Analizar la situación de la economía mundial puede hacerse desde varios aspectos. Uno de ellos es revisar lo que ocurre con la economía de Estados Unidos por su repercusión mundial. Algunas cifras oficiales son parte de las señales positivas exhibidas para decir que “EE UU., está saliendo de la crisis”. De acuerdo con los datos más recientes del U.S. Census Bureau and U.S. Bureau Of Economic Analysis, las exportaciones totales de EE UU en Bienes y Servicios de mayo 2014 alcanzaron a US$ 195.456 millones (dólares) y las importaciones sumaron US$ 239.848 millones, resultando un déficit de US$ 44.392 millones, el cual al compararlo con los US$ 47.037 millones de abril, disminuyó en US$ 2.645 millones el déficit comercial. En el periodo abril-mayo, el aumento de las exportaciones de bienes se reflejó en incrementos de los vehículos, partes y motores (US$ 800 millones), otros bienes (US$ 500 millones), bienes de consumo (US$ 400 millones), suministros y materiales industriales (US$ 200 millones), alimentos y bebidas (US$100 millones), y una disminución en los bienes de capital ($ 200 millones).
Los cambios son apenas significativos para un país que aporta un 25 % del Pib mundial. Ahora, si consideramos las cifras de importación y exportación de Estados Unidos, desde el año 2012 a mayo del 2014, un período de dos años indica en el caso de las importaciones, que la variación ha sido un aumento de US$ 9.000 millones generado principalmente en los dos últimos meses de este año. Respecto de las exportaciones, la diferencia de crecimientos es de apenas US$ 5.500 millones aproximadamente, que se inicia en mayo de 2013, lo cual muestra una demanda mundial frenada de productos norteamericanos, considerando que Europa está en crisis y que es evidente la baja en los mercados de los países emergentes. En general, podemos concluir que el intercambio comercial de Estados Unidos se mantiene casi plano, con una leve tendencia a mejorar, lo cual después de 5 años es un resultado pobre.
En cuanto a los movimientos bursátiles, existe un optimismo basado en inversores consientes del riesgo que corren y que creen poder escapar a tiempo, y por los estímulos de los centros financieros y académicos. Una muestra de ello es la opinión del profesor de la Wharton School, Jeremy Siegel, ha dicho que el Dow Jones podría alcanzar los 20.000 puntos a finales de 2014. “Creo que vamos a llegar a 18.000 y superarlo. ¿Podría ir a 19.000, 20.000? Podría, es la respuesta, “no voy a decir que es el caso probable, pero tanta gente se ha perdido este mercado alcista que ahora están diciendo, oye, ya sabes, esta es mi última oportunidad.” Menciones como está parecen estar fundadas en apreciaciones personales y no en investigaciones serias sobre el particular.
En este mismo sentido, William H. Gross, el co-fundador de PIMCO (Pacific Investment Management Company, LLC) con US$ 1.940 millones en activos gestionados, ha señalado que la “nueva neutralidad”, existe realmente. “No deberíamos pensar que la normalidad histórica de 15 a 16 veces de beneficio es lo normal ahora, ya que con un interés tan bajo, lo normal es pagar un PER de 18, 19″. (El PER, se refiere a la relación entre el precio o valor que puede tener una acción y los beneficios reales o dividendos que paga dicha acción). Lo que señala Gross, es un paliativo para calmar los mercados, porque el dinero “barato” podría estar moviendo los índices normales a nuevos máximos, sin embargo, como integrante en la gestión de inversiones, no aporta mucha calma a los inversores.
