En la primera Sesión Plenaria de la XXIV Cumbre Iberoamericana, cuya temática se centró en educación y cultura, Michelle Bachelet defendió la reforma que impulsa su gobierno en la materia y destacó que es fundamental avanzar en calidad para mejorar el capital humano y la productividad de los países de la región.
Al hacer uso de la palabra, Bachelet explicó la realidad chilena en educación y resaltó la amplia cobertura de la educación inicial, básica y secundaria, sin embargo, dijo, hay “un nuevo desafío que nos pone la sociedad, es una educación inclusiva, de calidad, pero a la vez pertinente a las necesidades de desarrollo de nuestros países”. En esta línea, explicó ante los presentes los cambios que impulsa su Gobierno en esta materia: “Nuestra reforma educacional tiene como paradigma cambiar de bien de consumo, a un derecho social, fortalecer la educación pública, para que sea de calidad, pero además, en todos aquellos colegios particulares subvencionados que reciben recursos del Estado, y que son muchos, exigir calidad, como fruto de esos recursos”, expuso y agregó que “educación terciaria gratuita, queremos que también sea algo que podamos asegurar y, sin duda, educación técnico-profesional de calidad y vinculado a lo productivo”.
Respecto a la realidad regional sobre desarrollo y educación, hay “ muestras palpables de una agenda poderosa, diversa y concreta que nos ha permitido avanzar. Pero también son testimonio de que hay mucho más espacio de cooperación en el que nuestros países se pueden encontrar en la riqueza de la diversidad. Tenemos que continuar esta senda y asumir con la misma fuerza, iniciativa y flexibilidad los nuevos desafíos que se nos presentan”, subrayó.
Asimismo, señaló que si bien en nuestro país y el resto de América Latina ha habido avances, los problemas persisten, aunque en un contexto diferente: “Tenemos todavía pobreza, desigualdad, falta de inclusión, segregación y, por otro lado, ciudadanos más conscientes de sus derechos, más demandantes y más exigentes, lo que hace que las respuestas políticas requieran ser también mucho más inteligentes y mucho más comprensivas”, indicó.
Bachelet también enfatizó que en el mundo del siglo XXI, el avance de los países va a estar cada vez menos sujeto a las riquezas naturales, va a depender más de las capacidades y habilidades de las personas. En este sentido, puntualizó que “debemos generar las capacidades para producir y aplicar conocimiento, para desarrollar o adaptar tecnologías, para concebir o hacer circular ideas y conceptos, para proyectarse al futuro desde la historia y la identidad propia. Pero hacerlo siempre de un modo que genere equidad e inclusión social. Porque sabemos que el conocimiento sólo rinde frutos para todos cuando hay una sociedad cohesionada”.