Entre el comedor de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y oficinas de sus parlamentarios en la Cámara de Diputados, la segunda semana de diciembre la colectividad diseñó una arremetida para encarar el pésimo momento que vive, sobre todo por las informaciones que indican que a lo menos ocho de sus figuras habrían recibido de manera irregular dineros de la empresa PENTA para financiar campañas electorales.
Varios legisladores del partido de ultraderecha idearon la manera de desvirtuar el contenido de la Comisión Investigadora del “caso PENTA”, salieron con furia a reivindicar al dictador Augusto Pinochet, y siguieron en el camino de emplazar a la Presidenta Michelle Bachelet y a sus Ministros y Ministras.
De tal manera que consiguieron que la Comisión se ampliara a una instancia en que se verá el financiamiento a todas las campañas, no sólo las de la UDI, generaron un hecho político que desvió la atención con el homenaje a Pinochet y anunciaron que –mientras se quieren desentender de lo de PENTA- van a citar a declarar a integrantes del Gabinete de Bachelet por recursos financieros usados en la candidatura de la ahora Mandataria.
Ejes de la estrategia de la UDI para enfrentar “el difícil momento” que viven, como uno de sus dirigentes lo reconoció, y en la cual no se descartan otras acciones como victimizarse e irse en contra de la Fiscalía de Alta Complejidad y el Servicio de Impuestos Internos, que investigan los traspasos de dineros desde PENTA.
Recuerdo del dictador.-
En medio de la expectación generada por una grabación en que se ratificaba que altos directivos de PENTA habrían pasado dinero a personeros de la UDI, a algunos de sus parlamentarios se les ocurrió salir adelante con la iniciativa de que en la Cámara de Diputados se le hiciera un homenaje a Augusto Pinochet el miércoles 10 de diciembre, a ocho años de su muerte.
Una idea que, junto con expresar el sentimiento de los pinochetistas, apuntó a abrir una controversia con la izquierda y la Nueva Mayoría, y situar al partido ultraconservador en un escenario distinto al de PENTA, mostrándose a la ofensiva.
En esa línea, a las pocas horas de producido el hecho, el Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, se preguntó: “¿En qué ha estado la UDI en las últimas 24 o 48 horas? ¿No será una manera de cambiar el tema?”.
El homenaje lo convocó el diputado pinochetista Ignacio Urrutia, el mismo que acusó de “cobarde” al Presidente Salvador Allende por suicidarse en La Moneda el día del golpe de Estado. Urrutia no escatimó palabras de reconocimiento a Pinochet y se dedicó a dar muchas entrevistas, colocando el acento en una disputa con la Nueva Mayoría.
La acción fue avalado por el ex presidente de la organización, Patricio Melero, y el diputado Gustavo Hasbún defendió el episodio ante la prensa: “Uno en la vida tiene que aprender a ser tolerante, aceptar las diferencias de opinión y, ante todo, ser respetuoso”. Entre quienes se mostraron entusiastas con el recuerdo a Pinochet, estuvieron connotados ultraderechistas y pinochetistas, como Iván Moreira y Jorge Ulloa de la UDI, y José Manuel Edwards y Leopoldo Pérez de Renovación Nacional (RN).
Por un par de días, parecía que el caso UDI-PENTA quedaba desplazado por el homenaje a Pinochet, y en eso ayudó una amplia cobertura de todos los medios de prensa.
En efecto, Ignacio Urrutia había conseguido generar una situación de polarización y duro debate desde el pinochetismo y su colectividad, frente al oficialismo y la Nueva Mayoría. La opinión pública, por lo demás, asistía protagónica frente al episodio, sensibilizada por tratarse de recordar al dictador que gobernó al país por casi dos décadas.
Fórmula de desvirtuar la Comisión.-
Pero en el comedor de la UDI y en las oficinas de sus parlamentarios otra estrategia se tejió en esos días. Los detalles se afinaron hasta en pasillos del Parlamento, en conversaciones informales de dirigentes de la organización, como su presidente, Ernesto Silva, y su jefe de Bancada, Felipe Ward.
La idea central radicó en reforzar que la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados destinada a investigar las platas de PENTA metidas en la UDI, pusiera en el mismo nivel las averiguaciones de financiamientos de otras campañas electorales, por cierto, de la Nueva Mayoría.
La estrategia tenía un punto sensible: que se volvieran los ojos hacia la Presidenta de la República y sus Ministros.
