Diciembre 7, 2024

Cierra la Peluquería de Miguel Cabello

Venía del barrio La Boca por unos pesos y un pago. Un poco de lectura de los poemas de Victoria Daved (que hoy presenta su libro en el pueblo) en la fila del Banco :”Los perros ladran a las sombras fugaces/aparece la luna luminosa y lejana/cercada de estrellas milenarias/nada detiene el paso del tiempo/pero todo se repite por los siglos de los siglos/y yo desde mi ventana trato de comprender este ritmo universal.

 

 

 

Salgo al sol de media mañana a por unas merluzas tipo pejerrey, cuatro por dos lucas.

Lejanos los años donde por luca te podían dar cinco en la caleta San Pedro y madre se daba un festín de conversación a paso lento con el pescador manejando el cuchillo preciso.

 

Subo la calle de este cerro llamado Con Con. Paso por la sala del consejo comunal ( recomendación por face de Carolina)y un señor mayor me muestra los planos y los escritos del plan regulador de la comuna. Poco entiendo. En uno de los mapas veo que la mitad de las dunas se van a transformar en “área verde”. Anoto en el libro de visitas una invitación a nuestro Alcalde escritor y hombre de radio, a la radiocasaabierta.cl para que nos explique porqué tantos edificios.

 

Camino por la bella plaza del lado de la iglesia y en una ensoñación vuelvo a ver a mi madre y a mi tío Pedro salir de la misa del mediodía.

 

Y al llegar a San Agustín(por el que siempre preguntan los chincoles)con la calle siete veo el bello letrero del siglo pasado del peluquero Miguel Cabello. Ahí colgando a la cumbia del viento: Peluquería.

 

Ahora hay una oficina donde hay dos jóvenes frente a un computador y les pregunto si había cerrado la peluquería.

 

-No lo está viendo? Me contestan molestos porque seguramente les desconcentro de la matanza electrónica.

 

Que nombre +preciso para un peluquero, Miguel Cabello. Miguel como el poeta de Orihuela. Cabello para el que tiene por oficio de peluquero. El hombre manos de tijera que cuando no había clientes tenía un instrumento fino como el cibulet. Doce copas de champaña. Doce notas que tocaba con un lápiz minanegro. A veces el dindonbel de estas fechas. Otras el himno de la alegría o mira niñita.

El Peluquero ha marchado. El siquiatra de tantos, que con su silencio y su arte, escuchaba en paz a los narcisos mirarse al espejo de los días soleados.

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