En entrevista con nuestro medio amigo Punto Final, la directora del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) Jeanette Vega Morales, se declaró en contra del lucro en la salud y aseguró que existe un acuerdo transversal para impulsar una reforma que termine con el actual sistema que califica de anómalo, injusto y segregador.
La médico salubrista fue directora del Instituto de Salud Pública (ISP) y subsecretaria de Salud durante el primer gobierno de Michelle Bachelet. Antes de asumir su actual cargo se desempeñaba como directora ejecutiva del área de salud de la Rockefeller Foundation, en Estados Unidos.
A fines de junio de este año, causaron polémica sus declaraciones en apoyo a la creación de un fondo único que reúna el 7% de las cotizaciones de los chilenos, generando el lógico rechazo de las Isapres y críticas al interior del propio gobierno.
Jeanette Vega, militante del PPD, ha estado a cargo de administrar los 8.800 millones de dólares del presupuesto 2014, más del 80% del total de recursos del sector Salud. Pretende impulsar cambios en los mecanismos de pago con enfoque sanitario, y admite que las “listas de espera en los hospitales son el tema más complejo”.
HACIA UN FONDO UNICO
¿Está de acuerdo con la propuesta de la Comisión Asesora Presidencial para el Estudio y Propuesta de un Nuevo Modelo y Marco Jurídico para el Sistema Privado de Salud?
“Estoy de acuerdo. Es un paso muy importante y un aporte, desde el punto de vista conceptual, a la discusión sobre el sistema de salud que queremos para Chile. La visión de la comisión introduce el principio de solidaridad, elemento básico de los sistemas de salud modernos, que en la práctica significa que los que tienen más aportan más, frente a los que tienen menos. El segundo principio que se rescata en esta propuesta es la lógica de seguridad social con que debe operar el sistema”.
¿Estos dos principios permiten avanzar hacia el término de la segregación en salud?
“Exactamente. El hecho que se unifique la manera en la cual funcionan ambos subsistemas, el sistema de aseguramiento público y el privado, con una lógica de seguridad social y solidaria, permite avanzar en disminuir la segregación en un plazo inmediato. Esto porque se genera un fondo mancomunado público y un fondo mancomunado privado con una lógica solidaria, a través de un fondo interisapres y Fonasa. En el futuro lo que plantea la comisión es avanzar hacia un fondo único, en el cual evidentemente se mancomunan ambos”.
En el gobierno de Ricardo Lagos la iniciativa no prosperó. ¿Que condiciones existen hoy que le hacen pensar que es posible avanzar en la creación de un fondo y un seguro público universal de salud?
“Lo que existe en este momento es un reconocimiento de que el sistema de salud chileno es tremendamente segregado, que produce dos tipos de aseguramientos que son muy injustos.
La manera en la cual se produce el aseguramiento privado no garantiza el derecho a la salud de sus afiliados. Hay problemas de discriminación por riesgo y segmentación existentes.
La diferencia con el gobierno de Ricardo Lagos es que hoy existe plena conciencia y acuerdo en todos los sectores de que el sistema de salud tiene que cambiar. Cómo lo hacemos y en qué plazos, probablemente tenemos matices, pero estamos de acuerdo en la visión y hacia dónde avanzar. Esta visión en eso no es única de nuestro país. El sistema chileno es el anómalo, no somos la regla. Lo anómalo es que se administren fondos públicos a través de aseguradoras privadas con una lógica privada. Tenemos que avanzar hacia administrar estos fondos que son públicos con una lógica de aseguramiento público”.
¿Qué opina sobre el debate respecto a la constitucionalidad de la propiedad del 7%? Denuncian expropiación y anuncian que se recurrirá al Tribunal Constitucional por inconstitucionalidad.
“El 7% de salud es parte de la seguridad social, por lo tanto no es propiedad de las Isapres, ni tampoco de Fonasa. No es inconstitucional. De hecho es una cotización obligatoria. La experiencia internacional es categórica al respecto”.
Usted señala que existe acuerdo político para impulsar una reforma de salud. ¿Cómo debería orientarse la elaboración del o los proyectos de ley?
“No tengo injerencia en esas decisiones. Ese es un proceso que lidera la ministra de Salud con quien determine la presidenta de la República. Lo que se avance en este periodo es una decisión de la presidenta. Las recomendaciones de la comisión no son vinculantes, por tanto no estoy en condiciones de contestar. Me imagino que se va a recoger gran parte de las propuestas de corto plazo y también la visión a futuro”.