Y la euforia sigue viento en popa. El promedio Industrial Dow Jones saltó por encima de la barrera de los 17.000 puntos el jueves 3 de Julio, por primera vez en su historia. Dicha alza confirma, según la opinión de los inversionistas, que el mercado alcista ya cumplió cinco años y que aún tiene margen para seguir avanzando. El salto del Dow Jones que traspasó los 17.000 puntos fue impulsado por un informe del Departamento de Estadísticas Laborales que mostró que la economía de EE UU., sumó 288.000 empleos en junio, muy por encima de los 215.000 estimados por los economistas. La tasa de desempleo cayó de pronto de 6,3% en mayo a 6,1% en junio y fueron parte de los datos optimistas que incorporó el mercado en las alzas recientes de los valores bursátiles.
En ese mismo sentido, en Europa el contagio no se hizo esperar, con un BCE manteniendo los tipos de interés en el 0,15 % hasta fines del 2016. Las cifras positivas también se apoderaron de las principales bolsas que acumularon subidas entre el 0,6 % y el 1,2 %. El Ibex 35 de España estaba en 11.000 puntos que recuperó en la sesión del martes de la semana pasada luego que avanzó un 0,67 %, hasta los 11.090 puntos y todos felices con estos logros. Aunque resulte tedioso mostrar este tipo de datos, es necesario que Ud., tenga una idea de cómo funcionan las sensibilidades en las bolsas para entender los giros que pueden ocurrir de un día para otro o incluso en horas.
Algunos días después, el 10 de Julio 2014, las pizarras de Wall Street y de las bolsas europeas se tiñeron de rojo ante el derrumbe del Banco Espirito Santo, una pequeña corrida portuguesa, que finalmente fue suspendido de cotización cuando caía un 17%, provocando una avalancha de ventas en Europa, que llevó al Ibex español a sus mínimos de dos meses. No es el único banco que presenta Irregularidades contables en sus sociedades o por debilidades de capitalización, muy presentes como enormes deudas en sus balances, ¿podrían venir otros? Es muy probable. Los inversores apenas se enteraron que la empresa matriz Espirito Santo International había retrasado el pago de cupones relacionados con algunos valores de deuda a corto plazo, activaron de inmediato sus órdenes de venta, lo que da cuenta de la fragilidad e inestabilidad del mundo frente a un peligro mayor que pueda ocurrir.
Algunas personas prefieren creer en la “mejoría”, les evita una preocupación más en su cabeza y les permita seguir con sus asuntos personales. Bien por ellos, tener un pensamiento “positivo” permite ver el vaso medio lleno y no medio vacío, sin embargo, un buen deseo no tiene nada que ver con los datos que les mencionaré y que no podemos obviar.
El peligro que se cierne sobre la economía mundial tiene varios componentes. La deuda fiscal de Estados Unidos a la fecha suma US$ 17.5 millones de millones de dólares y sigue aumentando, sobrepasando el PIB de US$ 16,75 billones, lo que equivale al 106 % del PIB. El incremento del déficit fiscal norteamericano partió a principios de los 70´s, a partir de la crisis del petróleo, con déficits promedios de US$ 200 mil millones anuales. Con excepción del período 1992 hasta el 2000, que fue disminuyendo y hasta produjo excedentes. Posteriormente, el déficit cae en picada hasta los US$ 1,3 billones de dólares, equivalente al 10,1% del PIB, alcanzando el récord en el 2009 con un 13,3% del PIB, hasta hoy que se estima bordeará un 3 a 3,4 % del PIB, con un monto estimado para el 2014 de US$ 514.000 millones de dólares. No está de más recordar que EE UU tiene una deuda con la seguridad social, las prestaciones Medicare y medicamentos por financiar de US$ 121,9 billones de dólares, aparte de la deuda fiscal.
La importancia de tener estas cifras presentes, tiene relación con la sumatoria de inestabilidades que van conformando un cuadro de riesgo mayor, tal vez con características nunca antes experimentadas por el mundo, debido a la globalización y a la alta concentración económica y financiera que vivimos. A partir de la crisis 2008, la política monetaria ultra expansiva ha llevado los índices en Wall Street a zonas desconocidas, con alzas en bolsas que de acuerdo a los analistas más calificados, explican un 80% del aumento total del mercado y dan cuenta que el S&P 500 está sobrevalorado en un 67% respecto de sus medias históricas.
