Los fondos especulativos conocidos en la jerga financiera como “buitres”, que batallan contra Argentina en la justicia de Nueva York, “son el punto máximo del bandidismo bancario”, dijo el domingo el investigador suizo de la ONU Jean Ziegler, en declaraciones al diario Página 12.
“Dicho sin ninguna hipocresía, los fondos buitre son grupos financieros que constituyen el punto más alto y la quinta esencia del bandidismo bancario”, afirmó Ziegler, quien acaba de ser designado al frente del grupo que debe investigar a los fondos para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
La designación de Ziegler, jurista, sociólogo y político, fue el fruto de una decisión tomada por el Consejo hace 10 días para iniciar una investigación.
“La banca mundial creó mecanismos de negociación colectiva. Pero siempre en estos casos de deuda soberana hay un actor que rechaza negociar y plantea la urgencia por cobrar. Son los grupos especulativos”, dijo el funcionario, que se hizo conocido cuando denunció los negocios de la banca de su país con dinero robado por los nazis a los judíos.
Argentina está en una encrucijada debido a que la Justicia de Nueva York puso un bloqueo de fondos que le impide pagar la deuda al 93% de acreedores que aceptaron las renegociaciones, en represalia por no cumplir una sentencia de pagar el 100% de una deuda por 1.330 millones de dólares a un grupo de litigantes.
“Estoy convencido de que los fondos no son especuladores aislados sino una creación de las oligarquías financieras. Asumen la tarea de combatir a los estados soberanos en las reestructuraciones de la deuda”, agregó Ziegler.
El experto también logró prestigio cuando investigó el secreto bancario suizo en favor de dictadores como el zaireño Mobutu.
Argentina decidió solucionar el impago en que se encuentra (default selectivo, según calificadoras de riesgo) al crear una cuenta en Buenos Aires para evitar el bloqueo en Estados Unidos.
Pero los analistas consideran que sólo en 2015 podrá resolver el conflicto en una negociación con los fondos, cuando venza una cláusula de contratos de los canjes de 2005 y 2010.
La cláusula obliga a Argentina a extender a todos sus acreedores cualquier mejora en los pagos que beneficie a los litigantes, frente a lo cual debería abonar en lo inmediato más de 120.000 millones de dólares, más de cuatro veces sus reservas monetarias.