(Luego de la entrevista a la directora de Fonasa se hizo pública la decisión del Ejecutivo de postergar la reforma a la Ley de Isapres para 2015, de manera de evitar abrir un nuevo frente de conflicto con la oposición y el sector privado).
¿Por qué no se han reajustado los aranceles del sistema público de una forma que permita efectivamente financiar los servicios?
“Esa una pregunta interesante. Tenemos ahí un problema macro. En Fonasa estamos iniciando un trabajo de revisión de todos los aranceles. En forma simultánea vamos a costear, es decir establecer, cuánto significa en términos de insumos y de costo de recursos humanos para acercarnos al costo real. Desde el año 2000 se han reajustado unas pocas prestaciones, pero de una manera muy inorgánica. La lógica de qué prestaciones se incluyen y cuáles no, es poco clara. Pueden haber exámenes que aparezcan en la literatura, pero que se carezca de evidencia del costo efectivo. Debemos definir el plan de salud que Fonasa va a ofrecer a sus usuarios”.
Según un estudio de la Universidad Católica, los aranceles que paga Fonasa a los hospitales públicos son insuficientes para cubrir los costos de las prestaciones. Estos montos se actualizan según el IPC, pero no reflejan los costos reales que tienen los hospitales. El Estado termina pagando sobreprecios respecto a los costos reales, que se transforman en utilidades para el sistema privado.
La Dra. Jeanette Vega admitió que existe evidencia al respecto en algunas prestaciones, en particular en la “cama crítica”.
DESVIO DE DINEROS
PUBLICOS A PRIVADOS
El Estado ha estado dispuesto a pagar 1,2 millones de pesos por día-cama a la Clínica Las Condes, mientras que por la misma atención un hospital recibe apenas 120.000 pesos. ¿Es la distribución de los recursos del Estado la razón de que el sistema público no logre atender la totalidad de las demandas y que la deuda hospitalaria en 2013 haya superado los 100 mil millones de pesos?
“No. Hay varias razones. La primera es que gastamos un porcentaje del PIB que es menor en comparación con países de desarrollo similar al nuestro. Chile gasta alrededor del 3% del PIB en salud y deberíamos acercarnos el 6%.
Esto tiene que ver con las prioridades. Es debatible qué genera más salud: si gastar en educación o en el propio sector. Se debe avanzar en cambiar los mecanismos de pago. En este sentido, uno de los desafíos es pagar por resolución de problemas y no por dar atención, de manera de conectar lo financiero con lo sanitario, que es el gran cambio a nivel mundial. Lo más eficiente es poner las platas a nivel de prevención y promoción y atención primaria, más que en secundaria y terciaria”.
La Dra. Vega advirtió que al no tener en el sistema conectados los recursos con una persona específica, se puede permitir el pago a un hospital de hasta tres veces por la misma prestación. Esta situación se puede dar mediante transferencia histórica de recursos por días-cama, para solucionar algunas intervenciones quirúrgicas, y por fondos adicionales ante formación de listas de espera.
El Estado entrega cuantiosas sumas por la compra de servicios y subsidios a la demanda a la red privada de prestadores, a través de mecanismos como la modalidad de libre elección de Fonasa, la compra de servicios -que desde la implementación del GES se ha incrementado exponencialmente-, y desde 2011, el Bono Auge. Esto ha implicado el traspaso de 6.809 millones de dólares entre 2005 y 2012, lo cual explica el crecimiento de la red privada, que aumentó su capacidad en 20% en el periodo 2005-2011.(1)
¿Por qué cuando se establecieron las garantías GES no se previó el traspaso millonario de fondos públicos al sector privado?
“Yo creo que se previó. El sentido del Auge es entregar las garantías a las personas idealmente en el sector público. Si no es capaz de absorber en algunas áreas -como ocurre actualmente- se recurre al privado. El problema es que el crecimiento de la oferta del sector público ha sido menor que el crecimiento de la demanda. El punto en discusión es cuál es la definición de lo público. En mi opinión, el sistema debe operar bajo una lógica pública. Por ejemplo, nadie discutiría que el sistema de salud canadiense es público. Todos los proveedores son privados, pero la lógica de financiamiento es pública. Es decir, la manera como se financia es sin fines de lucro. Se financia con una compra en red y con mecanismos de compra que están relacionados con los resultados”.
