Diciembre 6, 2024

Auge y ocaso del grupo ¡Karaxú! Entrevista a Franklin Troncoso

LOM Ediciones ha publicado el libro Historia del grupo musical ¡Karaxú!. El volumen narra un acontecimiento desconocido: la creación en Francia, en 1974, a iniciativa del MIR, del conjunto musical ¡Karaxú!. Su objetivo: recaudar fondos para la resistencia a la dictadura militar. El libro viene acompañado de fotografías, afiches, letras de canciones y un CD con la grabación del primer disco del grupo. Sobre ¡Karaxú! conversamos con Franklin Troncoso Muñoz, autor del libro y uno de los fundadores del grupo.  

 

 

¿Cómo surge la idea de formar un conjunto musical?

En 1974, en La Habana, Edgardo Enríquez y Nelson Villagra, acuerdan constituir un grupo musical que represente las políticas y la estética del MIR. Meses más tarde, en París, se concreta la idea para lo cual resuelven pedirle a Patricio Manns, que vivía en Cuba, que se traslade a París, Francia, para liderar el futuro grupo. Adicionalmente, fue contactada, por Villagra, la cantante Mariana Venegas, quien había llegado exiliada a Roma, Italia. Yo era estudiante de música y residía en París desde febrero 1974, me contactan a través de mi hermano, militante del MIR, para que dirija, organice y contacte otros músicos para completar la agrupación.

 

Un estudio de Jan Fairley sobre “Canción e ideología” resalta la diferencia entre llamado a la solidaridad y llamado a la resistencia ¿Qué dices al respecto?

Jan Fairley fue bastante clara en su estudio, mientras un sector político cantaba y lamentaba la pérdida del poder producto del golpe militar, el MIR llamaba a la lucha y a la resistencia a la dictadura, lo cual, como propuesta política y su correlato en la expresión musical fue bastante diferente, particularmente en los textos. Nosotros no podíamos, ni nos representaba moralmente cantar que “el pueblo unido jamás será vencido” cuando habíamos sido derrotados brutalmente. Nuestra propuesta era de futuro, prepararnos para derrotar a la dictadura. Una nueva etapa se iniciaba con la derrota ideológica, militar y política.

 

¿Cumplió el grupo con su objetivo, cómo se evaluó el trabajo en ese aspecto?

Uno de los capítulos que incluí en el libro fue una lista de actuaciones que realizamos. Cada vez que un comité del MIR en Europa requería de nuestra presencia íbamos a apoyar esas actividades. Mientras más conocidos éramos, teníamos más propuestas de conciertos. Cada Grupo de Apoyo al MIR (GAM), organizaba los eventos y entregaba directamente al MIR lo recaudado.

 

Tu libro abarca el período 1974-1978, que es el tiempo en que fuiste integrante de ¡Karaxú! ¿Por qué te retiras?

Me pasó algo similar a lo que alguna vez comentaba Patricio Manns, a propósito de su salida de ¡Karaxú!. Fue muy recurrente que entraran y salieran músicos del grupo, haciendo difícil consolidar una línea musical propia como conjunto. Cada vez que un músico se retiraba, cuando otro, otros u otras ingresaban, significaba readecuar los arreglos, las canciones, el repertorio, atrasar o modificar giras.

Mi salida se produce por un agotamiento personal luego de cuatro años a cargo del conjunto. Paralelamente, fui padre en agosto de 1978 y necesitaba mejorar mis ingresos. Finalmente, ya tenía importantes discrepancias políticas con el MIR, especialmente con la política de Operación Retorno.

 

A 41 años del golpe ¿Qué reflexión te merece hoy la Operación?

No tengo los elementos suficientes para analizar la Operación Retorno en su conjunto. Sin duda todas las acciones aportaron a lograr poner fin de la dictadura militar. Habría que hacer un recuento de cuantos militantes ingresaron, cuánto tiempo estuvieron operativos, en cuántos días, semanas o meses murieron en manos de la represión, que impacto tuvieron sus acciones, etc. Sin embargo, considero que el costo en vidas que tuvo el MIR fue enorme e inconducente. Cuando las decisiones de los dirigentes implican riesgo de vida de los militantes, las consecuencias deben ser sopesadas.

 

¿Cómo vislumbras el legado de Miguel Enríquez, y la decisión del MIR de no asilarse?

Tengo una opinión contradictoria. Por una parte es indudable que la decisión del Secretario General del MIR y su equipo político de quedarse en Chile mientras la mayoría de sus pares de los otros partidos eran detenidos o se asilaban en las embajadas demuestran que Miguel tuvo un coraje enorme. Lo retrata como un hombre íntegro, valiente y consecuente. Sin embargo a la luz de la realidad, tal vez una estrategia de repliegue parcial habría permitido proyectarse estratégicamente mucho mejor que lo que finalmente se logró. Pero después de la guerra es fácil opinar. Prefiero quedarme con el recuerdo de su valentía y arrojo.

 

¿Qué posibilidades le ves a la Izquierda en el futuro político del país? Me refiero a la Izquierda que está en las calles junto al movimiento social, no a la “Izquierda” que está en el gobierno?

En la situación actual, no veo ninguna posibilidad de éxito a los movimientos de Izquierda si no es en una coalición amplia, pluralista, democrática, inclusiva, participativa, moderna. Sobre los movimientos sociales, creo que Chile será más democrático e inclusivo cuando por fin las regiones se rebelen contra el poder central y logren conquistar importantes espacios de decisión política, administrativa y financiera. En definitiva, mayores espacios de autonomía.

 

 

Por Alejandro Lavquén

Publicada en Revista Punto Final Nº 815, año 49, octubre 17, 2014.

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