La descomposición moral del mundo occidental se desliza peligrosamente en todos los campos de la vida humana, y si no tomamos conciencia al respecto, será muy difícil revertirla. En el pasado, han ocurrido casos dramáticos de trato inhumano y aberraciones producto de conflictos bélicos, luchas étnicas, religiosas, etc. Sin embargo, lo preocupante de la actual sociedad de consumo y del dinero es que está afectando con fuerza a los más débiles e indefensos que son los niños, las niñas, los jóvenes, que en todas partes son abusados por individuos siniestros que dañan la única fuente donde se puede reproducir la reserva moral de un mundo más justo, el núcleo más profundo de la vida humana, donde reside la inocencia de los niños, niñas y jóvenes que a muy temprana edad son violentados por un despiadado neo liberalismo, que los abandona bajo el título de “perdedores”, sin valor para Wall Street.
Una cita muy conocida dice que “el hombre es un animal de costumbres” que se puede llegar a entender como un fatalismo que no podemos superar y que podría proporcionarnos una excusa para creer que no se puede hacer nada al respecto. Pero también existe otra frase menos conocida que nos desafía y que dice, “Solamente aquél que contribuye al futuro tiene derecho a juzgar el pasado”. Los escapismos éticos como el primero citado, se dan en un lenguaje coloquial, pero en algún momento nos pasarán la cuenta y golpearán nuestra conciencia. En palabras de advertencia que nos legara Bertold Brecht, sonará así, “… ahora me llevan a mí pero ya es tarde”. Algunos podrían asociar esta expresión al ámbito político, pero está formulada dentro de un contexto de filosofía ética, que valora la vida sobre cualquier otra cosa. Nada es más valioso para el futuro de la humanidad, que el respeto y la inocencia de la vida de los niños, blancos, negros, amarillos, estén donde estén.
El modelo de economía neo liberal, constituido como mandato de la elite mundial, ha moldeado la cultura sobre bases desintegradoras como estimular la competencia, el individualismo, la exclusión, el egoísmo, la avaricia, características que se forjaron principalmente en el mundo anglosajón, sometiendo con la razón a la emoción, en una un intento por negar las bases biológicas de los individuos y justificar el ocultamiento de las emociones que los libera de los prejuicios de conciencia para acumular poder y riqueza a como dé lugar. Son los valores centrales de un ideología que partió en la vieja Europa, y que llegó hasta la actual sociedad, impregnando todo con un economicismo que hace olvidar que los seres humanos nos realizamos y somos humanos en el lenguaje, y al serlo, emocionamos lo que nos permite cambiar de curso de acción para expresar y resguardar a viva voz el valor de la vida, denunciando cada atentado en contra de ella. Cada silencio nuestro representa una nueva lágrima en el rostro de algún niño, niña o joven violentado al lado nuestro, o en alguna parte del mundo que está pidiendo ayuda.
La realidad es muy dura, y por eso resulta inaceptable que autoridades políticas, como las de Inglaterra, muestren una lenidad tal, como para no detectar, cómo llegan tantos niños secuestrados en África por bandas organizadas, para ser vendidos por US$ 15.000 en ciudades como Londres. El Reino Unido posee avanzados sistemas como para espiar a todo el mundo, tecnología más que suficiente para indagar y hacer seguimiento a los niños africanos que ingresan al país. En este sentido, el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CRC) ha instado a Gran Bretaña a hacer más para poner fin a esta brutal forma de trata de niños. Kirsten Sandberg, la directora del CRC, de la ONU, ex juez del Tribunal Supremo de Noruega y jurista de gran prestigio, dijo, “Estamos preocupados por los informes de que cientos de niños han sido secuestrados de sus familias en África y de la trata en el Reino Unido, sobre todo Londres, para rituales religiosos”. La Policía Metropolitana de Londres descubrió el cadáver descuartizado de un niño nigeriano en el río Támesis, y creían que era una víctima de sacrificio de actos rituales. La habitualidad de estas prácticas en Inglaterra y la lenidad demostrada, deja rastro de alguna conexión con una forma de aceptación despiadada y encubierta de ciertas prácticas perversas antiguas en estas viejas sociedades europeas.
K. Sandberg ha señalado además que “la trata con fines rituales es parte de un problema más amplio, donde miles de menores son llevados al Reino Unido, para terminar siendo niños prostituidos o explotados sexualmente”. El CRC recomendó que el Reino Unido debería “fortalecer la capacidad de las autoridades policiales y judiciales para detectar y perseguir el tráfico de niños para el trabajo, sexual y otras formas de explotación, incluido los rituales religiosos.” El CRC también ha efectuado advertencias sobre el número de pedófilos británicos que viajan al extranjero, sobre todo al sudeste de Asia, en particular Camboya y Tailandia, para tener sexo con niños.
Este mismo comité de la ONU sobre los Derechos del Niño (CDN) ha denunciado al Vaticano por la adopción de políticas que permitieron a los sacerdotes abusen sexualmente de miles de niños. Los actos de corrupción que ejercen individuos inescrupulosos que utilizan el dinero para explotar la miseria de niños inocentes, fatalmente reproducirá en la futura sociedad, el mismo fenómeno que hoy podríamos ver como lejano, sin embargo, nuestro país no es ajeno a estas prácticas, las que debemos condenar para aislar a los perversos por el resto de sus días.