¿Cuál es su evaluación respecto al Bono Auge, que también es interpretado como un mecanismo de traspaso de fondos públicos a privados?
“El Bono Auge es el típico ejemplo de las cosas que no hay que hacer. Es lo que se define como pago por prestación, por lo tanto es un traspaso puro de recursos que no tiene ninguna conexión con un resultado sanitario”.
¿La Modalidad de Libre Elección (MLE), que se presenta como una forma de garantizar la libertad de elección de los usuarios de Fonasa, no operaría de la misma manera?
“Depende; opera de la misma manera bajo la MLE del bono clásico, pero no en los paquetes de atención. Si un usuario no quiere atenderse en la red pública y prefiere un copago por mejor hotelería, Fonasa -como seguro que no coarta la libertad de elección- financia un porcentaje del total, bajo una lógica de problema. Por ejemplo, el paquete parto incluye toda la atención de recién nacido y las complicaciones que podría tener la madre. Están cubiertas a un precio conocido y el prestador se compromete a resolver. Esa es una lógica sanitaria”.
FIN AL LUCRO EN SALUD
La ministra de Salud, Helia Molina, aseveró en entrevista con “Punto Final” (Nº 809) que no está en contra del lucro en la salud, pero sí rechaza que se lucre con fondos públicos. ¿Concuerda con esa mirada?
“Concuerdo en parte con la ministra; estoy en contra que se lucre con fondos públicos, pero mi posición es más extrema. Estoy en contra del lucro en la salud. La salud y la educación no son susceptible de lucro porque son fundamentalmente derechos sociales”.
¿Se espera avanzar en cambios en esa dirección? Porque parece ser una visión minoritaria dentro del gobierno.
“En las sociedades democráticas existe gran diversidad de miradas y los avances en uno u otro sentido dependen de la posibilidad de crear mayoría. Hacer esos cambios va a depender de cuánta mayoría tengamos”.
¿Hay más fuerza para la recuperación de derechos como la salud?
“Sí, creo que hay más fuerza, pero la experiencia nos enseña que no basta con tenerla. Tenemos ejemplos recientes de que hemos tenido la fuerza, pero los procesos y la manera como se avanza son muy importantes y debe ser de manera muy cuidadosa”.
LISTAS DE ESPERA
Como muchos recintos de salud, el hospital San José, que atiende a nueve comunas de Santiago, tiene déficit de especialistas, una deuda que supera los 11 mil millones de pesos, listas de espera sin resolución y en aumento…
“Las listas de espera es el tema más complejo del momento. La estrategia de largo plazo contempla la construcción de establecimientos, el fortalecimiento de la atención primaria y la formación acelerada de recursos humanos en los ámbitos con falencias. Mientras tanto, recurrimos a resolución de listas de espera, con compra de servicios a hospitales y prestadores privados”.
¿Concuerda en que el sistema de salud chileno es uno de los más segregados y desiguales del mundo, como lo han planteado muchos expertos?
“He trabajado en todo el mundo. Nos quejamos del sistema de salud de Chile, pero en términos macro es uno de los mejores del mundo. Considerando sus ingresos, los indicadores de salud son tremendamente exitosos. En este país la gente no se muere sin atención. Eso es en términos de lo macro, pero no es ningún consuelo cuando se trata de mi mamá o de mi hijo en espera de atención”.
Hay personas que se han muerto esperando una operación. Hay pacientes en el Hospital San José que llevan cinco o más años en lista de espera. ¿Qué diría usted a esos pacientes?
“Primero, que reconocemos la situación, porque tendríamos que ser ciegos para no ver los problemas que se arrastran desde hace muchos años en el sistema público. Segundo, que nos estamos sacando la mugre para resolver los problemas, para ser sincera”.
ISABEL DIAZ MEDINA
Notas:
(1) Fundación Creando Salud.
Gasto en salud en Chile
En Chile, el gasto en salud es de 7,7% del PIB. El 44% va a beneficiarios de las Isapres (18% de la población) y el 56% restante financia al 80% de la población en Fonasa.
Jeanette Vega explica que las personas afiliadas al sistema privado pagan 7% obligatorio de su remuneración, más 3,5% adicional en promedio, junto con otro 3,5% por concepto de copago. Es decir, “quienes tienen los salarios más altos, cancelan alrededor de un 14% por acceso a salud, el doble que los usuarios de Fonasa”
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 819, 12 de diciembre, 2014