Diciembre 1, 2024

El Conflicto entre israelitas y palestinos

A fines del siglo XIX, la civilización occidental apoyó la idea sionista de crear un hogar judío en el medio oriente. Esto se hizo por dos razones principales: primero, reducir gradualmente la población judía viviendo en occidente. Pocas comunidades occidentales querían tener como vecinos a personas que se consideraban pertenecientes a una raza superior y que por ello se resistían sistemáticamente a integrarse con las comunidades dueñas de casa.

Segundo, occidente necesitaba un guardián en el medio oriente que les ayudara a explotar los recursos naturales. La civilización occidental dio así una ayuda fundamental a la campaña sionista para crear un Estado judío en el siglo XX.
 

Después de la primera guerra mundial, Gran Bretaña quedó como potencia colonial a cargo de Palestina, y esto facilitó enormemente, la emigración de judíos a la región. Después de la segunda guerra mundial, Gran Bretaña y los Estados Unidos cumplieron con su promesa de crear el Estado de Israel y esto fue eventualmente legalizado por la organización de Naciones Unidas en el año de 1948. Desde esa fecha hasta ahora, se logró consolidar una punta de lanza occidental en el mismo corazón de la renaciente civilización islámica.

 

Todo el plan sionista había hasta ese momento tenido un espectacular éxito; no obstante un inesperado fenómeno comenzó a crear dificultades. Occidente empezó a declinar como civilización después de la primera guerra mundial y esta declinación civilizacional se aceleró radicalmente después de la segunda guerra mundial. A causa de este cambio civilizacional de suma importancia histórica, se inició el proceso de descolonización en África, Medio Oriente y Asia. Occidente empezó su retirada de estos territorios y así Israel pasó a ser una anomalía histórica que sólo podía mantenerse mediante el uso de la fuerza bruta y la ocupación militar. Occidente al parecer no comprendió adecuadamente este proceso de declinación civilizacional que sufría y se comprometió a dar todo su apoyo político y económico al Estado de Israel. No obstante el trabajo de dominación directa sobre los palestinos conquistados iba a quedar sólo en manos del ejército israelí.1

 

Esta estrategia de dominación ha tenido sólo un éxito relativo. En los últimos setenta años Israel no sólo ha sobrevivido, sino que también se ha expandido ocupando territorios adicionales a los fijados por las Naciones Unidas. Israel ha tenido también un rol muy destacado en prestar ayuda a occidente en el área de asegurar los recursos petroleros del mundo árabe. No obstante, la conducta de Israel como potencia colonial ha sido un total desastre. Occidente logró con éxito contener y controlar la conducta militar que históricamente siempre han tratado de utilizar los ejércitos judíos. Es decir, conquistar la tierra prometida a sangre y fuego, aniquilando totalmente a sus enemigos, incluyendo ancianos, mujeres y niños y sólo dejando vivos animales domésticos y bestias de carga.2 Fue así como los israelitas del siglo XX, después de sus brillantes victorias militares contra los árabes, no pudieron concretizar el genocidio bíblico y se tuvieron que limitar a expulsar a las poblaciones vencidas hacia otros Estados árabes y peor aún, permitir que los sobrevivientes islámicos siguieran viviendo en los territorios conquistados. La nueva solución era reprimir y acosar a los sobrevivientes de manera tan rigurosa de modo que estos se vieran forzados a emigrar y así abandonar eventualmente el territorio israelí.3

 

Esta estrategia no ha resultado y es así como hoy día Israel, incluyendo sus territorios ocupados tiene más árabes que judíos. Debido a tendencias demográficas, se proyecta que en 20 años más, la población árabe viviendo en Israel, podría ser una aplastante mayoría. De esta forma Israel podría en el futuro, transformarse en un país parecido a Sudáfrica antes de la elección del presidente Mandela. Es decir, un nuevo Estado “apartheid”.4 Un efecto no deseado ni esperado de esta irracional política de ocupación implementada en los últimos 60 años, ha sido la creación de un odio gigantesco entre la civilización occidental y la civilización islámica. Este es el choque civilizacional más importante y que es discutido por Samuel P. Huntington en su famoso libro “El Choque de Civilizaciones”.5

 

Eventos tales como ataques a embajadas occidentales en África, el ataque del 11 de septiembre de 2001, la guerra en Afganistán, la guerra en Iraq, la guerra contra Libia, Siria y Paquistán y muchos otros conflictos violentos, tienen como causa importante el odio que ha despertado en el mundo árabe, la conducta colonizadora de Israel y el apoyo que este país ha recibido de sus aliados occidentales.6 La invasión y ocupación de territorios ajenos ha sido un evento constante en la larga historia del planeta. Estas conquistas y ocupaciones se han repetido con una alta frecuencia a lo largo de siglos y milenios; pero ha habido ocupaciones inteligentes y ocupaciones estúpidas. Entre las inteligentes se pueden mencionar, las realizadas por la república romana de antes de Cristo, por el imperio inca en sus conquistas en los siglos XIII, XIV y XV en América del Sur. También fueron inteligentes las conquistas de los imperios español y portugués sobre América, África y Asia entre los siglos XVI y siglo XIX. También ha sido una política inteligente la usada por los Estados Unidos de América en su conquista y colonización de Puerto Rico, Hawái, Filipinas e Islas del Pacífico en los siglos XIX y XX. En todas estas colonizaciones, la potencia dominante una vez terminada la guerra de conquista se dedicaba a ganarse la tolerancia y eventualmente el apoyo de los pueblos conquistados.

