la Nueva Mayoría, y más, estaban y están por la retroexcavadora. ¿De qué otra manera se puede acabar con la miseria que aun queda, con la marginalidad del ejercicio del poder, con las brutales diferencias de ingreso, con La Polar, con Penta, con los robos en despoblado de la banca?
Feliz Año a mis amigos, a mis antiguos camaradas, a algunos de los nuevos, a los que aún me leen y a los que empiezan a hacerlo.