Las cifras que están en juego son colosales. De acuerdo a una nota publicada en WSJ, los bancos centrales de Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán alcanzaron nuevos máximos en reservas monetarias, cuyos totales en divisas sumaron US$ 7,47 billones de dólares, en un esfuerzo por defenderse de los efectos de una ola de capital global barato. Los economistas estiman que la posición de China totalizará un récord US$ 3,99 billones de dólares en reservas dentro de la próxima semana. En los últimos años, los bancos centrales de la región han utilizado cada vez más las reservas de divisas como un amortiguador frente a los enormes flujos de dinero de inversión creados por las políticas del dinero fácil de los bancos centrales que ha generado la relajación cuantitativa de los EE.UU., Japón, Europa, etc., en sus esfuerzos por inyectar dinero a sus economías a través de compras a gran escala de activos como bonos, creando un monstruo monetario. El año pasado, Asia representó algo más del 70% del aumento global de las reservas en moneda extranjera, según datos del Banco Central y JP Morgan &Chase.
Tenga presente Ud. estas cifras. Las estimaciones más serias asignan a China reservas en moneda por US$ 4 billones, Japón US$ 1.3 billones, otros países asiáticos US$ 2.2 billones y el resto del mundo de US$ 4.4 billones, en total la guerra de las monedas ha elevado a US$ 12 billones las reservas en los bancos centrales. Recientemente el Presidente del BCE, M. Draghi, ha anunciado que está preparando la emisión de € 1 billón (euros) para Europa. La pregunta que debemos hacer es, ¿qué pasará cuando todo ese dinero baje a la economía real? La economía de USA tiene un déficit que se puede ir a las nubes ante cualquier conflicto mundial que escale fuera de control, que los obligue a emitir más deuda y a mayor velocidad. La deuda requiere que otros sigan comprando porque no tienen otra opción para financiarse. Agregue el ingrediente muy preocupante que son los intereses de esa deuda, EE UU la paga con su propia moneda, que también es deuda y sume la actual emisión de US$ 35.000 millones mensuales que resta a la FED para comprar más papeles y sostener la economía de Estados Unidos hasta hoy.
Francia quedó muy molesta por la multa de US$ 9.000 millones aplicada al banco francés BN Paribas y se cree que empezará a deshacerse de sus reservas en dólares estadounidenses. 40 bancos centrales del mundo tienen al yuan como moneda de reserva. Rusia ya inició el proceso que ha anunciado Francia, liquidando sus reservas en dólares y deshaciendo sus transacciones comerciales con dólares para hacerlas directamente en rublos y yuanes, en el caso de China, y en rublos y rupias en el caso de India. Este proceso se está extendiendo a otros países asiáticos como (Tailandia, Singapur), y del Medio Oriente (Irán, Siria). Contradictoriamente, en Chile el dólar sube. Locura.
En relación a este fenómeno monetario, algunos analistas están advirtiendo del riesgo en la formación de otra burbuja en los precios de los bonos de la deuda pública a largo plazo de la zona del euro, especialmente de los países de la periferia. Esta burbuja se estaría generando tanto por el exceso de liquidez como por los bajos tipos de interés de los activos con vencimientos a corto plazo. Además de lo anterior, hay varia áreas con sospechas de burbujas, nuevamente recaen en la vivienda, la deuda y la debilidad de los grandes bancos.
Es lo que está sucediendo en el mundo de hoy. Nadie puede anticipar donde se romperá la cadena, pero nadie duda que ocurrirá. No voy a mencionar los malos resultados en China ni en Japón, lo dejaremos para otra oportunidad. Cuesta ser optimista con esas grandes masas de dinero que no sabemos cómo nos caerán en la economía real. Sólo resta esperar que haya líderes con sentido humano, que privilegien la vida ante una crisis global monetaria.
Mario Briones R.