El objetivo primario ya lo habían conseguido mediante presiones y gestiones políticas que, incluso, fueron aceptadas por parlamentarios del oficialismo, ya que la comisión destinada a ver el caso PENTA-UDI exclusivamente (solicitada por el Partido Comunista), quedó prácticamente fusionada con la comisión que vería en general el tema de financiamiento de campañas (cuya conformación pidió la UDI con la clara intención de meter al resto de partidos en el tema por el cual el partido de derecha fue cuestionado).
Hasta estos días no queda del todo claro qué consiguieron personeros de la Nueva Mayoría con aceptar esa fusión y contribuir a la confusión y desvirtuar el objetivo de la Comisión Investigadora inicial.
Como sea, entre el 9 y el 10 de diciembre, y en gestiones privadas que efectuó Felipe Ward y de la cual supieron periodistas de varios medios, se afinó la estrategia de reacción de parte de la UDI.
Primero, enfatizar que lo que se investigará “no es tanto” o solamente lo del grupo PENTA, sino lo que fue el financiamiento de todas las campañas electorales, de todos los partidos.
Con ello, ante la opinión pública es posible que durante diciembre y enero no quede establecida sólo la posibilidad de corrupción y actos irregulares de la UDI, sino de otros partidos, en los que se podría incluir a Renovación Nacional (RN), la otra colectividad de la derecha.
En el desfile de invitados a la instancia de la Cámara de Diputados pueden llegar funcionarios, directivos, ejecutivos y dirigentes no sólo de la UDI. Eso se establece desde ya como un éxito para los parlamentarios de la colectividad.
Junto a eso, y desde las oficinas de Silva, Ward y Javier Macaya, secretario general del partido ultraderechista, se sigue con la tesis de victimizarse y sentirse ofendidos por los antecedentes en torno del caso PENTA. “Hay un linchamiento de personas” afirmó el senador Iván Moreira y con un “no sea impertinente” contestó el empresario y ex candidato presidencial Laurence Golborne, cuando un periodista le preguntó sobre dineros de PENTA. José Antonio Kast, el diputado UDI encargado de llevar adelante las acusaciones contra el Partido Comunista en casos como el de la Universidad ARCIS, atribuyó todo lo ocurrido en su partido y atribuyó invalidez de testimonio a Hugo Bravo, quien entregó a las autoridades la grabación donde salen implicados de nueva cuenta personeros del partido de ultraderecha, porque el sujeto “está imputado por fraude al fisco, es una personas que se ha declarado inestable emocional y mentalmente”.
De tal manera que la estrategia a seguir es como la de los gladiadores: con una mano sostener un escudo para contener las acusaciones, y con la otra portar una herramienta para salir a golpear al enemigo.
Si se observan los contenidos de los medios de prensa y las presentaciones que se hacen ante la opinión pública, hay al menos confusión de si estas comisiones se abocarán a investigar el caso PENTA-UDI o si se trata de todos los partidos metidos en posibles juegos financieros irregulares.
Contra la Presidenta y sus Ministros.-
Una nota del vespertino La Segunda, fue clara respecto a la estrategia de la UDI y su finalidad de pretender empatar o revertir las cosas. En el primer párrafo de la información se lee que ante el caso PENTA, “el gremialismo afina una dura contraofensiva que apunta al gobierno”.
La información añadió que “la idea es de todas manera sacar al pizarrón situaciones y aportes registrados durante la campaña de Bachelet”.
Es así, y como ya se venía anunciando, que la estrategia de la UDI apunta a despejar el caso PENTA colocando sobre la mesa posible irregularidades en la campaña de Bachelet.
Para eso, tiene previsto citar a la Comisión Investigadora a Rodrigo Peñailillo (Ministro del Interior), Álvaro Elizalde (Vocero de La Moneda), Javiera Blanco (Ministra del Trabajo y Previsión Social) y Alberto Arenas (Ministro de Hacienda), a lo que se podría sumar Paula Waker, directora de la Secretaría de Comunicaciones de La Moneda. Todos y todas fueron parte del Comando de Bachelet y tendrían información sobre ingresos y gastos de la candidatura presidencial.
Particularmente, la UDI tiene preparada una carpeta en contra del Ministro de Obras Públicas, el democratacristiano Alberto Undurraga, de quien dice habría recibido dineros de PENTA. Y ahora el partido de derecha le está enrostrando posibles irregularidades en una asesoría a la Municipalidad de Tomé.
No es difícil imaginar el escenario en la prensa nacional, con una ciudadanía mirando interpelaciones sobre irregularidades cometidas por personeros de la UDI y de otro lado viendo involucrados en supuestas anomalías a Ministros y altos personeros de la Nueva Mayoría.-
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