El 80 por ciento de las niñas que emigran sin compañía desde Centroamérica sufren abuso sexual en sus lugares de origen o en su paso hacia Estados Unidos. Mario Russell, director y abogado en jefe de la División de Servicios para Inmigrantes de organismos de caridad, en una entrevista con Notimex, ha señalado que el abuso sexual de niñas que cruzan a Estados Unidos es “un tema crítico”, aunque poco abordado, Asimismo, los organismos humanitarios calculan que la “crisis de refugiados” irá en aumento y esperan que en el 2015 unos 120 mil niños cruzarán la frontera sin compañía, sobre todo los provenientes de Centroamérica. Además se agregan los de México, Ecuador, Nicaragua, El Salvador y Guatemala de acuerdo con los organismos civiles.
La desintegración social del dinero tiene que ver con la peor de las corrupciones humana, esa que instala en los individuos el vacío existencial, donde se reproduce la avaricia del dinero y el poder que los estimula a perseguir una felicidad imaginaria externa e ellos, que nutren “consumiendo” la vida de niños inocentes, provocándoles una brutal desadaptación que refuerza el circulo de la pobreza, la droga, el alcohol, la prostitución o la muerte. Puede ser bueno recordar, “Solamente aquél que contribuye al futuro tiene derecho a juzgar el pasado”.
En Europa, miles de migrantes jóvenes están empezando a sentir el odio de los ciudadanos de aquellos países que los recibieron para trabajar, pensando que verían un futuro mejor en Holanda, España, Bélgica, Italia, Francia, etc. Ahora muchos están siendo expulsados o arrinconados, porque se derrumbó la ilusión de un futuro mejor. Los bancos y las grandes corporaciones convirtieron sus esfuerzos en dinero y se los quitaron para depositarlo en sus grandes bóvedas, ya no existe futuro para esos que emigraron. En África, desde las costas de Tunes, miles aún intentan cruzar a Sicilia y otros desde Tánger a la costa de España con peligro de sus vidas, arrancando de la miseria de sus países sumido en guerras o guerrillas que significan sólo la muerte. En Siria e Irak, las poblaciones sufren persecuciones a niveles de crueldad insostenible, obligando a millones de ellos a agolparse en las fronteras tratando de escapar.
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Baylor, Texas, a cargo de la doctora Lori Baker, ha encontrado una fosa con al menos 52 cuerpos no identificados en la localidad de Falfurrias, en el estado de Texas. Los investigadores realizaron 52 exhumaciones, pero encontraron muchos más cuerpos de los que esperaban, aunque aún no se sabe el número exacto. Desde 2013, el equipo hace esfuerzo por identificar a los cientos de personas que han perdido la vida tratando de cruzar la frontera de Mexico a EE UU. Hasta ahora se habían logrado exhumar 110 cuerpos.
América Latina, con una población de más de 190 millones de niños es una de las regiones más desiguales del mundo y la con mayores índices de violencia, que afectan principalmente a mujeres, niños y niñas. En términos absolutos se estima que en América Latina y el Caribe mueren por homicidio entre 100,000 y 120,000 personas al año. (Guía para la vigilancia epidemiológica de violencia y lesiones. Organización Panamericana de la Salud. 2001) El 28% de las víctimas de homicidio corresponden a adolescentes entre 10 y 19 años. Brasil, Colombia, El Salvador y Venezuela tienen los índices de homicidios más altos entre hombres de 15 a 24 años. Según datos de Casa Alianza en el 2005 en Guatemala fueron asesinados 334 menores de 18 años y en Nicaragua 95. En Honduras, entre enero 2002 y enero 2006, han sido asesinadas 1.976 personas menores de 23 años.
Los casi 170 niños rescatados en una operación contra el tráfico sexual de menores en Estados Unidos, eran niños estadounidenses y la mayoría estaban en custodia de sus padres o tutores antes de desaparecer, afirmaron autoridades del FBI. “Estos no son niños que vivían en algún lugar remoto. Estos son nuestros niños, vivían en nuestras calles (…) son los niños de Estados Unidos”, afirmó en una rueda de prensa el director del FBI, James Comey. Luego dijo, “El mayor cambio que hemos visto en los últimos ocho años es el predominio de la venta de niños a través de internet y el que los acuerdos ya no se hacen en la vuelta de la esquina, si no a través de la web”, informó Univisión el 24 de Junio del 2014, una realidad que ni los propios norteamericanos comprenden.
Muchos estadounidenses simplemente no quieren oír hablar de derechos civiles porque eso pertenece a los negros, ahora se trata de la lucha contra la desigualdad de ingresos de los blancos pobres, los latinos pobres, los nativos americanos y los negros pobres que quieren ir a Washington para ocupar el corazón de la ciudad y luchar por el creciente número de pobres. Thomas Piketty, el economista francés, argumenta que la desigualdad económica está cableada con la maquinaria del capitalismo. No puedo estar más de acuerdo con él.
¿Cómo es posible tanto sufrimiento, tanto dolor, que hemos llegado a un estado tal, que ya no somos capaces de derramar ni una lágrima de dolor por ellos?
Quiero despedirme con una parte del poema de John Donne, (1572-1631), “Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”. , por los que caerán.
Mario Briones R.