En junio y julio de 2013, en las calles y plazas, miles de personas, en particular jóvenes, trabajadores y trabajadoras, dieron –con gritos y carteles- un mensaje a las instituciones actuales de Brasil: ¡ellas no nos representan! Las movilizaciones muestran, claramente, el abismo existente entre la mayoría oprimida de la nación (trabajadores y trabajadoras) y las instituciones actuales, que sólo buscan resguardar los intereses de una minoría privilegiada (que detenta el poder económico).
El “Manifiesto de Apoyo al Plebiscito Popular por una Constituyente Exclusiva y Soberana del Sistema Político”, dice: “’nuestro’ poder no se basa en la soberanía popular. La Constitución de 1988, a pesar de definir que todo el poder emana del pueblo, creó pocos mecanismos de expresión de la soberanía popular. Tenemos un poder (político) sustentado en el poder económico, que interfiere en las decisiones del Estado, en el diseño de las políticas públicas y en el proceso electoral. Los diputados y senadores, vinculados al poder económico, son en número tres veces más que los vinculados a los trabajadores y las luchas populares. Eso empeora a cada elección “(http://www.reformapolitica.org.br)
Más del 70% de los parlamentarios -diputados y senadores- son empresarios y terratenientes, sus campañas son financiadas por empresas privadas (preocupadas solamente con sus intereses económicos) y no quieren cambiar el sistema político.
Frente a esto, entidades representativas de trabajadores y trabajadoras de la ciudad y del campo, de la juventud, los movimientos democráticos y populares, de las sociales pastorales, decidieron organizar y realizar el Plebiscito Popular sobre el sistema político, que es una gran consulta popular, en todo Brasil.
El Plebiscito Popular también cuenta con el apoyo del Presidente de la Comisión de la CNBB (Confederación Nacional de Obispos de Brasil) que acompaña la Reforma Política, Mons. Joaquim Giovani Mol Guimarães. Él manifiesta el apoyo de la CNBB en “Carta de Apoyo al Plebiscito Constituyente”, del último día 08, dirigida a los participantes de la Plenaria Nacional de los Movimientos Sociales (Populares), celebrada en São Paulo.
En la votación del Plebiscito Popular, la pregunta a responder es: ¿Estás a favor de una Constituyente exclusiva y soberana sobre el sistema político?
Recordemos que una Constituyente solo es exclusiva cuando los candidatos son elegidos por el pueblo para una finalidad específica (en este caso: el cambio del sistema político) y solo es soberana cuando los candidatos elegidos por el pueblo tienen plenos poderes para decidir sobre el tema en cuestión.
En todos los estados -en los barrios de las grandes ciudades, en los municipios del interior, en las escuelas, en las universidades y en muchos otros lugares de concentración popular– se han constituido Comités de campaña, que pretenden movilizar al menos 10 millones de personas y votos en todo el país.
El Plebiscito Popular se llevará a cabo la primera semana de septiembre, día 1 al 7. ¡No dejemos de votar! ¡Mostremos nuestra voluntad! ¡Participemos! ¡Participar es nuestro derecho!
El 7 de septiembre también se realizará el 20º Grito de los Excluidos y Excluidas. Delante de las manifestaciones que tomarán las calles y plazas y dentro del tema general “La vida en primer lugar,” el grito de este año trae como tema específico “Ocupar las calles y plazas por libertad y derechos”, que está conectado a la Campaña de Fraternidad 2014, “Fraternidad y Tráfico Humano”.
El Grito 2014 como una de las voces en la sociedad brasileña a reclamar por los excluidos, quiere reafirmar su historia de lucha. La Nota de la Coordinación Nacional destaca que “prepararse para el Grito es, ante todo, reconocer la llama a veces tenue, pero siempre viva, de esas numerosas luces que iluminan la noche sombría del ahorrar energía del cuerpo, de la apatía, del descrédito y del desencanto”.
Entre los muchos clamores del Grito 2014, tenemos: el cambio del sistema político (Plebiscito Popular), la lucha contra el trabajo esclavo (Campaña de la Fraternidad), el derecho a la migración y a la libre manifestación, la defensa de los derechos básicos y la participación popular, la garantía de las tierras a los pueblos indígenas y tradicionales, la defensa de políticas sociales para la juventud, el derecho de las mujeres y la lucha contra la violencia.
El Presidente de la Comisión para el Servicio de la Caridad, Justicia y Paz de la CNBB, Mons. Guilherme Werlang, en “Carta de Apoyo al Grito”, destacó el espacio conquistado por el evento en todo el país. “El Grito de los Excluidos/as ha sido un espacio valioso de movilización popular y formación ciudadana de la población a través del compromiso de las pastorales, movimientos sociales (populares) y demás aliados que sueñan con un Proyecto Popular para Brasil”.
El obispo también hizo hincapié en la necesidad de un constante compromiso y lucha por los derechos de la población. “Recordamos que en nuestro país la justicia social no es todavía una realidad plena. Los cambios estructurales son necesarios porque la sociedad todavía no es espacio de vida digna para todos, como se percibió en las grandes manifestaciones del año pasado. Brasil aún tiene que cambiar y por eso queremos este año ‘ocupar las calles y plazas por libertad y derechos’ “.
El Plebiscito Popular y el Grito de los Excluidos/as son la voz y el tiempo del Pueblo, que quiere cambiar el sistema político y abrir caminos alternativos para un “nuevo modo de hacer política”. ¡No perdamos la oportunidad! ¡No dejemos la “banda pasar”! ¡Otro sistema político es posible y necesario! ¡Luchemos por él! (Traducción ALAI)
*Marcos Sassatelli es fraile dominico, doctor en Filosofía (USP) y Teología Moral (Asunción – SP), y profesor jubilado de Filosofía de la UFG. E-mail: mpsassatelli@uol.com.br
(Alai-Amlatina)