 

Los incas crearon escuelas especiales para socializar y culturizar a los niños de las tribus conquistadas. Los españoles y portugueses hicieron lo mismo usando particularmente a la iglesia católica. Poco a poco, década tras década, las nuevas generaciones se fueron integrando, y así una nueva sociedad se fue formando. En este crisol civilizador, después de un par de generaciones, invariablemente se produjo una nueva civilización que pudo construir una identidad compartida y un incipiente espíritu de comunidad.

 

Como ejemplos de ocupación fallida, se puede mencionar los casos de Irlanda, Sudáfrica, Chipre, Yugoeslavia, Ceylán y Ucrania, y por supuesto también ahora Israel. La potencia dominante falló en la importantísima tarea de crear una identidad compartida y la región afectada cayó en un ciclo decadente de destrucción y muerte generalizada.7

 

En los próximos años existe la probabilidad de que la civilización occidental se dé cuenta que la política de apoyo total a Israel, podría traerle graves consecuencias que podrían poner en peligro su misma sobrevivencia. Occidente no sólo tiene que lidiar con la civilización islámica sino que también con otras civilizaciones que también han sufrido grandemente la opresión occidental. Estas otras civilizaciones cada día crecen en poder económico, político y militar. El peligro más inmediato se encuentra en el renacimiento de las civilizaciones china, ortodoxa, latinoamericana, hindú y africana. Estas cinco grandes civilizaciones emergentes tienen cuentas pendientes con occidente y todas ellas en conjunto constituyen la inmensa mayoría de la humanidad. Estas emergentes potencias revisionistas han negociado pactos de ayuda económica política y militar. Esta fue la esencia de la reciente reunión de los BRICS en Brasil.8 Occidente ya no se puede dar el lujo de que miembros importantes de la civilización islámica tales como Irán, Paquistán, Indonesia y Turquía se unan a esta nueva emergente alianza de civilizaciones anti occidentales.

 

Es debido a todo esto que existe la probabilidad de que Estados Unidos en unos pocos años más decida abandonar a su aliado Israel. La gran potencia del norte gracias al “fracking” ya no necesita el petróleo árabe.9 Si todo esto llega a ocurrir, la pesadilla que acosaba al profesor Huntington se transformaría en una triste y terrorífica realidad.

 

Sería cómodo asumir la hipótesis de que no todo el pueblo israelita ha caído en la irracionalidad criminal de sus actuales gobernantes y que no cuentan con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo de Israel. Podría argumentarse que no son más de 20 familias las que controlan el poder económico, político y militar de Israel y que su afán de lucro corrupto es tan descontrolado que al hacerse super ricos también han reducido el estándar de vida de las grandes mayorías. Que han transformado Israel en uno de los países con el costo de vida más alto del mundo y que los dueños de este capitalismo corrupto han logrado comprar y sobornar a la clase política y así han transformado al país en un nefasto ejemplo del llamado capitalismo corrupto.10 Considerando este argumento como válido, no sería nada de raro pensar que la actual agresión militar contra Gaza, sea en gran parte motivada por el deseo de la elite derechista de tapar sus crímenes financieros y así desviar la atención de la población hacia problemas más importantes que el costo de vida.

 

Lamentablemente, no es ese el caso. La política actual de Israel hacia los palestinos está basada en una creencia religiosa sumamente profunda y poderosa, y ella está enraizada en lo más íntimo de la conciencia judía y que trasciende tiempo y fronteras. Este es un fundamentalismo religioso no menos fanático ni peligroso que el fundamentalismo islámico. Desgraciadamente una reforma religiosa revolucionaria, tal como la que hizo Calvino y Lutero con el cristianismo medieval, no parece estar en un futuro próximo.

 

En conclusión, el problema existencial de los palestinos en particular y de los pueblos del mundo en general, es que Israel no se ha modernizado. Mientras la mayoría de los judíos siga entrampada en mitos religiosos primitivos, el problema no tendrá solución. La herida de Israel de su tierra prometida es un virus mortal y si éste no se controla a tiempo, toda la humanidad estará en grave peligro.

 

F. Duque Ph.D.

Cientista Político

Puerto Montt, Julio de 2014.

1 Para un análisis histórico de lo que ha pasado en Palestina en los últimos 100 años sírvase ver: Ahron Bregman Cursed Victory: A history of Israel and occupied territories . Este libro será publicado en Estados Unidos por la editorial Pegasus el próximo año.

 

2 La tragedia del pueblo judío es que la mayoría de la población cree fervientemente en un dios primitivo. Así como ocurre en todas las religiones primitivas, este dios es enormemente generoso cuando se le obedece ciegamente, pero inmensamente severo, autoritario, cruel y vengativo cuando se le desobedece o se le trata de engañar. Si los judíos no conquistan la tierra prometida tal como su dios lo ha ordenado; entonces este dios destruirá y exterminará al pueblo judío. Este es el dilema trágico que constituye una de las causas importantes del conflicto palestino israelí. La conducta de la mayoría de los políticos derechistas de Israel, está profundamente condicionada por valores y creencias religiosas. Estos valores están claramente expresados en la biblia judía. Por ejemplo en el Éxodo capítulo 23, se ordena la manera como deben comportarse los soldados encargados de conquistar la tierra prometida. Versículo 23 “Mi ángel irá delante de ti, y te introducirá en el país del amorreo, del heteo, del fereseo, del cananeo, del jeveo, y del jebuseo, a los cuales yo exterminaré”. Versículo 24 “No adorarás a sus dioses; no los servirás ni harás lo que allá se hace; antes bien destruirás sus dioses y harás pedazos sus estatuas” Versículo 27 “sembraré el terror delante de ti y exterminaré todos los pueblos del país en que tu entrarás; haré que todos tus enemigos huyan ante ti” Versículo 28 “Enviaré avispas delante de ti que harán huir de tu presencia al jeveo, al cananeo y al heteo. Versículo 29 “No te los quitaré de tu paso en un solo año, no sea que la tierra quede desierta y se multipliquen las fieras en perjuicio de ustedes” Versículo 30 “Los expulsaré poco a poco mientras te hagas fuerte y te apoderes de la tierra” Versículo 31 “Fijaré tus fronteras desde el Mar Rojo hasta el Mar de los filisteos (Mediterráneo) y desde el desierto hasta el río Éufrates. Pondré en tus manos a los que ocupan el país y tú los echarás fuera” Versículo 32 “No hagas pacto alguno ni con ellos ni sus dioses” Versículo 33 “No habitarán en tu tierra, no sea que te lleven a servir sus dioses y a pecar contra mí: eso sería tu ruina”. Por su parte en el Deuteronomio capítulo 2 Versículo 34 señala que “En ese tiempo tomamos todas sus ciudades y las consagramos en anatema, matando a sus habitantes, hombres mujeres y niños sin perdonar vida alguna” Versículo 35 “salvo la de los animales que fueron parte del botín como los despojos de las ciudades que ocupamos” Capítulo 3 Versículo 6 “Los consagramos en anatema exterminando aquella gente, como lo habíamos hecho con Sijón rey de Jesbón: acabamos con todas las ciudades, hombres mujeres y niños”.

 

3 Según The Economist en el libro de Bregman, se desenmascara la brutalidad administrativa detrás de la llamada ‘enlightened occupation’ en donde se recuerda cómo en 1967 después de la conquista israelí, el gobierno israelí expulsó un cuarto de la población de Gaza hacia Cisjordania. Tiempo después el general Moshe Dayan implantó la célebre política ‘de puertas abiertas’ que le dio a los palestinos un respiro a la pesada ocupación dándoles la oportunidad de viajar a Jordania. La verdad es que la puerta sólo se abrió en una sola dirección. Es decir, se podía salir pero no se podía regresar. Años después en los altos del Golán fueron expulsados más de 138.000 personas. Mientras más gente expulsaba Israel de la tierra prometida. Más espacio quedaba disponible para los nuevos asentamientos israelitas. The Economist, “Blood brothers”; July 12th. 2014 pg. 74

 

4 Bregman, ob cit.

 

5 Samuel P. Huntigton, El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial Ed. Paidos, Buenos Aires, 1997. Pgs. 249-259

 

6 Bregman, ob cit.

 

7 Uno de los temas más importantes del trabajo de Bregman, es precisamente su crítica al estilo de colonización usado por Israel. Se señala que la colonización israelita es la más brutal y cruel que ha existido en los tiempos modernos. Esta es más terrible que la que usaron las grandes potencias en el siglo XIX. Otros colonizadores menos crueles, construyeron universidades y se enorgullecieron en cultivar y conquistar a las elites locales. Mientras que Israel se apoderó de la tierra y rechazó a la población que la habitaba. The Economist, “Blood brothers”; July 12th. 2014 pg. 74

 

8 Sírvase ver Walter Russell Mead “The Return of Geopolitics. The Revenge of the Revisionist Powers” in Foreign Affairs May-June 2014 vol. 93 Nº 3 pgs. 69-79

 

9 En pocos años más para el año 2020 los Estados Unidos serán autosuficientes en gas y petróleo y por lo tanto el petróleo de los árabes ya no será necesario. Ver Edward L. Morse “Welcome to the Revolution. Why shale is the next shale” Foreign Affairs May-June 2014 vol. 93 Nº 3 pgs. 3-7

 

10 Ver “Israel’s conglomerates. Dankners in the Dock” The Economist July 5th. 2014 pg.54

 

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